
lunes, 31 de marzo de 2025
Decir más con menos. Textos breves de Il miglor fabro, lacl / GALERÍA DE ORFEO: MÚSICA DEL RENACIMIENTO.

Hermann Hesse Palabras preliminares a un ensayo titulado RECUERDO DE UNA PEREGRINACIÓN y otros fragmentos de PEQUEÑAS ALEGRÍAS. lacl. / Wynton Marsalis y sus amigos / Hermann Hesse, acuarelas de un paseante
jueves, 27 de marzo de 2025
Guarida de los poetas: Más de Anne Sexton. / Peter Gabriel y Anne Sexton: Mercy Street - All my Pretty... Rumi: Poema sufí.
miércoles, 26 de marzo de 2025
El espacio libre en un mundo de trabajo. El ocio y su triple antagonista, Josef Pieper. / Mahler, el milagro de la creación. / Debussy: Clair de Lune,
Hablar hoy de ocio es ponerse ya a la defensiva. Es levantarse en armas contra un adversario que de entrada parece el más fuerte. La cuestión no se simplifica si este adversario no es "otra persona", sino solamente se trata de una discusión interna. Y, todavía peor, cuando sin previo aviso nos preguntan qué es lo que defendemos, somos incapaces de dar una respuesta precisa. Por ejemplo, cuando Aristóteles dice "trabajamos para tener tiempo de ocio", hemos de admitir con toda franqueza que ignoramos el significado de estas chocantes palabras.
Tal es, más o menos, a mi juicio la situación.
La primera pregunta que debemos formularnos es ¿qué quiere decir "ocio"?; ¿Qué denota este concepto en nuestra tradición? Para dar una contestación válida, me parece oportuno hablar primero del adversario a que antes aludíamos, o sea de lo que suele llamarse "súpervaloración del trabajo". De todas formas esto no es más que un nombre provisional. "Trabajo", en efecto, puede significar muchas cosas, por lo menos tres. En primer lugar, puede referirse a la "actividad en general". Puede también denotar pena, esfuerzo, labor fatigosa. Y en una tercera acepción, trabajo equivale a "actividad útil", sobre todo "socialmente útil". ¿A cuál de estas tres interpretaciones aludimos al hablar de "supervaloración del trabajo"? ¡Yo diría que a las tres! Existe una súper valoración de la actividad en general así como del esfuerzo o las dificultades y last but not least, de la función social. Este es precisamente el demonio tricefalo contra quien tiene que habérselas todo el que se proponga defender el ocio.
Súpervaloración de la actividad en general. Por esto entiendo la incapacidad de dejar que suceda meramente algo, la impotencia para recibir sin más y permitir que a uno mismo le ocurra algo. Es la "actividad incondicional" de la que Goethe decía que acaba siempre en bancarrota. La formulación más tajante en la que hasta ahora la hemos encontrado expresada procede de Hitler: "Toda actividad tiene sentido, aun el crimen; toda pasividad, al contrario, es insensata." Desde luego este enunciado es una locura, un absurdo; espero modalidades "más suaves" de la misma locura entran, a mi parecer, dentro de las características generales del mundo actual.
Supervaloración del esfuerzo y las dificultades. Por raro que parezca, también se da este caso. Incluso puede decirse que la postura ética y más corriente del moderno "hombre de bien" reposa en gran parte en esta supervaloración de lo dificultoso: lo bueno es por naturaleza difícil, y lo que se hace sin fatiga carece de valor ético. Schiller glosa irónicamente esta tesis en unos ingeniosos versos dirigidos contra Kant: Gerne dient'ist den Freunden, docb tu icb es leider mit Neigung / Darum wurmt es mir oft, dass ich nicht tugendhaft bin ("De buen grado sirvo a los amigos, mas a ello por desgracia me lleva mi inclinación / Por eso a menudo me aflige no ser virtuoso"). Los antiguos -por los cuales entiendo no solo los grandes filósofos griegos Platón y Aristóteles, sino también muchos ilustres maestros de la cristiandad occidental- no estimaban que el bien fuera difícil de por sí o, lo que es lo mismo, siempre y forzosamente. Sabían que, al contrario, las formas más sublimes de realización del bien no requieren esfuerzo ya que, por naturaleza, rozan el amor. Tampoco las formas más altas de conocimiento (la idea súbita y genial, la verdadera contemplación...) son "trabajos intelectual" ni cuentan esfuerzo alguno, pues por esencia son "dones". Tal vez tengamos aquí una palabra clave. Quien considere, en efecto, la extraña preferencia del hombre de nuestra época por lo costoso y difícil, preferencia que parece haber marcado a fuego en nuestro rostro, como rasgo distintivo del siglo en que vivimos, un aprontamiento para el dolor (mucho más característico, creo yo, que la "sed de placeres" de que tanto se habla), no puede menos de plantearse siquiera por un instante esta pregunta: ¿No habrá que ir a buscar la razón más íntima de ese fenómeno en la actitud negativa del hombre de hoy frente a cualquier "don", sea quien fuere el donante?
.......
Sigo transcribiendo, continuará con el resto del texto del maravillosa, humanamente lúcido Josef Pieper... Nunca le agradeceré lo suficiente a nuestro querido maestro Rafael Cadenas por habernos presentado a este autor.
Continuaré con Súpervaloración de la función social y el resto del texto, amén de algunas imágenes y alguna ofrenda musical.
Ocio y contemplación
miércoles, 19 de marzo de 2025
La civilización del engaño, una anotación. / Gurdjieff Ensemble.
domingo, 16 de marzo de 2025
Walter Muschg nos presenta a Karl Kraus / El maravilloso mundo de Kurt Weill. Teresa Stratas - Lotte Lenya - Audra McDonald
... Guardo documentos para una época que ya no sabrá comprenderlos o que vivirá tan alejada de hoy, que afirmará que he sido un falsificador. Más no; no vendrá la época que pueda hacer tales afirmaciones. Porque no será. He escrito una tragedia cuya protagonista moribunda es la humanidad; cuyo trágico conflicto concluirá fatalmente como conflicto entre el mundo y la naturaleza. ¡Ay, como ese drama no tiene más protagonistas que la humanidad, tampoco dispone de oyentes! ...
Karl Kraus, El criticón, Acto IV, LIV, Los últimos días de la humanidad. Citado por Walter Muschg en el capítulo V, intitulado Karl Kraus - Los últimos días de la humanidad, de su libro LA LITERATURA EXPRESIONISTA ALEMANA DE TRAKL A BRECHT. SEIX BARRAL,1972.
He leído entre la madrugada y la mañana este capítulo ya no solamente lúcido, como todo lo que he leído de Muschg sino, además, conmovedoramente perturbador, no tanto por lo que él mismo dice de Kraus, sino por lo que cuenta que dice Kraus.
Nunca he leído ese libro, lector como soy (y me precio de serlo) de libros a la antigua, según la usanza de los fabricantes de papel y usuarios del ingenio de Gutenberg. Y la razón es que ese libro nunca se me atravesó en una librería. Nunca digo "de esta agua no beberé", pues sí tuviera que leerlo en otro formato, no dudo que lo haré.
Lo cierto es que el sorprendente Kraus, de quien en nuestros corros al único que le escuché hablar con verdadero y desinteresado interés de lector fue a Rafael Cadenas, hay que leerle. Me bastarían LA TERCERA NOCHE DE WALPURGIS, un libro antológico de su obra, así como su aforistica, para no dudarlo. Pero este ensayo de Muschg la verdad es que sirve de espolón o catapulta para la gana del sentir, del pensar y de lo que ocultamente se susurra en toda psique.
Una obra dramática cuyo escenario, como bien señala Walter Muschg, es el lector. Un prodigio creativo en el que las propias palabras de los actores de la sociedad son las que "hablan" o se enuncian por medio de aquellas cosas que dijeron o declararon en los medios periodísticos de aquel momento, o lo que comentaron en un cabaret, lo que se pronunció en algún discurso. Lamentablemente ha de perderse mucho, no solamente en una traducción, debido al juego de palabras en el que Kraus fue un maestro, sino también debido al paso de las décadas y al trastocamiento del sentido que se origina en toda lengua por la erosión del tiempo.
Algunos amigos míos han manifestado en el pasado la creencia o percepción de que Kraus la emprende contra los periodistas, en particular, cuando la realidad es que emprende su cruzada contra la opinión pública generalizada, pero sobre todo contra la que fabrican y venden ciertas minorías que, de élite, lo único que las identifica es que gozan de un poder temporal y lo utilizan con el fin de diseminar mentiras como si se tratara de las tablas de la ley dictadas a Moisés.
A Kraus habría que leerle, presumo, tomando en cuenta de manera muy enfática esa precisión.
Ello me trae al recuerdo aquel maravilloso capítulo del libro de Gurdjieff, Encuentro con hombres notables, que versa sobre asunto similar: la mentira y sus propugnadores, quienes se valen de los medios para sembrar un criterio en la siempre maleable opinión pública.
En fin, dejo acá esta curiosidad anímica y sensible que ha sido reanimada gracias a la lectura de este ensayo de Muschg. En cierta forma me ha ayudado a reiterar un básico sentir que me ha acompañado desde que tuve uso de razón: que la palabra humanidad unida está a todo aquello que despierta nuestra sensibilidad y que la palabra inhumanidad no significa otra cosa que insensibilidad.
Salud, lacl.
sábado, 15 de marzo de 2025
Guarida de los poetas. DIANE WAKOSKI Traducción de Beth Miller. / Nina Simone. Live At Montreux 1976 Little Girl Blue
jueves, 13 de marzo de 2025
Guarida los poetas. ADRIENNE RICH (traducción de BETH MILLER) / GALERÍA DE ORFEO Alice Coltrane.
Cosas que suelen sucederme. Hace poco saqué de los anaqueles de mi pequeña Babel, algunas ediciones de POESÍA, estupenda revista editada bajo los auspicios de la Universidad de Carabobo, en la ciudad de Valencia, Venezuela. Entre ellas se encontraba el número 21 de la revista y que, entre otros poetas, reproduce algunos poemas de Adrienne Rich. Anoche me fui a la computadora a buscar algunos textos de uno de mis archivos. Abrí al azar un título que empezaba por siete poetas. Y pues resulta que se trataba de la traducción realizada por Beth Miller de siete poetas norteamericanas. Y, por supuesto, tal como me suele suceder, resulta que justo lo que me gustaría encontrar sin saber si estaba allí, al azar salía a flote y era puesto en mis manos.
ADRIENNE RÍCH (traducción de BETH MILLER)
TRADUCCIONES
De una mujer
de mi edad o quizá más joven
me muestras poemas
traducidos de tu lengua
Hay ciertas palabras: enemiga, horno, dolor
suficientes para convencerme
que es una mujer de mi tiempo
Obsesionada
por el Amor, nuestro tema:
lo hemos tejido como yedra a nuestros muros
cocido en el horno como pan
cargado como plomo en los tobillos
visto con binoculares
como si fuera helicóptero
trayendo alimento a nuestra hambre
o el satélite
de un poder hostil
Comienzo a ver a esa mujer
haciendo cosas: cocinando el arroz
planchando la falda
pasando a máquina un manuscrito hasta el alba
intentando llamar
desde una cabina
En el cuarto de un hombre
el teléfono suena sin respuesta
y le oye decir
“No te preocupes”, “Se cansará”.
Le oye contar su historia a su hermana
que se vuelve enemiga
y que en su propio tiempo velará
su propio camino hacia el dolor
ignorante que ese camino atroz
es compartido, innecesario
y político.
SUEÑO QUE SOY LA MUERTE DE ORFEO
Estoy caminando aprisa por las estriaciones de luz
y oscuridad tiradas bajo una arcada.
Soy una mujer en la plenitud de la vida con ciertos
poderes,
y esos poderes severamente limitados
por autoridades cuyas caras raramente veo.
Soy una mujer en la plenitud de la vida
manejando a su poeta muerto en un negro
Rolls-Royce
a través de un paisaje de crepúsculos y abrojos.
Una mujer con cierta misión
que obedecida al pie de la letra
la dejará intacta.
Una mujer con nervios de pantera
una mujer de contactos entre Hell's-Angels
una mujer sintiendo la abundancia de sus poderes
en el momento preciso en que no debe usarlos
una mujer juramentada con la lucidez
que ve a través de fuegos humeantes
y de mutilaciones criminales de estas subterráneas
calles
a su poeta muerto aprendiendo a caminar
hacia atrás contra el viento
al otro lado del espejo
viernes, 7 de marzo de 2025
Guarida de los poetas: Marina Tsvietáieva. / Stravinsky - Pastorale.
(Las mejores flechas son siempre ciegas.)
Marina Tsvietáieva a Rainer Maria Rilke, al final de una carta del 12 de Mayo de 1926.