(Escuchas, 26 11 2013)
Contra viento
y marea, mañana han de llegar los manuscritos del escriba Simónides Románico (S.
III, Roma Imperial), Días de bruma.
Vendrán de la mano de una fábula de Mario Amengual, El abismo de los cocuyos, y cobijado por la anhelada re-edición de contracorrientes, sentencias en incertidumbre…
En Librería El Buscón. 7 pm. Palabras introductorias de Sael Ibañez y Presentación de Rafael Cadenas.
¡Salud!
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Nunca habíamos dejado registro, en nuestro blog, de aquella noche tan grata para la memoria. Han pasado ya más de siete años. El querido Sael Ibáñez, quien hace ya casi un año se fue con los zapatos puestos, atendió como un hermano nuestro pedido de abrir la noche con algunas palabras introductorias, las cuales estuvieron cargadas de vívida emoción. Y la presentación estuvo a cargo de Rafael Cadenas, quien igualmente aceptó de buena gana um compromiso que le pedimos con algo de vergüenza, si tomamos en cuenta que se trataba de presentar dos nuevos libros más una reedición, amén de que siempre hemos sido respetuosos de su tempo. Para Mario Amengual y un servidor se trataba (y se sigue tratando) de un asunto cuya significación vibra en el ámbito de un pensamiento afectivo. Ardua es la vida para quienes bogan a contracorriente de un vivir que ha erigido un decálogo que la contradice. En fin, nos dimos por bien servidos y agraciados. Fue un encuentro para celebrar, parafraseando a nuestro querido maestro, un recio amor, nuestro común amor a la palabra.
Como nota curiosa. La idea de que estos libros fueran presentados por Rafael Cadenas, no fue de Mario ni mía, sino del editor y amigo BID, habida cuenta del no oculto afecto y admiración por nuestro profesor. Nosotros le respondimos que nos sentiríamos muy honrados, aunque pensábamos que él quizás no tendría tiempo para tal compromiso y que lo dejábamos en sus manos.
El día en que Mario y un servidor fuimos a la editorial a revisar las pruebas finales, Bernardo nos dijo que si ya habíamos pensado en la presentación de los títulos, etcétera. ¿Cómo? Le dijimos. ¿Y no habíamos quedado en que tú (o ustedes) se encargarían del asunto? A lo que Bernardo nos repuso: Lo mejor es que sean ustedes quienes llamen directamente a su maestro. Lo cual tuvimos que hacer, ipso facto, al salir de la editorial. Lo cierto es que, luego de los saludos correspondientes, con su natural llaneza, nos contestó y repreguntó desde el otro lado de la bocina: en principio, sí, ¿para cuándo es eso? Y tomando en cuenta que habían unos tres meses de por medio, no tuvo empacho en aceptar.
A la vuelta de algo más de siete años de aquella noche, agregamos una selección de las imágenes que captaron algunos de los amigos asistentes al evento. Por fortuna que fue así, pues los interesados no habíamos previsto la contratación de un fotógrafo para que registrara la presentación.
(lacl, 06 de Mayo, 2021.)
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(Noche del 26 de Noviembre de 2013)
Y esa noche, ya en una arepera...