Arte y poesía: vigencia de toda expresión lúdica, gesto o acto non servil en tiempos tan obscuros como los actuales. Disertaciones sobre el culto añejo de ciertos antagonismos: individuo vs estado, ocio y contemplación vs labor de androides, dinero vs riqueza. Ensayos de libre tema, sección sobre ars poética, un muestrario de literatura universal y una selección poética del editor. Luis Alejandro Contreras Loynaz.
Si en Venezuela estilamos ser toderos, ese envite de torear la vida en cuanta empresa se nos plante ante la vista, yo debo decir que he sido -y acaso aún soy- un fervoroso nadero, suerte de lance para nadar en las enaguas de la susodicha. Pues en lugar de ser un profesional en todo, he sido un amateur en nadas; en el más feliz de los casos, un entendedor, siempre a la chista callando. Las naderías suelen causar gran fascinación sobre las almas distraídas, entre las que me incluyo, y no sé que hado les haya legado su encanto a las primeras. Y, aunque cursé más de cien créditos en la Escuela de Letras de la UCV, nunca me mortificó el comprobar que ese sistema de jerarquías con que el hombre gusta de mortificarse la carne, también hubiese ganado espacios en ese querido recinto y que, en virtud de ello, hubiese materias que disfrutaban de cierta prelación sobre otras. Iba por puro gusto. Nada hay como explayarse. El resto es aburrido y desmesuradamente empalagoso. Por otra parte, ¿quién no tuvo, alguna vez, que pasar por el trance de mancillarse las manos al hacer algún oficio? Pocos, muy pocos.
Hypatia - Charles William Mitchell, pintor prerrafaelista inglés (1885).
La lógica de la naturaleza humana suele basar sus
argumentos sobre principios que devienen de la naturaleza cósmica. Pero es ésta una
lógica inocente, esto es, no tamizada por el seso que ha adquirido un prestigio
que no sabemos de dónde pudo haber surgido, como no fuera de un capricho.
Al toparnos de frente con la práctica común de humanizar, por
medio de una intelección, el mundo cósmico que trasciende esta miseria (milagrosa
y todo, pero miseria al fin) que comporta lo que conocemos como humano, podemos
intuir que en la base de muchas de las verdades y principios que se han
instituido en virtud de lo que nuestro seso “descubre” y determina como ley,
podemos sospechar que hay una buena cuota de sinrazón o de locura en este mundo
interpretado que pretendemos sea apolíneo, frente a la desmesura de un universo
que tomamos por bruto.
Anselmo Di Testarutto, Apotegmas contra la peste, Turín,
1935.
I. Luego de mirar la luna,
mi sombra conmigo,
volvió a casa.
(Ryokan, poeta y monje zen)
Quizás me vuelvo un tanto hierático cuando me siento al
lado de Ryokan, para entonar su enunciado de que “sus poemas no son poemas”.
Comulgo al cien por cien con ello y digo: mis poemas no son poemas… Aun cuando
no quiera abusar del ejercicio de la negación. Acaso porque lo que uno desea es
que sea la vida y no el poema lo que se represente en las palabras. Tamaño
abuso de parte de quien tiene que arrodillarse ante la palabra para pespuntear,
aunque sea, un perfil… Pero en un mundo signado por los excesos del egotismo,
creo que quien se sienta tocado por la poesía, debe primero que todo poner en
duda la importancia de encarnar un papel como tal cosa o tal otra. Acaso sea
preferible andar el camino por los senderos de la puesta en duda.
(lacl, Anotación, Octubre 24, 2013)
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II.
Hay gentes que viven embotelladas en su propio purgatorio,
como lo hacen las fantasmales sombras de “The shining” ("El
resplandor"), encarceladas en aquel lóbrego hotel, poblado de voces que
vagan por siempre desencajadas, como signadas por un fatum, en el más allá o en
el más acá.
Viven en un país asfixiado, por mucha luz y vientos que en
él señoreen...
A ello acaso se deba su insistencia de aullar hacia este
lado del espejo, cuando han dado el paso de nacer en el mundo de no ser; quieren
vivir allí, como no pudieron hacerlo aquí. Son almas que, por desgracia,
desafinan. Y deben cumplir acto de expiación por alcanzar afinación.
lacl, 10 / 01 / 2019 *******
III.
Es más natural contemplar un desprendido gesto de candorosa
piedad entre quienes han vivido una vida signada por las privaciones, que entre
seres que -habiéndolo tenido todo, por así decir- se recrean apegándose a los
preceptos de la crueldad y la barbarie.
Pero hay que tomar nota de que la ignorancia hace la carne
dócil a las laceraciones infligidas por terceros.
Vivimos una realidad coloreada con pintura de uñas. Y es
arduo y empinado el camino para que las más llanas certezas sean acogidas como mera
realidad. Se opta por seguir las consejas instituidas en conciliábulos.
Hoy lo decía con referencia a otro tópico, el de la
potencia creadora innata de lo femenino, potencia acallada por el “statu quo”
de una civilización sumida en la inopia.
La perenne fuerza creativa que late y genera desde el útero
ha sido acallada y repudiada por una “civilización” amante de báculos y
decálogos, sustentada (parafraseando a Robert Graves) en un patriarcalismo
platónico enamorado de su falo. Por haber caído en la celada de amarse sólo a sí mismos, en
exclusiva, los “patriarcalistas” han terminado por escindir la unidad de dos… Pecado de orgullo, desmesura, falta de templanza, no eran nociones extrañas para los griegos, excesos que denominaron con palabras tales como Hybris. Mas, ya en aquellos días, la desmesura del ego contaba con añeja carta de identidad. Y se podía vivir (como se puede vivir hoy) toda una vida colmada de engaños y desengaños, al amparo de una provechosa ilusión.
Y así, mentiras tras mentiras…
lacl25/09/2019, Cuaderno Paquidermo (o Elefante)
Isadora Duncan, en Grecia
Ménade
Darius Milhaud - La Création du Monde
La Création du Monde es una composición que adoro y que nunca, creo, hemos compartido o agregado a las publicaciones de este blog. Fue compañera de viaje a los umbrales soledosos del silencio interior... Salud!
Breves pero iluminados par de fragmentos... Salud! lacl
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El periodismo que toma falsamente las dimensiones del
espacio ocupado por las manifestaciones vitales, no sospecha siquiera que la
última de las existencias privadas, como víctima de la violencia, está más
cerca del espíritu que todo el arruinado negocio del espíritu...
Karl Kraus, La tercera noche de Walpurgis.
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"...desearía recordar que no es justo considerar la
libertad de prensa como el pilar central de la democracia. El verdadero pilar
de la democracia es la idea de que en un sistema democrático todo poder tiene
limitaciones. Y eso debe valer aún para la prensa, que adquiere legitimidad precisamente del hecho de que es capaz de ponerse límites..."
Tzvetan Todorov tomado de una entrevista.
Tzvetan Todorov: “Así era el mundo que soñó Bin Laden”
Los poemas son experiencias que pueden caer en el olvido,
en virtud de nuestro propio olvido.
Hay poemas que se quedan rondando en el alma porque es la
experiencia la que allí quedó plantada.
Hay poemas que nacen como murmuraciones y no tienes cómo
decirlos, no cuentas con los instrumentos a la hora del decir.
Y hay, entonces, que esperar que sus versos se tonifiquen,
que sean ellos los que se digan.
Uno no tiene mayor responsabilidad en ello. Nuestra única
responsabilidad sería, quizás, la de no permitir que se apaguen las llamas de
nuestras experiencias, esto es, de lo vivido.
Pueden pasar años, décadas, antes de que algo que necesita
enunciación se convierta en dicción, algo acaso acaecido en la orfandad de
nuestra infancia.
Y podemos pasar días, meses o años con esa velita
encendida, siempre en el celoso resguardo de una valija invisible.
lacl, 19 de Enero, 2020, amaneciendo.
Del film de Jean Luc Godard,
Notre Musique.
El "speech" de Juan
Goytisolo, entre las ruinas...
De Thomas Wolfe, lo llevo como un rezo… Es el introito de
la Primera Parte. Con una antesala así está salvado cualquier libro. Amén de servir de faro en la noche para cualquier alma extraviada... Tengo este fragmento entre los borradores desde hace un mes, pero como no he podido hacer lo que desearía, cual es agregar una nota sobre El ángel que nos mira, por los momentos me contento con divulgat este abrebocas. Cuánta poesía para un libro de narrativa... Salud! lacl
…
una piedra, una hoja, una puerta ignota; de una piedra, una hoja, una puerta. Y
de todas las caras olvidadas.
Desnudos
y solos llegamos al desierto. En su oscuro seno, no conocimos el rostro de
nuestra madre; desde la prisión de su carne, vinimos a la prisión indecible e
inexplicable de este mundo. ¿Quién de nosotros conoció a su hermano? ¿Quién de
nosotros observó el corazón de su padre?
¿Quién
de nosotros no estuvo siempre prisionero? ¿Quién de nosotros no será siempre un
extranjero solitario?
Erial
de perplejidad, en los ardientes laberintos; perdidos, entre brillantes
estrellas, en esta tediosísima ceniza, ¡perdidos! Recordando sobrecogidos, buscamos
el gran lenguaje olvidado, el perdido sendero que conduce al cielo, una piedra,
una hoja, una puerta ignota. ¿Dónde? ¿Cuándo?
¡Oh
fantasma perdido, batido por el viento, vuelve a nosotros!
Thomas Wolfe, El ángel que nos mira. De la
edición de Bruguera, Barcelona, 1983.
El comentario que ha dejado un caballero ante una glosa
compartida en un grupo cuyo fin es la divulgación de asuntos relacionados a los
Orígenes de la civilización y la mitología, me ha motivado a redactarle una más
detallada respuesta que no podía dejar pasar por debajo de la mesa. Me he
enterado un año después del comentario del Sr. FP al que hago alusión, pero lo
cortés no quita lo valiente, sobre todo cuando nos parece perentorio aclarar algunas
ideas y conceptos que, a nuestro juicio, parten del engaño de ver la viga en el
ojo del prójimo sin pararse a mirar la viga en el propio ojo.
Primero he de dejar la glosa en cuestión, luego el
comentario y al final mi respuesta, la cual le dedico a la hermandad venezolana
que anda en la búsqueda de una reunificación en la que priven el estado de
derechos, la ciudadanía y los valores humanos y, por supuesto, a la hermandad latinoamericana y mundial, que también son merecedoras de un mejor destino común.
lacl
LA GLOSA
Esta imagen es de Cartier-Bresson
13 de enero de 2019
(Eros)
"...Dice Pavese en su diario: "...sexo, alcohol y
muerte son tres momentos dionisíacos de la vida humana; no se excluyen, o uno u
otro..." Paradójicamente, la mayor parte de los ciudadanos vive hoy
saturada entre las precipitaciones de un sexo despojado de la más humilde
reverencia; seres ingiriendo bebidas escuálidas y sin presencia divina, cuya
única virtud es la de anular la memoria; gentes padeciendo una muerte
impersonal y sin misterio; en suma, tres momentos sin ninguna redención. La
epifanía dionisíaca ha sido prácticamente desterrada de los usos de la ciudad
moderna, entendiendo por ciudad no solamente las grandes urbes, sino todas las
colectividades que, grandes o pequeñas, rinden un culto monástico-maniático a
la informática, en todas sus manifestaciones; una sed de vacua información que
niega el momento de estar solos con nosotros mismos y con cualquier faceta o
fenómeno de la vida natural, bien sea en sus aspectos caóticos o felices, por
llamarlos de algún modo. Y ahora a los científicos de ego inflado les dio por
inventar la « realidad virtual ». Y así, la epifanía dionisíaca (como, muy
probablemente, toda otra epifanía) ha sido desterrada del bosque de la memoria,
puesto que el bosque de la memoria fue arrasado de nuestras vidas..."
contracorrientes (sentencias en
incertidumbre), lacl, bid&co editor, caracas, 2006 y 2013.
EL COMENTARIO
Sr. FP. Es la pura verdad, en mi país no se excluye esto
pero no era tan generalizado ni concluyente, los últimos dos años han llegado
una corriente migratoria de venezolanos incontrolable y mi ciudad creció en 1
año lo que debió crecer en 20, y en esta gente si he visto todos los
desórdenes que un humano puede enumerar, gente sin decencia, sin valores,
faltos de toda moral, sin escrúpulos, inmisericordes, y las mujeres se
comportan igual que los hombres y sólo les importa, la juerga, el embriagarse
hasta perder el juicio, pasar una noche de sexo con el que le pueda pagar todos
sus desórdenes, y si me preguntan por qué Venezuela está como está yo creo que
esta es la primera y más importante razón. (Arequipa, Perú)
MI RESPUESTA
No leí su comentario de hace una año, Sr FP, y lo veo
ahora, gracias a la galería de los recuerdos que pone a nuestra disposición
esta red…. Le respondo en dos partes, dado que me ha puesto usted a
reflexionar.
1.Lo que expreso en
mi nota o glosa no es un “fenómeno venezolano” en exclusiva, sino una pulsión desbordada
en prácticamente todo rincón del orbe. Usted está mezclando dos fenómenos que, aun
cuando en su base puedan estar asociados al proceso de general deshumanización,
son causados por fuerzas motrices distintas. Lo que yo comento en mi nota
sucede en el seno del humano corazón. Y ello no respeta límites ni
nacionalidades. La deshumanización se da en todas las Américas, sin excepción, y
se da en todo el mundo, sin excepción. No es un lunar o mácula que mancilla la
esencia del venezolano, sino la del ser humano en general.
La diáspora venezolana obedece a razones muy específicas y algo distintas a las
que se refiere mi nota, aunque en la raíz de todo se encuentre la muerte espiritual en el seno del humano corazón. La diáspora ha sido causada por una expoliación económica de la
ciudadanía y un secuestro de sus derechos por parte de una minoría gobernante.
Y ha ocurrido en el país que tenía la mejor tasa de PIB (producto interno
bruto) de América Latina, en virtud de las grandes riquezas naturales con que
la providencia quiso regalar a nuestros suelos. Ello ha ocurrido en pocas
décadas, un proceso iniciado en los años 60. En las décadas de los 70 y 80,
especialmente, Venezuela se vio inundada, puedo decirlo así, de centenares de
miles de ciudadanos que, año tras año, llegaban de toda América Latina y del
Caribe, incluyendo a su país. A ello sume la significativa y pujante colonia
europea, liderada por una ciudadanía proveniente de España, Portugal e Italia,
pero sin excluir a muchísimos ciudadanos provenientes de los más insospechados
rincones del resto de Europa y sin excluir la creciente inmigración asiática y del Medio Oriente.
La democracia venezolana de aquellos días era imperfecta,
había muchas desigualdades aún pero, a pesar de ello y de que ya se venía desmoronando
por dentro, gracias a las nefastas malas
artes de los operarios de la política, en nuestro país se habían erradicado plagas
y enfermedades que en gran parte de América Latina, aún campeaban. El nivel de
vida, si bien no había llegado la nación al deseable estatus de país desarrollado,
era mucho más alto que en el resto de Latinoamérica, pues era un estado en vías
de un desarrollo sustentable. Ello incluía, por supuesto, una tasa educativa
muy superior a la de muchas de nuestras naciones hermanas, gracias a un buen
programa de becas de estudio y formación en las mejores instituciones
educativas de todo el mundo, razón por la cual tantos conciudadanos que fueron
preparados por aquellos años están hoy (por desgracia, debo acotar) trabajando
en muchísimas naciones del mundo (no sólo en América) y en empresas de primera
línea. En ese breve período al que me estoy
refiriendo, iniciado en los años 60 y cercenado por las apetencias de los
mercaderes de la política en los años 90, en nuestro país se recibió, reitero,
a millones de seres humanos provenientes de toda la América hispana, del Caribe
y de otras partes del mundo, con las manos abiertas. Huelga el comentario sobre
la pobre preparación ética y educativa que conformaba una gran parte de esa
oleada de seres humanos. Pues lo primero que privó en el espíritu nacional es
que eran seres humanos y no “escoria de otros pueblos”.
Los habitantes de Venezuela nunca fuimos, grosso modo
hablando, en el curso de nuestra historia constitucional, gracias a los hados,
pero también gracias a las características históricas de nuestra conformación
espiritual y ciudadana, ni chauvinistas, ni patrioteros, ni racistas. Acaso
impulsados por el hecho de haber sido una Capitanía General del Imperio Español
y no un asfixiante y atosigante virreinato, en los que el cruce de razas fue
mucho más perseguido que en nuestras latitudes. Si bien es cierto que entre los
“mantuanos” de la colonia durante el período de la Capitanía General de Venezuela,
esto es, entre los pertenecientes a las clases altas, se aplicaba la
segregación de clases, nuestra sociedad era mucho más relajada en el aspecto
que toca al cruce de razas, que otras sociedades de nuestra América. Ello
permitió la constitución de una sociedad de una naturaleza más relajada, alegre
y dicharachera que otras sociedades del continente. Acaso ello no sea una atributo positivo desde
algunas perspectivas o visiones de mundo, pero a este servidor le parece que
ése es, precisamente el principal atributo que el ciudadano venezolano podía exhibir
alegremente a cuanto ser que, proveniente de otras tierras, quisiera plantar su
morada acá. La de un ser humano siempre dispuesto a tender la mano al otro.
2.Por supuesto,
ello no quiere decir que haya sido una nación superior a otras, en ningún sentido.
Ninguna nación es superior a otra. Ese es un enfoque que parte de una visión
errada por aherrojada. En nuestra nación siempre ha habido, como en cualquiera otra
del mundo, una nutrida representación de aprovechadores y calculadores de la
política, cuyos únicos fines son los de ponerle las manos al tesoro nacional. Los
operarios de la política, de aquí y de allá, son gentes que -por regla general-
sólo están interesados en el dolo y la expoliación de la hacienda de su propio país.
Ello ocurrió aquí. A la par de que la nación buscaba establecerse,
de una manera organizada, en un estado desarrollado y democrático, el propio
sistema se venía carcomiendo por dentro. La corrupción era el río subterráneo
que, por debajo de la mesa, venía realmente conspirando contra los intereses de
la nación. Y al romper el hilo constitucional de nuestra imperfecta democracia,
lo cual sucedió en los años 90, se abrió la caja de Pandora, con todos sus
males.
En el curso de las décadas iniciadas con este milenio se
estableció una usurpación de los poderes públicos, quebrando su razón de ser:
la autonomía. Donde no hay división de poderes en que prive la base de la
autonomía de unos con respecto a otros, no hay equilibrio, al no haber
equilibrio no hay democracia, al no haber democracia lo que hay es tiranía, por
mucho maquillaje al que se apele. En
fin, a la par, y por la vía de un machacador y embrutecedor conductismo, se
instituyó un sistema de “formación” ciudadana que en realidad es una “deformación”
apoyada en una desinformación y una des-educación, si pudiera valer el término,
en lugar de una reeducación. En tan sólo dos décadas se conformó este “gran
viraje” de una república que, para muchos de sus esperanzados ciudadanos, apuntaba a un promisorio porvenir (ciudadanía que estaría dispuesta, no
lo dudo, a colaborar con los países hermanos de la región), para convertirlo en
un aceitado virreinato que ha sabido repartir el hambre, la miseria, la inopia y
la ignorancia de manera programada. Ello es la razón por la que en tan sólo 20
años se ha logrado desmontar el trazado a que aspiraba el colectivo de llegar a
conformarse como una nación en la que priven los derechos y la igualdad.
Me he tomado el tiempo de responderle detalladamente (pido
disculpas al no poder evitar el extenderme) porque ello me sirve para aclarar
mis propias ideas y porque, ciudadano al fin, interesado en lograr un cambio de
rumbo en lo que atañe a los fines ecuménicos del humanismo, no puedo sino ver
con preocupación que todavía no se comprenda lo que realmente ha sucedido en
Venezuela (y que, por desgracia va a suceder y ya está sucediendo en otros países
de la región y del mundo) y sobre todo, observar la postura de que se siga creyendo
que el mal opera es en la acera de enfrente y que en la acera nuestra no ha
tocado. Cuando yo escribí esa nota de arriba que usted ha comentado, corrían
los años 90 y lo que ahora le comento estaba en pleno desarrollo. Pero la nota
de arriba se refería más a la preocupación ante el incierto panorama de una humanidad
tecnificada, desacralizada y des-espiritualizada en grado sumo. Es cierto que,
en parte, ello es lo que priva en el seno de la sociedad venezolana, pues es un
mal global, pero ello no es lo que lo ha acelerado la deformación de nuestra institucionalidad.
El incremento de la barbarie, con todas sus secuelas, se debe a una
programación calculada: la de desmontar el articulado vital de una nación y de una
colectividad para instituir un régimen esclavista y embrutecedor, tan sencillo
como eso. Convertir al ser humano en bestias de carga u ovejas para el matadero.
En los años 90 ya sabíamos que vendrían tiempos turbios para nuestro país (como
para el mundo en general), pero no había modo de evitarlo.
GALERÍA DE LA POBREZA
Tomada de la red, de hace varios años, las largas filas en Venezuela para comprar comida.
Nos hemos enterado hoy de su partida. El pasado 10 de Enero nos ha dicho adiós Gonzalo Castellanos Yumar, un músico y venezolano de excepción. Que su nave cuente con auspiciosos vientos de popa en su trayecto
de retorno a las fuentes del origen.
Digámoslo en la voz de otro hijo de Canoabo, Vicente
Gerbasi:
"Venimos de la noche y hacia la noche vamos" Una melodiosa paz para el maestro.
lacl, 13 / 01 / 2020
Dejamos aquí uno de los aguinaldos más hermosos que se hayan compuesto en nuestra "Tierra de gracia". Al Santo Niño de Belén. Hay que entrar a Soundcloud para disfrutarlo. Este es el enlace:
Al Santo Niño de Belén,
1950. Música de Gonzalo Castellanos Yumar y letra de Ana Mercedes Asuaje de Rugeles.
Preámbulo, Gonzalo Castellanos Yumar
Gonzalo Castellanos Yumar - Extracto de una entrevista realizada por Valentina Ziegert (1983)
¿Hay influencia del folklore venezolano en
sus obras?
Yo nunca he tomado el folklore directamente y ni siquiera
he pensado en ello. En mí es una reacción natural, yo siento al folklore no
como una cosa que me rodea sino más bien como una cosa de la cual formo parte.
Para mí, la música es un lenguaje universal y lo que un compositor le agrega es
su propia espiritualidad.Mi música, tal como muchos piensan, tiene que ver con
lo venezolano y con sus ritmos, pero esto no es una cosa buscada. Mi posición
como compositor es diferente a la de otros, que sí han tomado partes completas
de ritmos sin desarrollarlos, y toman fragmentos que repiten y melodías o
danzas venezolanas y las desarrollan. En el caso mío por ejemplo, aún cuando he
tratado de hacer música religiosa ésta me ha salido con cierto ritmo venezolano,
sin caer en lo profano. Esta reacción o efecto es natural en mi y no es
producto de una idea fija de tomar el folklore.
¿Qué opinión tiene usted referente al
Nacionalismo?
Yo siempre rechacé esa posición de ser compositor
nacionalista. El hombre debe desarrollar su propio estilo.
Durante su estadía en la Escuela de Música
¿Qué exigencias le habían sido implantadas?
No había directamente una exigencia, pero si una serie de
cánones formales de orden estético. La técnica empleada era de carácter impresionista
y con el Maestro Sojo trabajamos esa técnica, aun cuando él hacia música de
otro estilo.
*La entrevista fue extraída del trabajo de grado no
publicado: "La influencia del folklore venezolano sobre la creación
musical de Gonzalo Castellanos Yumar" de Valentina Ziegert (1983).
Universidad Central de Venezuela. Para leerla completa, favor ir al siguiente
enlace: