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viernes, 13 de agosto de 2010

Guarida de los poetas: Spare Ass Annie, William Burroughs


Guarida de los poetas


Una de mis piezas consentidas, un verdadero ejercicio de freedom of speech... Desafortunadamente no se puede escuchar la banda tal como fue grabada. Hay que escuchar esa banda completa para tener una idea de la magnitud del trabajo acometido por William Burroughs con un grupo de artistas, de toda la carga de ironía y sarcasmo que convoca esa reunión de descreídos... Coloco otro extracto de Spare Ass Annie y otras piezas...
Spare Ass Annie
https://www.youtube.com/watch?v=smhbMzV570A&index=2&list=ALBTKoXRg38BCWjyi5QMql5FR4KR9fOq3R

Estos registros hay que disfrutarlos en su red de difusión, la red You Tube...
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Otro registro:



Thanksgiving prayer

http://www.youtube.com/watch?v=sLSveRGmpIE&feature=related


Material & Seven Souls




Con Tom Waits - T'aint No Sin - The Black Rider Album
https://www.youtube.com/watch?v=Z7C1O1tNGks&feature=related

lunes, 9 de agosto de 2010



Vaya vigencia la de Leon Tolstoy, que haya dicho hace más de un siglo:

“…Si la sociedad está mal organizada (como lo está la nuestra) y un pequeño número de personas tiene poder para oprimir a la mayoría, cada victoria sobre la naturaleza contribuirá, inevitablemente, a acrecentar ese poder y esa opresión. Esto es lo que está sucediendo actualmente…”

jueves, 22 de julio de 2010

Fábula sobre por qué poder priva sobre poesía y poetas





















Fábula sobre por qué poder priva sobre poesía y poetas
 

Salud, vino y poesía -dije como para despedirme de mi amigo poeta-, sólo por contrarrestar una consigna muy de moda….
Ya sé -me dijo. Patria, socialismo o muerte. Ante este giro, parece haber tres opciones para escoger una: la menos mala es Patria.
Cierto es -le repliqué-, siempre y cuando sea para el afecto y no para el fanatismo. Desafortunadamente, casi todos los gobiernos se aprovechan de esa noción de manoseada patria para agitar las turbas y llevarlas a los mataderos. Yo no creo que haya más de diez políticos de buen corazón... el político de hoy, a mi modo de ver, debe reconquistar, primero su condición de ser humano, redimir el humanismo. Sería como una suerte de regreso al pasado, pero esta vez para recoger frutos primarios, no como hacen ciertos políticos, que van al pasado para recoger insignias de herrumbroso cobre...
Es difícil...el problema es que hay diferentes niveles de políticos. Y hay que tener cuidado con lo opuesto: son un mal necesario; como acaso lo es el pueblo para ellos: friegan a esa abstracción llamada pueblo...
Sí, estamos totalmente de acuerdo. Por eso es que no creo en la mayor parte de ellos. Creo en los pocos que se atreven a remover las propias bases de la política de hoy. Y aun de ellos hay que cuidarse! Es que vivimos en un mundo desvalorizado... Y los bienes naturales significan muy poco para el común de la gente. Por eso, mucha gente que no siente como las mayorías, optan por el aislamiento o el anonimato...
Pero no olvides que Hitler destrozó a los partidos políticos alemanes porque “eran los malos”.
El verdadero político debería ser un sabio o filósofo, un acucioso investigador. Así lo fue en la Grecia antigua y aun así distó mucho de ser una república perfecta. Yo no critico a los partidos, per se, lo que critico es la pérdida de espíritu en el hombre, en general, de aquello que los clásicos llamaron bien común… Se ha perdido sensibilidad…
Sí, lo que dices es cierto, pero hay un tono algo utópico en eso, como en todo y que siempre es bienvenido, pero el político, como casi todo, se gesta sobre la marcha de su entorno, por eso se tuerce buscando su espacio competitivo y se mueve en torno a los dividendos del poder, por eso tiene que haber un poder superior llamado pueblo y que pueda ejercer su venganza.
Sí, estamos totalmente de acuerdo. Por eso es que no creo en la mayoría de ellos, como te dije, sino en los pocos que se atreven a remover las tambaleantes bases del status.
Así es...Pericles, uno solo, Ghandi, uno solo Mandela, uno solo…
La frase que más quiero de Vallejo no es la de un poema, sino una suerte de aforismo insertado en una glosa: decía algo así como que para hacer la revolución hay que primero revolucionar la sensibilidad humana...
Vallejo: mejor imposible
Pero no perdamos de vista que Mandela no llegó solo... Gandhi menos...En la antigua Grecia sólo podían ser senadores los ancianos: 64 si mal no recuerdo...
Cierto es, pero volviendo a lo anterior, especialmente sobre Mandela y Pericles, es que teniendo ya todo en las manos, fueron capaces de ceder su puesto al futuro… aunque Pericles como que se arrepintió algo tarde.
¡Interesantísima observación! pero, bueno, suele suceder eso con el arrepentimiento, ¿no?
Debería haber una especie de bono de poder canjeable y ponderable...que se vea un plan con objetivos, incluso antes de lanzarse tras el poder. Si no cumplen, pa´fuera!
Pero si de lo que se aprovechan es de la intangibilidad del poder, ningún político (o casi ninguno) desearía eso...
En la película "El teléfono blanco" alguien dice: “y al final nos dimos cuenta de que no había fascistas en Italia” (después de que todos lo eran). ¡Hay una inercia histórica–histérica que nos dirige en masa!

Por eso es que siempre abogo por lo pequeño, el regreso al individuo, sin olvidar lo colectivo, el regreso o rescate del pasado, en lugar de vivir pensando en conquistar un imponderable futuro en el espacio, esto es, la mentira de pocos que indigesta a tantos…
Qué bueno lo que dices! Lo comparto al 100 por 100.
… y por eso llevo siempre esta pequeña Beretta en el cinturón, es práctica y útil, como el estudio del enemigo. Manos arriba, desgraciado, vas preso, por atentar contra el Estado.
































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El autor de esta charada se hace llamar Perico de los Palotes y dice vivir Chipre, aunque afirma que siempre se da un par de anuales escapadas al parisino Crazy Horse.
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Todas las reproducciones pertenecen al archivo de John Heartfield (quien tuvo la honra de hacerse llamar Helmut Herzfeld, mientras estuvo conviviendo muy amigablemente con Monsieur Hitler y su comitiva, en su Alemania natal).


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El lenguaje del poder...


El lenguaje del poder

Esta nota breve la envió mi compadre a un cerrado círculo de contactos. Pero no he podido evitar la tentación de publicarla acá, seguida de mi lacónica o lacedemónica respuesta…
lacl

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Amigas y amigos, lo que les estoy enviando no pretende ser un artículo; apenas es una especie de nota a pie de página en medio de tanto desbarajuste y tanta falsía.
Saludos,
Mario

El lenguaje del poder

Mario Amengual

Se trata de llover sobre mojado, pero vale la pena la insistencia. Quien ejerce el poder, en cualquiera de sus formas, defiende una parcela que no quiere abandonar, se aferra a un espejismo redituable, y por eso las palabras se le descomponen en la boca, se vuelven mentirosas y ocultan y disfrazan los hechos. Si es un ministro, un poderoso ministro (y poderoso caballero es don dinero), dirá, por ejemplo, “alimentos no conformes”, porque alimentos dañados o podridos o descompuestos es demasiado real para quien predica, aunque no la ejerza, una ética justiciera. Tal vez si hubiera dicho que esos alimentos se echaron a perder, honraría a cabalidad el habla venezolana, aunque los responsables de que se echaran a perder esos alimentos sigan gozando de impunidad. Pero el súper ministro prefirió “alimentos no conformes”, y por eso salta de inmediato la pregunta: ¿no conformes con qué o con quién? Eso no lo explicó el ministro.

Una copartidaria suya, presidenta de la Asamblea Nacional, para defenderlo, con su habitual voz destemplada y argumentos y culpables rebuscados, se refiere a cámaras oportunas de un canal de televisión enemigo filmando cada “container”. ¿Y dónde habrá dejado tan comprometida revolucionaria el modesto sustantivo contenedor, en vez de nombrar a tal embalaje con una palabra del idioma del odioso imperio?

De ambas declaraciones podemos armar (valga este verbo en días de repetidos discursos belicistas) la siguiente frase: Los alimentos no conformes en los containers.

Ese es el lenguaje el poder: eufemismos, subterfugios y desprecio por la lengua materna.

.......

Nota de respuesta a la glosa de Mario

Gracias por la reflexión, Mario. Me induces a un breve contrapunto sobre una misma melodía. Ése es el problema, vivimos aherrojados, engatillados, acorralados y sentenciados por el lenguaje del poder y sus cultos deificadores, desde un sempiterno y siempre redivivo César, hasta los últimos de sus secretarios y mujiquitas, que bien conocen el uso de la lengua para el lustrado de botas y volutas palaciegas. La sorna concedida por el poder de la lengua traiciona, sin atenuantes, las falencias de una barbarie civilizada y su lenguaje del poder, pero en un mundo dominado por el obscurantismo, ello de poco vale a causas justas. ¿Quién ha de extrañarse? Esto ha sido así a lo largo de la historia, acá y allá. El poder de la lengua ha de ser acallado por la bárbara mediocridad y su postizo lenguaje del poder, ambos sustentados en el culto y gusto por las cofradías, las sectas, los clanes, el gremialismo de la estupidez. La Bárbara mediocridad no sabe comportarse de otro modo que con gestos a la usanza del afamado Alejandro, cuando “desafió y resolvió” el nudo gordiano. No hay que olvidar la leyenda que nos presenta a un Alejandro durmiendo siempre con una espada y unos versos de la Ilíada Homérica bajo sus almohadas. Lo hacía por culto a Marte y Aquiles o por egótica avidez (acaso sea lo mismo), mas no por admiración del humilde poder de la lengua, pues la espada siempre habló bien a quien no sabe más que balbucir vacuas ocurrencias o a quien poco importan las “nimiedades” del resto de los hombres.

Pero, ¿quién sabe? A lo mejor es que esos alimentos a que haces referencia en tu glosa, eran genuinamente revolucionarios y no estaban conformes ni satisfechos con el grado de fermentación de la re-in-volución bonita. ¡Vaya espíritu de sacrificio!

Un abrazo.
Luis Alejandro


viernes, 11 de junio de 2010

Prosa y poema. Divagaciones en torno a un país de mendicantes y remembranza de la Madonna de San Francisco. / GUARIDA DE LOS POETAS.- Ungaretti - Plath - Wilde - Borges



Hoy he vuelto a pasar por el vetusto templo de San Francisco, uno de los escasos vestigios que testifican que nuestro pueblo, alguna vez, cultivó la memoria. Distan ya unos veinte años de la mañana en que me topé con la Madonna de San Francisco y su niño entre los brazos, sentada o, por mejor decir, postrada en una esquina al margen de la iglesia. Entro al templo y me siento en la última banqueta a divagar y meditar, pero también a contemplar las imágenes crísticas y santas. Siento el aire denso y pesado. No han abierto el portal que da al Oriente, acaso por no dar entrada al sol o por prevenirse de una ciudad sitiada por escuadras de vándalos. 

Deambulo luego por sus pasillos. Me conmueve una imagen de la santísima trinidad, como no podría lograrlo el más locuaz y persuasivo de los clérigos de la iglesia. Dios padre, con una escuadra por aura, cetro plateado y globo azul sostenidos por mano y rodilla izquierdas; Jesus, con su corona de espinas, cruz soportada por el brazo izquierdo y llaga abierta en el hígado, coronando entre ambos a una Madonna cuyas manos se cruzan como dos espigas de gladiolo sobre su pecho, con la sonrisa de la media luna yaciendo ante sus pies y más abajo sostenida por una legión de querubines que se asoman desde una nube. Y un haz dorado cercando, a modo de guirnalda, una paloma blanca sobre su cabeza. Trinidad y Madonna lucen suspendidas en el aire y están enmarcadas dentro de un arco de luz mayor. Los rostros, divinamente acabados, dan una muestra de hieratismo y postración, y la mirada de la Madonna recorre mi médula espinal y eriza los vellos de mi cuerpo. 


Aunque mi interpretación diste mucho de las literales deducciones que suelen predicar los párrocos, siento como una conmoción ante la experiencia que comunica la contemplación del retablo. Me acusarán de pagano, pero allí la Madonna es como la madre que dicta concierto sobre todo lo creado. Tanto para dios padre, como para dios hijo y espíritu santo, representado en la paloma.
 

Salgo por la vereda en donde contemplé, veinte años atrás, a la Madonna de San Francisco con el niño entre sus brazos y por quienes me vi impulsado a entonar unas estrofas siete años después, en señal de canto y alabanza y sumido, como estaba, en una suerte de memoriosa postración ocasionada por la derrota del espíritu (esto es, de mi espíritu). Lo que han visto mis ojos luego, a diestra y siniestra, es un tropel de mendicantes a quienes la piedad les fue extirpada. Muy cerca de la sagrada y marginada esquina que una vez ocuparan Madonna y niño, conversan -muy animadamente- un par de agremiados limosneros. 

Las cosas no parecen haber cambiado mucho en dos décadas, pero los mandarines de la hora han conseguido imponer un nuevo statu quo: han organizado la resignación.
 

Camino hacia la plaza que tantas veces transité en el pasado y ¿qué me encuentro? Más filas de mendicantes. Ante ellos, un octogenario y desheredado volatinero despliega sus números circenses con improvisados instrumentos. Es un unicornio de la urbe, pues una liga de goma, trenzada alrededor de su cabeza, sujeta un diminuto vaso plástico invertido, allí, justo donde nacen los cuernos de unicornio. Porta sus aparejos en un bolso: un cilindro sintético sobre el que se incorpora en un pie; un bloque de madera en el que -dificultosa e increíblemente- horizontaliza su cuerpo sobre una mano, número que cierra dando un beso al suelo, no sin antes haberlo barrido con una raída servilleta y, finalmente, una pelota de goma que bate contra el suelo y ataja con una mano por la espalda. Terminada su función, se despide del público sin pedirle a nadie una moneda. Él, que no hace fila, el más paupérrimo de los hombres, un ser segregado en la senectud, no pide a nadie nada. Simplemente se aleja con una sonrisa embobada de inocencia. Algo me dice que ese anciano es la imagen recobrada de un pasado y una verdad ya perdidos.
 

Para enseriarme un poco dejo en claro que nada tengo en contra de que esa bruma, que la erudición bautizó con la palabra Estado, se “organice” con miras a atender al individuo. Lo que nunca he logrado comprender es por qué tiene este último que humillarse simulando la alegría, a fin de que le lancen un mendrugo de pan a sus enlodados pies.
 

Agrego, para cerrar, las líneas que este servidor escribiera hace trece años, en memoria de la Madonna de San Francisco, no sin antes apuntar mi total apego a lo dicho por Ryokan:

Mis poemas no son poemas.
Cuando comprendas
que mis poemas no son poemas,
entonces, podremos hablar de poesía.

Nunca quise publicar las líneas que siguen, como no fuera en papel o, sin pretensión alguna, como añorara Whitman, cual hojas que se lleve el viento, pero tampoco he gestionado mucho para lograr alguno de esos cometidos. Así pues que aquí las entrego, ahora que -una vez más-  Madonna y niño han asaltado mi memoria. En cierta manera, es como permitir que el viento las regrese hasta su casa…




Madonna de San Francisco



Ninguna palabra, ninguna lengua,
ninguna letra han sido creadas
para describir tu aparición
a un lado del templo
de San Francisco,
con ese triste remedo
de niño Jesús entre tus brazos,
con sus ojos pletóricos
de un vacío de muerte
lleno de vida.

Ninguna palabra, ninguna lengua,
ninguna letra han sido creadas
para darle color a tu presencia,
ni a la plástica única e irrepetible
de tu mirada,
inquiriendo de un modo tan irresistible
que nadie estaba dispuesto
a advertir,
ni a tus ojos pletóricos
de un vacío de vida lleno de muerte.

Entreme donde no supe.
La calle me quedó inmensa.
Y el templo con su oficio,
a plena luz del día,
repleto de creyentes,
me resultó inmensamente
asfixiante, inmensamente
pequeño.
Y tú y tu niño se me aparecieron
inmensamente presentes.

Y entreme donde no supe
porque no supe adónde ir,
ni qué decirte, ni qué decirme,
ni qué hacer.

Divagué por otras
arterias de la ciudad,
en lugar de darte
mi mano.

Divagué por otras
calles de mi corazón,
atorado en una curva
del viento.

Divagué por otros
atolladeros de mi imaginación,
apresada -sin embargo-
en la esférica imagen
de tu aparición.

¿ Cómo poner cara de
hombre diligencioso ?
¿ Cómo poder fingir
ser uno más de la fila,
un duro, un avezado
ante los aspectos crudos
de nuestra jauría ?

¿ Y cómo podía poner cara
de buen funcionario,
cada vez que -una cuadra más abajo,
quince pisos más arriba-
se presentaban en manada
cientos de rostros
reclamando o mendigando
una miserable beca literaria ?

¿ Cómo podía fingir
ante esa suerte de maniática
madre superiora, que requería de mí
una eficacia estrictamente basada
en números fríos ?

Y entreme donde no supe
porque no sabía de casa,
ni de mujer, ni de familia,
ni de amigo que pudieran
darle cobijo a esa
desazón mía.

Porque tal como no lo había para ti,
Madonna de San Francisco,
no había para mí un lugar,
en el templo de los hombres,
que pudiera brindarme refugio.

Tal como no lo había para ti,
no había un sólo lugar para mí,
en ese claustro de puertas condenadas,
con su pequeño mundo
de creyentes dando la espalda
al regalo de ver aquello que vibra
más allá de la estrechez
de nuestras vidas.

Y todos esos creyentes
revolviéndose como
hormigas desorientadas,
azuzaban ese otro hormigueo
que recorría mi cuerpo.

Mis honras para ti luego fueron
silencio.
Ver y callar.
Remembrarte en el alma.
Memorar sin palabras
(me provoca decir memorir,
pero no fue acallar un dolor,
fue un dolorir en silencio)
¿ Y qué hacer con las heridas ?
¿ Quién podría borrar las cicatrices ?

Hoy, a siete años de tu aparición,
me he atrevido a tomar el lápiz
y hacer esta breve relación,
pero no sabes cuántas veces
vanamente te busqué,
cuántas veces vanamente
he vuelto a pasar por la
esquina de San Francisco,
aunque no sé qué hubiera hecho
si los hubiese vuelto a ver.

Por un azar, hoy he pasado
de nuevo por el templo
y vi tu lugar vacío,
y no sé qué fuerza
me ha impulsado a escribirte,
aun cuando sigo sabiendo
que ninguna palabra,
ninguna lengua, ninguna letra
podrán describir tu aparición,
ni aun con la indeleble tinta del alma
en la fina materia del cuerpo.


*
GUARIDA DE LOS POETAS
Ungaretti - Plath - Wilde - Borges

Nota: años después de esta publicación surgieron las dudas e impugnaciones sobre la veracidad del registro de la voz de Wilde, razón por la que agregamos un documento relativo al asunto, así como una lectura del estupendo actor Sir John Gielgud... 

Ungaretti - La poesia è poesia quando porta in sé un segreto


Amore, mio giovine emblema,
Tornato a dorare la terra,
Diffuso entro il giorno rupestre,
E' l'ultima volta che miro
(Appiè del botro, d'irruenti
Acque sontuoso, d'antri
Funesto) la scia di luce
Che pari alla tortora lamentosa
Sull'erba svagata si turba.

Amore, salute lucente,
Mi pesano gli anni venturi.

Abbandonata la mazza fedele,
Scivolerò nell'acqua buia
Senza rimpianto.

Morte, arido fiume...

Immemore sorella, morte,
L'uguale mi farai del sogno
Baciandomi.

Avrò il tuo passo,
Andrò senza lasciare impronta.
Mi darai il cuore immobile
D'un iddio, sarò innocente,
Non avrò più pensieri nè bontà.

Colla mentre murata,
Cogli occhi caduti in oblio,
Farò da guida alla felicità.
http://www.youtube.com/watch?v=qPxrFZJXEq4&feature=related


Inno alla Morte Giuseppe Ungaretti
NOTA: Lamentablemente han retirado este video de la red
http://www.youtube.com/watch?v=gSAWIJiyPWE&feature=related


Sylvia Plath Reads 'Daddy'

John Gielgud reads "The Selfish Giant" 



What Did Oscar Wilde's Voice Sound Like?




Oscar Wilde reads from "Ballad Of Reading Gaol" - 


Jorge Luis Borges- Poema de los dones
http://www.youtube.com/watch?v=RVF6t_hLWpg

martes, 1 de junio de 2010

Reverencia, lacl / Guarida de los poetas: Villon, Pound, Thomas.


Reverencia



¿ Qué hilo magnífico, impalpable,
soporta la firme torpeza de mi paso,
el vano equilibrio de mi ardua sabiduría ?
¿ Cuál hebra de oro, imperceptible,
adormece en el aire
cada uno de mis agónicos ensayos
y arrastra inapelablemente mi cuerpo con su fibra,
lacerándome con dulzura
entre la espalda y el ombligo ?
¿ Dónde la Ariadna silenciosa
que derriba mi altivez,
la que sorbe mis intentos esclarecedores;
aquella que agita quedamente dos violetas en mi oído
y no está cuando volteo ?
¿ Dónde la que lava mi rostro
antes de llegar a ella ?

.

- Tomado de un antiquísimo e inédito cuaderno que titulé Libro de trance y hallazgo. Es un breve canto de ofrenda a la Diosa Blanca. Abajo Ariadna en el regazo de Dionisio y un altar a la Diosa lunar Selene.







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Guarida de los poetas


Klaus Kinski reads Villon


http://www.youtube.com/watch?v=MRn1dcGDR1Y&feature=related



"A Virginal" by Ezra Pound (poetry reading)


http://www.youtube.com/watch?v=gSHRQYMA4k8


Dylan Thomas reading

http://www.youtube.com/watch?v=PyWiE1vNSxU&feature=related