Arte y poesía: vigencia de toda expresión lúdica, gesto o acto non servil en tiempos tan obscuros como los actuales. Disertaciones sobre el culto añejo de ciertos antagonismos: individuo vs estado, ocio y contemplación vs labor de androides, dinero vs riqueza. Ensayos de libre tema, sección sobre ars poética, un muestrario de literatura universal y una selección poética del editor. Luis Alejandro Contreras Loynaz.
Si en Venezuela estilamos ser toderos, ese envite de torear la vida en cuanta empresa se nos plante ante la vista, yo debo decir que he sido -y acaso aún soy- un fervoroso nadero, suerte de lance para nadar en las enaguas de la susodicha. Pues en lugar de ser un profesional en todo, he sido un amateur en nadas; en el más feliz de los casos, un entendedor, siempre a la chista callando. Las naderías suelen causar gran fascinación sobre las almas distraídas, entre las que me incluyo, y no sé que hado les haya legado su encanto a las primeras. Y, aunque cursé más de cien créditos en la Escuela de Letras de la UCV, nunca me mortificó el comprobar que ese sistema de jerarquías con que el hombre gusta de mortificarse la carne, también hubiese ganado espacios en ese querido recinto y que, en virtud de ello, hubiese materias que disfrutaban de cierta prelación sobre otras. Iba por puro gusto. Nada hay como explayarse. El resto es aburrido y desmesuradamente empalagoso. Por otra parte, ¿quién no tuvo, alguna vez, que pasar por el trance de mancillarse las manos al hacer algún oficio? Pocos, muy pocos.
en que el poeta, que envejece, no se hace ya más preguntas,
hastiado de la expresión bovina de los fantasmas y la realidad
y saturado de la actividad consoladora del espíritu...
El último visible entre nosotros
fue Jesucristo.
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Del libro Una noche con Hamlet y otros poemas. Traducción de Josef Forbelsky. Revisión y prólogo de Guilermo Carnero. Barral Editores, Ediciones de bolsillo, España, 1970.
Acaso el ser humano haya querido emigrar siempre de su época. Acaso no habrá nunca una peor que nuestra época, es decir, la época en que hemos vivido. Sólo espero y aspiro que el ser humano no atente contra sí mismo y concluya dando término a su libre posibilidad de vivir conforme a madre natura y su cósmico entorno...
lacl, 26 de septiembre, 2022. Cuaderno, Inscripciones en el dolmen.
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La esperanza lleva la batalla perdida, no podemos negarlo, máxime si tomamos en cuenta la locura imperante a todo nivel y con el agravante de que es en la cúpulas de poder donde con mayor potencia se asienta y se desata. Pero la esperanza es algo más que deseo y es -creo yo- tan genuina como el ruego de las más santas de las invocaciones. Esperemos no tener que repetir aquella demoledora frase de Jung en 1945: "...Nos toca descombrar..." Si es que queda alguno para repetirla.
lacl, 26 de septiembre de 2022. Cuaderno del geógrafo.
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En general, los seres humanos parecen haber preferido siempre optar por desempeñar un papel de contempladores de ombligo. Y los usos y costumbres de hoy apuntan hacia un adoctrinamiento en ese sentido. Se nos quiere imponer la oligofrenia. Y con los adictivos productos creados por una ciega tecnología al servicio del poder resulta muy fácil la obtención de millones y millones de contempladores de ombligo. Entre tanto, los señores de la guerra y el comercio siguen jugando con el destino de la masa como si se tratara de un tablero con soldaditos de plomo.
lacl, 28 de septiembre de 2022. Cuaderno del geógrafo.
Lo único natural es aquello que deviene de la naturaleza. Cabría repensar seriamente en cuán natural o contranatural haya de ser nuestra humana estirpe, dado que es inmensa su "obra" creada contra natura, aún cuando tengamos que reconocer que, a contracorrientes, también ha dado patentes y conmovedoras muestras de un anhelo de vivir en consonancia con el entorno natural. Creo que la humanidad ha, en líneas generales, desespiritualizado el maravilloso contexto que llamamos cosmos. Al perderle respeto a esa milagrosa potencia, ha enaltecido las "humanas costumbres", todo ese fárrago de reglas y usos de antivida en que han desembocado las más diversas expresiones de la humanidad y que tradicionalmente hemos denominado con los términos de civilización o cultura. Al echar la vista atrás (al menos a un servidor esto le parece) comienza a nacer la necesidad de poner en tela de juicio todo nuestro humano glosario, si tomamos en cuenta que muchas de nuestras palabras representan algo muy distinto o contrario a su etimología, su original significado. Ante tal contexto, parece inevitable que la misión de cada individuo sea la de poner en duda todo desaguisado que por humana mano se haya constituido en statu quo, así como todos los abusos que terminamos por eufemísticamente denominar como la "situación reinante".
lacl, 25 de septiembre, 2022.
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La anterior consideración vino en respuesta a este post colocado por nuestra amiga Patricia Roncayolo. Un fragmento firmado por Brecht que me sirvió de acicate.
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«Desconfíen del gesto mas trivial y en apariencia sencillo. Y sobre todo examinen lo habitual. No acepten sin discusión las costumbres heredadas. Ante los hechos cotidianos, no digan "es natural". Es una época de confusión organizada, de desorden decretado, de arbitrariedad planificada y de humanidad deshumanizada. Nunca digan "es natural". Para que todo pueda ser cambiado, reconozcan la regla como abuso. Y donde aparezca el abuso, pónganle remedio»
Hay un libro excepcional sobre la barbarie expresada en lo bélico, el cual no es más que una síntesis del vasto estudio sobre la historia, de Arnold Toynbee (con su aprobación), titulado Guerra y Civilización. Probablemente lo hayan leído. Fue publicado hace muchos años por Alianza y lo considero un libro de cabecera.
Dice Toynbee en el prólogo: “…Al estudiar la decadencia de las civilizaciones, el autor ha aceptado desde luego la conclusión de que la guerra ha demostrado ser la causa inmediata del derrumbamiento de todas las civilizaciones de cuya caída se tenga conocimiento, y esto hasta donde ha sido posible analizar la naturaleza de estos derrumbamientos y explicar su ocurrencia…”
Al contemplar la hora actual, con tantas muestras de manía por el poder y tanto antagonismo entre diversas naciones que cuentan con un poderío militar suficiente para acabar con la vida en el planeta, nos preguntamos si ha llegado la hora en que pudiera presentarse el caso que nos expone Toynbee, pero de manera agravada, ante la perspectiva de un derrumbamiento general y la factible desaparición, al unísono, de diversas culturas y modos de vida por obra de un rápido plumazo.
lacl.
Foto de Koudelka, Checoslovaquia...
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Y a continuación, fotomontajes de John Heartfield (Helmut Herzfeld)
Enseres. Así llamamos a nuestras prendas personales y utensilios hogareños. Porque les dotamos de ser al relacionarnos con ellos. Al entrar en trato con nuestras prendas y utensilios se establece una viva relación entre nosotros y que va más allá de lo utilitario. Nuestras prendas y utensilios se transmutan en enseres, objetos en estado de ser...
lacl, Anotaciones Android, 21 de septiembre, 2022. Retomando las anotaciones.
Un cuaderno, un libro, una valija forman parte de nuestros enseres. Un peine, una prenda de vestir, una alhaja... una cámara y hasta un moderno dispositivo que mientan celular son enseres (en estos últimos almacenamos momentos vividos, fotos, encuentros, pensamientos, al igual que en un cuaderno o diario).
En las estampas, la carátula de un cuaderno personal, una fotografía del poeta Rilke y un par de amigos, Rilke va con algo en su mano izquierda, acaso un paquete de libros o un estuche o neceser (qué pequeño universo de enseres no habrán convivido allí), uno de sus amigos parece portar un violín, y además hay un bastón en la escena... Agrego otra, la carátula de un libro que alguna vez tuve en mis manos y que guardo en mi corazón. Ese libro de Shakespeare no está entre los anaqueles, pero quedó en mi memoria y en estado de ser...
A vuelta de nueve años y encontrarme con aquel boceto repregunto: ¿Le temes a la luz? No, todo lo contrario, no hay noche sin luz. Y, como reza un mágico poema de Cummings, son esos puntos de divina luz los que mantienen unido al universo. El poeta no razona, encuentra; o escucha y avizora lo que encuentra y enuncia sin explicaciones. Hoy leo aquellas palabras con distanciamiento, no como un enunciador, sino como ese lector que se topa con un acertijo que escribió otro ser. Por tanto, no es una víctima de la poesía el que acá escribe, sino un lector o descifrador, quien colige que la única claridad del día a la que se ha de temer es a aquella humana que se ha desligado de la luz divina.
lacl, el otro, el de ahora. 13 de septiembre de 2022.
Acá dejo el boceto de hace nueve ciclos...
Yo anhelo la noche. Ella siempre anda en vuelo...
La añoro y la profetizo, en cada una de mis noches.
Invoco el despliegue perenne de su alfombra.
Y albergo ciertos temores ante la oscura claridad del día.