Es una de las cabales voces de nuestra poesía y, como suele suceder con tantos de nuestros genuinos cultores de la palabra alada, ha sido -a mi parecer- un creador de cantos desoídos...
Dejo acá una breve selección de SERENO REY, un poemario escrito por Acosta Bello en la década de los setenta.
***
Disminuyo como medida de pícaro
de suerte que el talón es casa de mi pequeñez
con ciego alquitrán hice el féretro
despojo de vanidades os voy a enterrar
*
Este crimen se me puede imputar: cambié la poesía por un vaso de ron
por un paseo al mar, por el jugo
de unos ojos extraños.
Ahora quemo como la lanza de Bir
el asesino de Jerusalén
*
He derramado las cosas encima de mis sentidos
como torpe bebedor
entre restos de un destrozado ajetreo
reúno los pedazos
hilo de estática, rema como una ley
o lloraré demasiado mi infancia
de donde salí como sonámbulo.
*
La vida es aquella y es esta
lo mismo que la música cabe en mi oído
en mi pequeña oreja que tapo con mi mano.
(Forman parte de la primera parte del libro, intitulada LA VIDA)
Arnaldo Acosta Bello, SERENO REY, Monte Ávila Editores
(Depósito legal, 1978, impreso el 5 de septiembre de 1979)
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