Después del agasajo.
Mi casa se ha quedado
deshabitada de las voces
de mis queridos amigos.
La noche va entrando
en sus estancias y,
con ella,
sus secretas luces.
El silencio hace
silencio,
en su intento de
hacerse lecho o
cobija de la
soledad,
en esta hora de
quietud
un tanto desamparada
en virtud de la ausencia
de sus huellas, sus alientos,
de la estampa y cruce
de sus pasos
e impensadas palabras.
¿Tendrán ellos
esta noche
en sus lechos,
con sus incipientes
pero insinuantes luces?
Alzo mi copa
porque así sea,
en mi casa sitiada
por el silencio
de la noche iluminada.
(lacl, 25 de Diciembre, 2008, anochecer)
https://youtu.be/Sk9i0aLw2wQ?si=srt7cwwKnzzooQqe
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