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martes, 31 de marzo de 2009

Apuntes extraídos de Cuaderno del geógrafo. / Galería de imágenes: Espiral del tiempo. / Glenn Gould - Bach, Fugue in E-flat major & Cantata "Widerstehe doch der Sünde" / Pat Metheny - Are you going with me.

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Apuntes extraídos de Cuaderno del geógrafo.


Así llamo a ese cuaderno porque en la carátula muestra el detalle ampliado de un mapamundi y porque en él se han pergeñado muchos rasguños que luego han partido en peregrinaje a otros cuadernos. Allí se escribieron algunas de las glosas o aforismos que luego fueron a parar en contracorrientes (sentencias en incertidumbre), un conato de poema que “debía” o “tenía” que haberse escrito en la agenda telefónica que resultó ser la matriz de Cuadernario, lo que no pudo hacerse dada la temporal desaparición de mi agendita, alguno que otro sueño y otras glosas del tono y talante de las que integran contracorrientes, pero posteriores a su publicación. 

Lo traigo a colación por razones fundamentalmente emotivas. Porque el pasado y la memoria libran un juego que nunca deja de sorprendernos. Uno nunca recuerda cabalmente (al menos yo) todo aquello memoroso y sensitivo de lo que ha dejado constancia de su vida pasada, su vida vivida, por medio de la escritura o la anotación. Y al revisar el cuaderno del geógrafo me he topado con un texto íntimamente relacionado con una apostilla escrita en la última entrega de febrero de 2009 en este blog. Me han impresionado dos cosas: el olvido en que se había sumido la existencia de ese “aire” escrito el 25 de febrero de 2007 y la exactitud de lo referido en mi glosa del pasado febrero respecto a lo acaecido aquella noche. Acaso sea una tontería que no guarde importancia para nadie más que para mí, pero la reproduzco igualmente porque de lo individual suele surgir espejo de lo anónimo y grupal. Añadiré algunas apostillas escritas en los días subsiguientes a la referida nota y una de más reciente data.

Salud,
lacl

* * * * *
(Febrero 25, 2007)

Me encontré esta noche con Federico Cisneros, ese venerable anciano que es mi segundo padre, me ha dicho una frase cargada de humildad: “tengo tu libro por un devocionario y a él voy todas las noches”. ¡Me conmovieron tanto sus palabras! Que vinieran de él, de quien no he hecho más que recibir… Y que haya rescatado del desván de la memoria palabra tan sugestiva e insinuante, devocionario, para ventilarla de sentido…

* * * * *
(Febrero 26, 2007)

Siempre me ha impresionado lo precisos que, en ocasiones, llegan a ser los sueños. Me refiero especialmente a aquellos que vienen a visitarnos con vestimenta de legado, aquellos que se aparecen en medio de la noche para dictarnos una ofrenda, como una tela en la que las imágenes vienen cosidas a las palabras. Digo que son regalo, incluso aquellos que vienen a increparnos con carácter de mandato o ultimátum, pues llegan momentos en que nuestra muda naturaleza se hastía de los yerros a que sometemos nuestra mortal humanidad. Calderón de la Barca dijo que la vida es sueño. Y lo dijo de la manera, a un tiempo mismo, más hermosa y estremecedora que quepa imaginar: escribiendo un extenso y medido poema para ser llevado a escena…

* * * * *
(Febrero 27, 2007)

Escribir una coma, una palabra, una frase, tres líneas, es un acto que conlleva o supone una responsabilidad. Podarle una coma a tales líneas para, luego, volver a transplantarla es un acto de responsabilidad. Proponer una doble puntuación dentro del discurso es una propuesta de responsabilidad. Delinear una ficción es, también, un caso legítimo de responsabilidad emplazada. En ocasiones, un poema se nos presenta con la vestimenta de la ficción, y no por ello viene exento de responsabilidad. Suele pensarse que es en las memorias, en las confesiones o, quizás, en la desusada carta de íntimo y amoroso tono en donde los seres humanos volcamos toda la honestidad de que podemos ser recipiente, pero ello no siempre resulta ser tan cierto. En una novela, en unas memorias, ¿qué es real, qué es ficción? Juan Ramón Jiménez se decía: he soñado mi vida y he vivido mi sueño. Un adagio puede llegar a ser tan iluminador, tan combinado de sentidos y cargado de responsabilidad como el más voluminoso tratado filosófico sobre ética o metafísica y estoy seguro de que todo filósofo que persiga a sensatez acordará conmigo en ello, pues no va en desmedro de las virtudes de filosofía.

* * * * *
(Marzo 02, 2007)

Vivimos en el útero


* * * * *
Y una anotación más reciente, escrita en ese mismo cuaderno del geógrafo, el cual no tiene, como se habrá conjeturado, otra misión que la de servir de bitácora informal…


(Marzo 24, 2009)

Hay un tiempo interior en las aguas abisales e insondables de la psique. A veces, le prefiguramos o presentimos como el reposado cuerpo de las aguas de un estanque o como el mar profundo o como la vertiente de un lento y rumoroso río.

A mí me gusta llamarle tempo,
acompasado fluir
que no se mueve.
Todos le tenemos
y él a todos nos tiene,
le vivimos,
nos vive.
Pero a muchos de nosotros
-quizás a demasiados-
se nos va la vida
sin cruzarle una palabra
o enviarle una misiva,
como si se tratara de un vecino al que,
por décadas, diariamente
otro se encuentra
por calles y pasillos,
sin que ni a uno ni a otro
les mortifique el dardo de la curiosidad.
Jamás llegarán a conocerse.

En el fragor de la enceguecida y depauperada épica de la modernidad el tiempo ha sido aherrojado a una roca, para representar el suplicio de un redivivo y encadenado Prometeo.
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Fotos: las imágenes de arriba fueron tomadas por el cariño traidor. Las incluyo ahora porque me cansé de colocar siempre mi sombra… El resto de las imágenes sobre el tiempo han sido tomadas de la red, a excepción de la de Vishnu y su esposa Lakshmi, descansando sobre la serpiente de mil cabezas, en un parentesis entre sus creaciones, la cual proviene del maravilloso libro "El hombre y el tiempo" de J. B. Priestley, del que me hice hace muchos años...






Galería de imágenes: Espiral del tiempo.








J. S. Bach - Glenn Gould
Bach, Fugue in E-flat major & Cantata "Widerstehe doch der Sünde"







Pat Metheny - Are you going with me




Lamentablemente retiraron de la red el hermoso video de un viaje por carretera que acompañaba a esta hermosa composición de Pat Metheny
https://www.youtube.com/watch?v=RU6jvtmL4po

jueves, 19 de marzo de 2009

Cuadernos de juventud. Cuando ese estremecimiento se torne voz, las palabras no serán en balde. lacl / Nicolaus Lenau. Waldlieder, Nro V: Como Merlín quisiera vagar por los bosques. / Guarida de los poetas - Homenaje al cine de autor - "Mis diez mejores y otras adiciones"


















Me consigo, en un vetusto cuaderno, un texto de principios de los años 80, cuando era cometa de órbita impuntual (o puntualmente imperfecta) de la UCV y de la Escuela de Letras. Amén de viejos escritos, está plagado de garabatos y páginas que, a modo de cartel, exhibían palabras como UCV, EL PARAISO, EL SILENCIO, EL CAFETAL. Eran los años en que uno podía llegar al Machu Pichu pidiendo una colita o aventón levantando el pulgar o, más prácticamente, mostrando en un cartel el lugar de su destino. Acoto que ese cuaderno vive conmigo desde los setenta. Amo mis viejos cuadernos, son mi familia secreta. Por cierto que llevo acaso más de un lustro (creo que esperanzadamente me engaño, acaso ya sean dos) rogando que aparezca uno de mis cuadernos, aquel en el que llevaba escrito -entre otras cosas- un ensayo sobre Walt Whitman o, más apropiadamente, sobre su singular poética del aire, pero nada que aparece, es como un hijo perdido del que no se tiene nunca más noticia alguna... Claro que he pensado, una y mil veces, que podría volver a escribirlo, que en líneas generales, no sería muy distinto hoy de lo que fue ayer, pero nunca he querido ser infiel a lo que he sido. Por ello me he abstenido de reescribirlo. Pero como hay temas en la vida personal que nos resultan perentorios para seguir subsistiendo, me temo que, en algún momento, acabaré por reescribir mis impresiones sobre las líneas magníficas que a manera de prólogo a sus Hojas de hierba, nos legara el viejo Walt sobre poesía y humanidad.

Bien. Excusándome por tal divagación, me remito ahora a reproducir el inédito capricho del que hablaba al principio...

Más abajo he colocado varios videos, que uno puede localizar en youtube, de filmes que considero clásicos, aunque también he agregado algunos documentos que, muy lejos de ser “clásicos” del séptimo arte, los considero apropiados como puntos de apoyo a las obras que se incluyen, tales como algún discurso de ese descaminado de la humanidad que fue Adolfo Hitler (quien en su momento representó el sentir de muchedumbres o, por mejor decir, representó la locura que -de tiempo en tiempo- logra enquistarse en nuestros corazones, para encadenar los pechos de la multitud), o aquel otro que contrapone los histrionismos de Charlot y del chiflado Führer. Hay un grupo de duendes empeñados en robarme el “tempo”, pero en algún momento lograré subir las glosas que tengo pendientes por subir a este blog…
Salud!
lacl


Cuando ese estremecimiento se torne voz las palabras no serán en balde.

…quiero las cosas que existen, no el tiempo que las mide…

Alberto Caeiro


Tiempo espinoso para que la voz del hombre desate el nudo tenso que la oprime. Temporada abierta a la mutua caza cotidiana. Suma innumerable de jornadas con barrotes. Tiempo arisco para el hombre prorrumpir palabra, devenir palabra. Nos hemos habituado a conformarnos con las máscaras de las palabras, nos basta su temblor puro luminoso. Las lanzamos al vacío y nos llenan con una ligereza de brisa sin preguntas. Las contagiamos de vacío al querer entronizarlas, al hacer de ellas (o del esqueleto sonoro que hay en ellas) nuestro fin, cuando en realidad, son sólo parte –importantísima, pero parte al fin- de nuestra presencia en la vida, de nuestros pasos por el mundo; son una manera de brotarnos. Hoy por hoy, las palabras han pasado a ser meros objetos utilitarios, de cuyo valor de cambio nos servimos para negociar la opacidad de nuestras inconfesiones, nuestros negados atisbos. Las hemos convertido en una máscara más: nacen en los labios y no en el torrente de la vida que, como un pájaro callado, nos picotea en el reverso de la piel.

Las palabras, por sí mismas, no conducen a ninguna parte. ¿Se justifican acaso la invención, la imaginación, las insólitas asociaciones en un poema que se clausure en sí mismo? No, dado que la poesía no es susceptible de ser encerrada en círculos viciosos, ni siquiera puede ser encofrada en la rigidez de los objetos verbales. La poesía no es un hombre angustiado suicidándose, aun cuando el cantor termine por suicidarse (o le suiciden, parafraseando a Artaud)

Hay quien intenta imponer un lenguaje a lo poético, simple o lamentablemente, porque no ha permitido, no se ha permitido o no le han permitido que la vida, ese fluir diáfano y continuo, se manifieste en todo su poder de una manera también diáfana y continua. Se manifiesta, sí, pero como una mutilada ofrenda, un escindido regalo. Y yo no niego que al poema hay que trabajarlo, perfeccionar su decir. Pero no será más que una colecta de vanas palabras si, antes, no hemos reconocido la perentoria exigencia de enhebrar nuestro vivir, por muy precario que nos parezca, gesto que nace del captar o auscultar lo que late debajo de las cosas, de la escucha del rumor perfecto de su canto.

Toda entidad o ser, toda cosa viva o aparentemente inanimada tiene voz propia. Y el término perfección no guarda aquí ninguna connotación ética, como lo digno de imitar, pues la vida es perfecta en tanto que es vida. Hay quienes se afanan en que se les considere poetas de “primera magnitud” o “innovadores dotados de una sensibilidad superior”, cuando ni siquiera son capaces (ya que no de conmoverse) de mirar al zapatero que, tendido en la acera de una calle cualquiera, rinde culto a un clavel rojo que emerge de su caja de herramientas. De tal manera que escriben sus poemas pensando únicamente en el valor poemático que encierran como edificación artística o intelectual. Levantando el poema, derriban la voz del hombre, la de la poesía; esa voz que no se “construye” -porque ya está dada-, sino que se descubre (aun cuando luego nos afanemos en tallarla o trabajarla, en hacerla cosa).

Podríamos elucubrar una propuesta: la poesía es un espantapájaros resignado al posar de lo inútiles. Pero si esto sucede, si esto se mira y se piensa así, es porque en nombre de la poesía, se han erigido muchos espantapájaros y porque esa indumentaria ha quedado reservada para la impostura y los impostores.

La poesía se bate por los rincones del mundo: en el líquido insondable que se nos manifiesta lago, mar o río, por ejemplo; en el múltiple y vasto vaso que todos empinamos; en los brillantes flujos que recorren nuestra frente o en las diminutas y radiantes piedras de sal que nacen en los ojos y sucumben en los labios. Está en todas partes, decimos. El agua, como todo elemento natural, es poesía convertida, poesía real, es realidad hecha realeza.

Zambullámonos pues en el espeso fondo de los sucesos y presencias que nos viven y vivámoslos a ellos. Colguémonos del sol, de los olores, de una mirada furtiva callejera, de una carcajada resonando culebra, cabellera o arbusto, perdiéndose en la noche. Permitamos que brote ese común estremecimiento que es aborto del engaño de un vivir sin pulsaciones, exangüe, rutinario; ese vivir desfallecido que asumimos como normalidad.

Cuando ese estremecimiento se torne voz, las palabras no serán en balde.


Luis Alejandro Contreras
(probablemente 1981 o 1982)



* * * * *

Tomado del mismo desvencijado cuaderno del que he dado noticias arriba. Si mal no recuerdo, lo copié de la Historia trágica de la literatura, el fabuloso libro de Walter Muschg con el que vinimos a dar gracias a la recomendación que, por aquellos años, nos hiciera el poeta y profesor Eli Galindo, para presentarlo en un seminario sobre simbología con el profesor Daniel Medvedov, ambos maestros muy gratamente recordados…


Como Merlín
quisiera vagar por los bosques;
lo que soplan las tormentas,
lo que rugen los truenos
y lo que quieren los rayos,
lo que hablan los árboles,
cuando se desgajan,
quisiera yo entenderlo como Merlín…
Con música cae la luz de la luna
sobre la encina y el rosal,
y en el cáliz de los musgos más delicados
resuena el poema eterno…”

Nicolaus Lenau. Waldlieder, Nro V





Guarida de los poetas - Homenaje al cine de autor - "Mis diez mejores y otras adiciones"

Esta guarida de los poetas está dedicada al cine y a la memoria fílmica que no siempre va de la mano con el cine, porque el séptimo arte ha sido utilizado tanto con loables como con escabrosos fines. Pero cuando ha sido utilizado como recurso de la barbarie, allí han quedado sus documentos, para que la poesía y el humanismo se sirvan de ellos para desnudar las falencias de la “civilización”. Los documentos fílmicos agregados más abajo obedecen, en algo, a una precaria lista que requirieron los amigos de Con-Fabulación, quienes -según entiendo- están trabajando en una edición sobre los filmes más importantes de la historia del cine.


Extracto de una carta a los amigos de Con-Fabulación. *

…De hecho he pasado muchos días rumiando imágenes y deleitándome en el recuerdo de las películas que más aprecio. Pensaba que ya era tarde por mi tardanza en contestar. Qué difícil ha sido elegir. Toda lista de este tipo termina siendo injusta, por incompleta, pero aquí va... En el fondo es más una lista de directores que de filmes, lo cual es igualmente injusto, pero hay que reconocer que, de los directores incluidos, uno puede tomar muchas de sus cintas y colocarlas, con toda justicia en una lista de las llamadas “Top Ten”, expresión tan del gusto del Show Business. De los directores incluidos en mi lista sólo hay dos de obra sucinta: Ron Fricke, cuyos filmes toman años en ser confeccionados, actualmente está filmando Samsara y lleva varios años rodándola. Y el actor Charles Laughton, quien sólo dirigió la cinta que incluyo en la lista, pero que es -a mi juicio- una obra maestra y un antecedente a muchas cintas que versan sobre el tema de los artificios humanos que tan bien saben disimular la crueldad. Me parece ancestro de filmes como, por ejemplo, Cabo de miedo, que tuvo dos famosas versiones, con Robert Mitchum y Gregory Peck en rol estelar en la primera y Robert De Niro, Nick Nolte, Laura Dern y la fabulosa Jessica Lange en la segunda, que dirigió Scorcese. Me vi forzado a retirar de la lista un filme olvidado, de un director no menos olvidado: La propiedad ya no es un robo, del cineasta Elio Petri, quien sólo filmó siete filmes, si la memoria no me falla. Tenía que hacerle espacio a Luis Buñuel y Los olvidados; cuya filmografía no dudo en catalogar como una de las más completas y sustentables. Hubiera podido colocar, en su lugar, La Vía Láctea o Viridiana, sin ningún titubeo.

Otras omisiones o lagunas destacables serían las de muchos y excelentes directores italianos (Visconti, Pasolini, De Sica, Scola, Bertolucci, Rosellini), el expresionismo alemán, el cine polaco, el cine ruso de los años precedentes a la caída de la cortina de hierro, la brumosa poética del cine francés de los años 30 y 40, los directores de la Nouvelle vague, algunos filmes de Monty Pithon y por supuesto, una enorme muestra de filmes norteamericanos, tanto clásicos como modernos, empezando por Citizen Kane, de Orson Welles. Tampoco sé cómo hice para dejar fuera las cintas Hiroshima Mon Amour o Providence (una alegoría indispensable) de Alain Resnais. Bueno, creo que si la lista fuera de cien títulos igualmente seguiría siendo injusta e incompleta…

Un calido abrazo!

Luis Alejo.
P. D. 1 Debajo va la selección:

1. Tiempos Modernos, Charlie Chaplin.
2. El Espejo, Andrei Tarkovsky
3. El Séptimo Sello, Ingmar Bergman.
4. Kagemusha, Akira Kurosawa.
5. 8 y ½, Federico Fellini.
6. Andréi Rubliov, Andréi Tarkovsky.
7. La Naranja Mecánica, Stanley Kubrik. (a pesar del paso de los años, sigue siendo una reflexión insoslayable sobre el destino de la civilización moderna)
8, Baraka, Ron Fricke (todo un poema visual)
9. La noche del cazador, Charles Laughton (genial y único filme de Laughton)
10. Los olvidados, Luis Buñuel.

Con-Fabulación: http://con-fabulacion.blogspot.com/

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Y ahora voy con un muestrario de algunos de los filmes citados y otros que no pude incluir. Los documentos fílmicos en que aparece ese geniecillo del mal que fue Monsieur Hitler, obviamente no son incluidos aquí por su carácter ético o estético, únicamente lo hacemos para que sirvan de contraste a esa estupenda película que es El gran dictador, de Charles Chaplin.

Aprovecho para recomendar un excelente libro: De Caligari a Hitler. Historia psicológica del cine alemán, de Siegfried Krakauer, publicado en español por Paidós Ibérica S. A.

Los vídeos que no sean visibles acá, usted podrá verlos en su red originaria.


Charles Chaplin - Modern times - Tiempos modernos








Charles Chaplin - The great dictator - El gran dictador

Mirar en YouTube





http://www.youtube.com/watch?v=zroWIN-lS8E



Uno de los gags más hilarantes del cine / City Lights / Charlot lo hace todo por ganarse unos reales y ayudar a su platónico amor a recobrar la vista...




https://www.youtube.com/watch?v=JAExhkjj5JU


La noche del cazador - Charles Laughton

http://www.youtube.com/watch?v=2C6uMwThpLA

Luis Bunuel - Los olvidados










Andrei Tarkovski - Andrey Rublev








Andrei Tarkovski - El espejo 




Ingmar Bergman - El Séptimo Sello 
Mirar en YouTube












Federico Fellini - 8 y 1/2
Mirar en YouTube








sábado, 28 de febrero de 2009

Breves de mi bitácora acuariana. Pasajes del Cuaderno elefante. / GUARIDA DE LOS POETAS Tarkovsky - Conversa sobre temas diversos...





Sigo agregando algunos apuntes de esta bitácora acuariana, para mí insospechada unos seis meses atrás. Por fidelidad a mi cuaderno, cuyo tamaño es de lo más discreto, es que las líneas de lo que llevo escrito se apegan a la forma del verso, no por alguna exacerbada pretensión formal. Agrego algunos pasajes de Cuaderno Elefante y un texto entresacado de Cuadernario, tomito de imágenes que se escribiera en una agenda telefónica. Y aunque no pudiera hacerlo todo el mismo día, he agregado a posteriori una nueva edición de la Guarida de los poetas, esta vez dedicada a un trovador de la imagen fílmica, Andréi Tarkovsky.
Salud!
lacl


Salud!
lacl



* * * * *

(14 de febrero, 2009)

Yo no creo,
pero creo.


* * * * *

(22 de febrero, 2009)


Yo lo que soy
–si es que algo soy-
es un aforista
prestado a la poesía.
O un adagista
raptado por la poesía.

* * * * *
(22 de febrero, 2009)


En un época leía
a San Juan de la Cruz,
a Santa Teresita,
a John Donne
y a otros místicos.
Un tanto menos
de diversa poesía.
Parecíame en aquellos
días que, de algún modo,
rozaba el Paraíso.
Pero algo en su vida
le hizo desdecir
de esos encuentros.
Algo de luz se fue
de su mirada.
Dejó de hablar
de la pasión y
del matrimonio de
la tierra con el cielo.
Y las venas del cuello
y de la cara
se le brotan
cuando alguien osa
señalar alguna mácula
en el aura del emperador.


* * * * *
(La voz, 26 de Febrero, 2009, 2:00 am)

La voz me despierta
con un sueño-imagen
de traducción
harto esquiva.
Lo intentaré.
Ella me susurra un
dictado que viene
envuelto en el ropaje
de una ola
que se aproxima
hacia la costa
y, al tocar la arena,
en ella se disuelve;
al alcanzar,
con su lengua,
el punto más álgido,
el éxtasis,
un suspiro.
La ola de palabras
reza algo como lo
que sigue:
verdad última
nace mar adentro;
la tomamos por
humana verdad,
que a nosotros
llega desleída
por una sucesión
de filtros.
Lo que nació como
un suspiro
se convierte en un
murmullo,
luego pasa a ser
aserto, aseveración,
tesis que viaja
de boca en boca
y, al convertirse
en dogma irrefutable,
no es más que un suspiro
exhalando en la
orilla.
Luego inicia viaje
inverso.
Y así suspiro
se integra
con suspiro
en el seno
de última verdad.


* * * * *
(26 de Febrero, 2009, 3:30 am)

Siempre le doy mis
gracias a la voz
cuando viene a
visitarme.
Aunque en esta
ocasión haya elegido
hacerlo, una vez más,
por la vía compleja.
Es como si me
regalara una casa
levantada con
ladrillos de palabras
o con palabras de ladrillos,
lo mismo da.
No son ladrillos,
son palabras.
Y uno puede
contemplarlas
cuando contempla
la casa.

* * * * *
(26 de Febrero, 2009. 4:00 am)

“He soñado mi vida
y he vivido mi sueño.”

Este aforismo lo
llevo en el corazón
y se ha hecho mío
gracias a Juan Ramón.

* * * * *
(27 de Febrero, 2009. Al clarear el día)

Mi “cuaderno elefante”
estaba detenido.
Y cuando un paquidermo
no quiere moverse,
¿quién se atreverá
a azuzarlo?
Así pues, esta
bitácora en Acuario
ha sido una
bendición.

Ha venido a ser
algo así como
un inciso.


* * * * *
(28 de Febrero, 2009.)

Y más gracias
le doy a la voz,
que ha venido
a presentarse
nuevamente
en mi auxilio.



* * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Pasajes del Cuaderno elefante.


Y ya que he hablado de mi cuaderno paquidermo, voy a enclavar acá un par de las apostillas allí escritas. El Cuaderno elefante está cargado de rasgos un tanto más pesados. Y por haberme topado con algunas fotos de la Virgen Negra con el niño entre sus brazos, voy a tomarme el abuso de agregar un apunte esbozado entre la soñolencia y el desvelo, y en el que intentara expresar lo que su presencia y recibimiento me causó, al llegar a casa en medio de una silente noche.


(Marzo 21, 2006)

No podrá el amor
seguir haciendo de las suyas,
infundiendo de locura
nuestras cuitas y desvelos
o incitando caídas vertiginosas
en el estómago de la nostalgia,
la desesperación o el desengaño.

No podrá, siquiera, propiciar
encuentros de -breve o duradera-
mas, por siempre,
acompasada felicidad.

El hombre ha logrado bloquear
los caminos entre alma y corazón,
entre corazón y estómago,
entre estómago y respiración.

El hombre ha triunfado.

Entretanto,
la piel de la serpiente
sigue deslizándose
entre mosaicos bizantinos;
reptando,
sigilosamente,
como una sombra tras el reflejo
de las pupilas de hombres inadvertidos;
insinuándose y desinsinuándose
en el vaivén de la amorfa multitud.


* * * * *
(07 de Mayo, 2006, surgido en medio de una conversación)

Soy un sensato admirador de la locura.

* * * * *
(14 de Abril, 2006)

Un sueño me despierta.
O, mejor, una imagen
y un susurro, un sueño sincopado.

a) El susurro: (me pregunta)
¿estarán los campos de Dios
plagados de horcas?
¿crecerán allí las horcas
como si fuesen árboles?

b) La imagen: (me muestra)
un anchuroso campo de nubes,
sobre el que se extienden,
hasta el sinfín,
innumerables hileras de horcas
con sus sogas suspendidas,
como sosegados manzanos.

c) La extrañeza: (me indica)
…que no había, en tales campos,
sombra, huella ni presencia
de lo que pudiéramos llamar
vida, pasión y muerte
de lo humano.

d) La posibilidad: (¿cabe alguna?)
¿habrán querido prevenirme,
voz y sueño, sobre el despropósito
de plantar la fe, cualquier fe,
sobre paraísos artificiales?

e) La meditación: (sería)
cualquiera otra posibilidad
que pueda ocurrírsele
quien leyera este arcano,
amén de la precitada
en el parágrafo d).
Habrá tantas meditaciones
como posibilidades haya.

El abanico es infinito.


* * * * *

addendum…

(01 de Marzo, 2009)

He ido a visitar, con Sebastián y mi madre, al muy querido Don Federico Cisneros, un hombre hecho de puro corazón. Si a alguien podemos endilgarle el título de Don es a ese donador de aprecio y simpatía que ha sido Federico a lo largo de su peregrinar. Está despidiéndose de la vida mundana y algunas facultades de su memoria se van retirando con él. Me invadió una revuelta resaca de conmovedor dolor confluyendo, en una misma cuenca, con el regidor amor y un sentimiento pleno de alegría. Lo vi claramente, su alma está suspendida, en estado de gracia. Ha puesto una foto de su querida Carmen Luisa en la mesa de la sala, en la que pasa buenas horas del día contemplándola. Ha tomado la costumbre de escribir todo lo que hace, recurso que ha encontrado, pienso yo, para mitigar el elusivo escape de la arena en el reloj de la memoria. Federico ha sido un hombre de sabio corazón. De allí las buenas migas que hiciera con mi padre. ¡Había que verlos juntos! Dos seres que, a la luz de la insensibilidad que hoy gobierna al mundo, lucían ser de otro planeta. Los hombres y mujeres de hoy viven temerosos de mostrar su mundo anímico, las tierras de sus fantasías, sentimientos y emociones. Nada que ver con ese par de abuelos. Cada uno a su manera, lograba vencer las más encumbradas murallas del ego con sus almados coloquios. Claro que vi a algunas gentes seguir inmunes ante sus llamados. El temor de vivir -o de aceptar el regalo que es el vivir- hacía más fuertes sus corazas. Mi padre ya se despidió, pero vive en el aire que respiramos. Federico está despidiéndose, como me dijera esta noche esbozando una sonrisa. Pero acá y allá seguirá esperándonos. Hace un par de años le regalé un ejemplar de Contracorrientes y, en una lección de humildad que jamás olvidaré, un par de meses después me devolvió el regalo con una conmovedora apología. Me tomó del brazo, se me acercó al oído y me dijo: “Tengo tu libro por un devocionario. A él vuelvo todas las noches”. Sentí que me desnudaba el alma por la fruición con que pronunció sus palabras, acento muy usual de sus alocuciones. Fue un sello más en el pacto amoroso que se instauró el día en que nos conocimos. Consigno algunas de las frases que nos confiara esta noche:

“…Ahora que estoy por partir, todos mis pensamientos van para Carmen Luisa y mis tres queridas hijas…”

“…Para despedirme de esta juventud voy a organizar una cena con todos mis amigos; estás invitado. Tú vendrías, ¿verdad?…”

(al recibirnos) “…Pero qué grata sorpresa esta visita de ustedes. Esta noche voy a dormir feliz y contento…”

Cada una de estas frases la expresó unas tras o cuatro veces a lo largo de la noche.

Y la última, una perla con la que abrió la conversa y que nadie captó, creo, excepto yo. Fue la única que no volvió a repetir:

“…Cuando quieras llorar, ven a llorar conmigo. Ésta es tu casa…”

Esta vez fue él quien se sintió imprevistamente desnudo, pues es un pensamiento que en otro momento de su vida no hubiera cruzado el umbral de sus labios de manera tan despojada de afeites, aunque tácitamente ése fuera el talante de su sentir. Federico es un hombre hecho de puro corazón y ese corazón siempre ha sido incapaz de dar la espalda allí donde vislumbraba que se le necesitaba. Don Federico, a orillas de su novena década de vida, sigue siendo un donador de afectos.

(3:00 am - 04 de Marzo, 2009)

Esta madrugada, al llegar de un jam session al que fuimos invitados, le he leído a Sebas esta breve glosa y él, que suele ser muy reservado en la manifestación de sus afectos, se abalanzó hacia mis brazos, totalmente conmovido…


















* * * * *


m


(Contemplando a una Virgen Negra
con el niño entre sus brazos)



Medianoche.
Toda ciudad es inhóspita.
Lo digo yo -que he vivido sólo en una-
a la luz de la llama de una vela
y luego de haber torcido cien esquinas.
No hace falta, para saberlo,
ser un mago con una vara
que esparce estrellas de vino, hojalata u olvido.
Cuando se agote la llama de mi vela,
acaso ya estaré dormido
entre un collar de azucenas,
y acaso sea mi pecho una ristra
de inviolados corazones.
Una mano, sólo una mano virgen,
femenina,
se atreverá a extenderse hacia adelante
como una sonrisa saludando al cielo.
Y en la vela vigilante de mi finado sueño
un velador tendrá la última palabra
que será la primera, la única, impronunciable.
Y un niño negro contemplando el horizonte,
adustamente seguirá su camino,
con delicados pasos tanteará
el tembloroso párpado
del suelo,
caminando feliz y sin destino,
hacia el útero de toda respuesta.

Extraído de la letra M de Cuadernario, Común Presencia Editores, Colección Los Conjurados, Bogotá, 2007

















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Fotos e imágenes: 1. La gran manzana. 2. Portada de la bitácora acuariana. 3. Serie: Night & Light I, 35mm. 4 y 5. pagina interior de la bitácora acuariana. 6, 7 y 8. Night & Light, II, III, IV, 35 mm. 9. De la serie Luna, diosa, virgen, niño y noche, # 28. 10. De la serie Luna, diosa, virgen, niño y noche, # 35.
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GUARIDA DE LOS POETAS

Tarkovsky - Conversa sobre temas diversos...

Continuamos agregando documentos sobre la obra y perspectiva del mundo que nos legara ese artista del vivir que respondió al nombre de Andrêi Tarkorvsky; una perspectiva hoy mayoritariamente desatendida -cuando no objetada- que no hace más que hablarnos desde un lugar común llamado sensatez, fuente de aguas cristalinas que brotan de un remanso secreto y apartado, sobre el que cada vez menos vuelven sus pasos los moradores de la tierra; una mirada emparentada a los coloquios con que nos obsequiaban algunos de nuestros predecesores, exponentes de una importuna y casi siempre desoída vieja guardia. Hoy por hoy, la originalidad en nada se parangona con lo originario, esto es, con las fuentes del vivir. Muy poca gente vuelve su mirada a lo sencillo, al disfrute y agonía del vivir que se diluye en nuestras manos, milagro que deberíamos saborear con el paladar de la imaginación sensible. No se tiene tiempo para eso, se lo tiene para una virtualidad epidérmica e improvisada, carente de vida en los recovecos del espíritu. En las urbes, sobre todo, mucha es la gente que se abochorna ante una faceta cualquiera de la vida que muestre la más nimia relación con el mero sentir, con aquello que antaño fácilmente identificábamos con el con-moverse. Se habla de arte o poesía como de islas desérticas que en nada llevan relación con el desorientado y agitado continente en que se ha convertido nuestro diario vivir. Mal que aqueja, incluso, a muchos de quienes viven la ilusión de cultivar arte y poesía. Es por ello, creo yo, que obras como las de Tarkovsky han de pasar desapercibidas o por debajo de la mesa para el común de los mortales, cuando no son tachadas de aburridas. Se ha instaurado la creencia de que la abulia está estrechamente ligada a la búsqueda de nuestra verdad como seres indivisos, pesquisa que no podría hacerse si no es por vía del silencio y la mirada introspectiva. En cambio, se suele ligar la gana y nuestros apetitos con los fuegos fatuos de una imaginería desalmada, que colma todos los espacios de una exterioridad acuñada y vendida como única verdad. Muy poca gente se deja seducir con franqueza sobre cuál sea la razón de nuestros pasos en la tierra. Es más cómodo el dejarse ganar por verdades prestadas que el buscar las nuestras propias, por muy exiguas que nos puedan parecer. En realidad, nada es exiguo cuando nace en la autenticidad.

Siempre he mantenido que la poesía vive más allá de la palabra, de la lengua, de los medios de que disponemos los seres humanos. Y aún lo mantengo. Es por ello que siempre y ante todo defiendo la presencia de poesía en toda hora y lugar, a expensas de la ceguera colectiva. La poesía es el germen del arte, nunca habrá arte donde no viva poesía (en ello lleva relación con cierta musicalidad del alma). Y no vivirá jamás poesía allí donde no se cultiven el silencio y la memoria, paso previo a toda escritura. Se escribe con una cámara, se escribe visionando escenas, se escribe alucinando. Y se escribe modelando, esculpiendo, pintando, musicando; se escribe sobre la arena o gesticulando en el aire. El genio de la poesía yace allí, en cada entrega a un escribir nacido en las fuentes del memorar. Y es por ello que por esta guarida de los poetas pasan los seres más impensados para quienes fueron educados bajo la presunción de que poesía es un arte rígido y divorciado del mundo, un arte que solo pueden cultivar elitescas minorías. Ésa es una verdad a medias, por no decir que es una precaria presunción. La poesía está más cerca de los hechos que cualquiera de las ciencias del espíritu creadas por el hombre para aprehender su realidad. Y citaré, por gusto y para cerrar estas líneas, los versos de un poeta que jamás he podido olvidar. Cito de memoria, así que excúsenme por no poder agregar, desde ahora, los datos de la publicación y del traductor. Se trata de una traducción bilingüe que a mí me place mucho y que tiene una data de no menos veinticinco años. Tan pronto como consiga ese magnífico ejemplar, proveeré más datos de la edición.

¡En cuántas cosas que me prestaron yo viajo por el mundo!
¡Cuántas cosas que me prestaron conduzco como mías!
¡Cuánto de lo prestado, ay de mí, yo mismo soy!


Éstas líneas son parte de un memorable poema cuyo primer verso reza: Al volante de un Chevrolet, por el camino de Sintra (Poemas de Álvaro de Campos, heterónimo de Fernando Pessoa).

A la salud suya, hipotético viajero...
lacl



http://www.youtube.com/watch?v=eo7ATkLTz6A


http://www.youtube.com/watch?v=gy1DpCOON6Q

http://www.youtube.com/watch?v=2MoVQr1t8kU

martes, 10 de febrero de 2009

Más de mi bitácora acuariana, cuadernito de apuntes… / JOHN HEARTFIELD, PADRE DEL FOTOMONTAJE. / GUARIDA DE LOS POETAS















(09 de febrero, media tarde, mientras almuerzo)

Hoy cumplo 54 y, en noches pasadas,
aquella sombra amenazante
que se apareció en mis sueños
hace varios años,
estuvo presente, otra vez,
para raptarme hacia una muerte
que acaece en medio
de la perversidad.

Tomé esta visita por aviso.

En nada se parangona
con la sombra que
me visitó en la vigilia,
durante la víspera
de mis 40.
Sombra enigmática que,
aunque impalpable,
rozaba la tez de mi rostro.
Era claro para mí que esa sombra
estaba al otro lado del espejo,
habitaba el mundo de la muerte.
Pero era sombra auspiciosa
a pesar del respeto
que imponía su presencia.
Figura lúdica que se divertía
al pespuntear sus pasos
sobre los enseres de mi casa.

La otra, la parca,
tan sólo hacía presencia para decirme
: vengo por ti para borrar tus sueños,
para borrar tus huellas,
para borrar cualquier posible destello
de lo que haya sido tu vida,
vengo para llevarte a un claustro
en el que tu sombra
no tendrá sombra.

¿Cuál de las dos es la cara de la muerte?

¿Cuál es la que le representa el alma?

¿Tendrá alma la muerte?

Pobre de ella si no la tiene.

Nosotros, al menos,
nos integramos al cosmos
al ser vencidos por ella.
Esto es, pasamos de uno
a otro estado del alma.



* * * * *

(madrugada, 10 de febrero, 2009)


Hay una breve meditación de Ryokan
-poeta japonés que abrió los ojos
cuando mediaba el siglo dieciocho
y los cerró cuando terciaba el diecinueve- que,
de una manera indirecta, tangencial, sugerente
y no carente de belleza,
acrisola lo que es mi posición ante el vivir:

¿Quién dice que mis poemas son poemas?
Mis poemas no son poemas.
Cuando comprendas
que mis poemas no son poemas,
entonces podremos hablar de poesía.


* * * * *
(Madrugada cerrada, 10 de febrero, 2009)


Mucha gente querida me
ha llamado o enviado sus
palabras para concelebrar
mi aniversario y esto
es un regalo.
Pero yo necesitaba
mantenerme en un estado
soledoso y vegetativo.
En cierta forma,
mi aniversario lo celebré
en silencio y
anticipadamente,
mientras le cantábamos
a La Candelaria.

Me viene a la memoria un aforismo mío de hace unas dos o tres décadas:

Soy un hombre solitario
que se conforta en lo gregario.




* * * * *

(Transcribo la visita de la víspera de mis cuarenta,
texto que he incluido en un cuaderno inédito
que lleva por título Mientras Dure.
Recuerden, mis poemas no son poemas…)



40 años

Otra vez viene la sombra

Se presenta sin ningún tipo de tacto

Toma mi casa,
sopla en los rincones,
hace vibrar los objetos,
le da vida a los retratos

Luego simula que lee un libro
o pega saltitos entre las hojas de las plantas

No tiene cara aun cuando lleva puesto un sombrero,
negro como su larga y plástica figura

Su intención no es la de aterrar
ni la de poseer a nadie

Sólo quiere jugar

A veces,
pasa por mi cuarto y me roza la cara

........


(De la otra sombra,
la que siempre viene
espada en mano
y que logra darme muerte
de la que me salva el despertar,
no puedo hacer estricta relación.
Lo que escribí esa mañana
en una servilleta,
luego de una larga y dura justa
en noche espectral,
después fue desleído por las aguas
que se trasvasaron
de un vaso a la hoja
en la que, apuradamente,
había narrado la lucha .
Acaso eso haya acaecido
para protegerme.)


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Las fotos fueron tomadas con una camarita muy precaria en noche del 08 al 09 de Febrero 2009.

JOHN HEARTFIELD, PADRE DEL FOTOMONTAJE.

Guerra en la Paz - Fotomontajes 1930 - 1938

Helmut Herzfeld, alemán de nacimiento, es padre del fotomontaje, no simplemente como el ideador de una técnica, sino (y esto no es poca cosa) como un creador que, al verse en la tarea de tener que lidiar con los particulares recursos con que contaba la fotografía de principios de siglo XX, tuvo la fortuna de contar con el genio necesario para plasmar una obra de agudo sentido y de muy alta factura. La ironía no fue esquiva a su lenguaje. Su mordiente sarcasmo la valió un conveniente exilio y la adopción de un nuevo nombre, esta vez de origen anglosajón pues, de otro modo, no habría corrido mejor suerte que la que corrieron millones de seres humanos en los campos de la muerte. Obras hay que no pueden hablarnos de las delicias del Paraíso o de las promesas de un utópico vergel. Desafortunadamente, han sido creadas en medio del infierno. Pero no por ello dejan de tener sentido de búsqueda, búsqueda de sentido ni, mucho menos, sed de Paraíso. Mas tienen que lidiar con avernos, purgatorios, exorcismos, con la náusea y la ansiedad. Es natural que se valgan de ellos al promulgar un lenguaje. De allí nace el lenguaje de Heartfield-Herzfeld, otro exiliado más del mundo, pero habitante del mundo. En el fondo, los exiliados gozan de una fortuna de la que no gozan los que jamás han sufrido el destierro.

Cualquier similitud con alguna realidad actual no ha de ser mera coincidencia.

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Hitler supo utilizar a los oligarcas para financiar sus delirios de grandeza. Heartfield apunta el sentido verdadero del saludo del partido Nazi: para recoger las contribuciones de los potentados.

Título: El sentido del saludo hitleriano.
Subtítulo: Un pobre hombre pide grandes donativos.
Lema: Tras de mí hay millones.

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Título: Guerra y cadáveres - la última esperanza de los ricos
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Título: Adolf, el Superhombre. Subtítulo: Traga oro y habla hojalata.

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Título: La voz de la liberrtad en la noche alemana, en la banda 29,8.
(Dedicado a una emisora clandestina).

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Título: Quien lee los periódicos burgueses, acaba ciego y sordo. ¡Fuera con los vendajes embrutecedores!

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GUARIDA DE LOS POETAS


Esta edición de Guarida de los poetas deseamos abrirla con una denuncia, un yo acuso formulado en 1992 por una valiente niña, Severn Suzuki, quien sirvió de vocera a un grupo de infantes unidos por una loable causa: la de desenmascarar la hipocresía, el maniqueísmo y el doble discurso que barniza los predios de la vida adulta, sobre todo la de aquellos que se desviven por ocupar los puestos de rectores de las sociedades y pueblos a los que tienen el “altísimo honor” de representar, no sin antes haberse devorado a unos cuantos contrincantes en el camino a sus tan honorables gestas. La poesía vibra y resplandece en todos aquellos sitios que la lógica vida adulta aún no ha logrado secuestrar para el acomodo de sus nobles causas, esa lógica que habla de remediar los grandes males que asolan a una enorme masa de la humanidad: el hambre, las guerras que sólo benefician a las cúpulas del poder, el genocidio y los odios raciales o la crueldad y el asesinato que se sustentan sobre intolerancias de origen religioso, ideológico o político, la irresponsabilidad en el trato hacia el medio ambiente y los recursos no renovables con que nos obsequió madre natura… La poesía palpita y deslumbra allí donde la mirada de los adultos no se posa, ocupados y apresurados como están en su mundo henchido de lógica y de un entendimiento sobrecargado de soberbia. Escuchen el discurso de esa niña y luego díganme si lo que allí ella dijo no sigue siendo cierto a estas alturas. Han pasado unos diecisiete años desde que esa niña descargara un chaparrón de verdades para los oídos de los “honorables representantes de los pueblos del mundo”. Me imagino que al día siguiente, los altos mandarines del conocimiento habrán dado vuelta a la página para continuar en su denodado empeñó por “resolver” los grandes problemas que aquejan al mundo, con sus siempre bien orquestados mega-planes de ayuda que, por alguna recóndita razón, nunca logran resolver las miserias aludidas, pero sí justificar una locura colectiva que se engalana con una túnica blanca, una balanza, una espada y una venda en los ojos. Completaremos estas palabras con una cita que viene muy al caso, viene del prólogo de un libro que tengo en mayor estima que todos los tratados de política y economía que se puedan juntar en el mundo, el tratado que escribiera Robert Graves sobre los orígenes del mito poético, La Diosa Blanca:

"¿Cuál es la utilidad o la función de la poesía en la actualidad?" es una pregunta no menos acerba porque la hagan con insolencia tantos estúpidos o la respondan con apologías tantos tontos. La función de la poesía es la invocación religiosa de la Musa; su utilidad es la mezcla de exaltación y de horror que su presencia suscita. ¿Pero "en la actualidad"? La función y utilidad siguen siendo las mismas; sólo la aplicación ha cambiado. Esta era en un tiempo una advertencia al hombre de que debía mantenerse en armonía con la familia de criaturas vivientes entre las cuales había nacido, mediante la obediencia a los deseos del ama de casa; ahora es un recordatorio de que no ha tenido en cuenta la advertencia, ha trastornado la casa con sus caprichosos experimentos en la filosofía, la ciencia y la industria, y se ha se arruinado a sí mismo y a su familia. La "actual" es una civilización en la que son deshonrados los símbolos los principales emblemas de la poesía. En la que la serpiente, el león y el águila corresponden a la carpa de circo; el buey, el salmón y el jabalí a la fábrica de conservas; el caballo y el lebrel a las pistas de apuestas; y el bosquecillo sagrado al aserradero. En la que la Luna es menospreciada como un apagado satélite de la Tierra y la mujer considerada como "personal auxiliar del estado". En la que el dinero puede comprar casi todo menos la verdad y a casi todos menos al poeta poseído por la verdad.”
Nuestra falta de respeto hacia la vida, hacia los elementos de la naturaleza, hacia el prójimo, nuestra soberbia de seres civilizados sin tiempo para el amor, la excesiva primacía que le conferimos a nuestras opiniones, desmesura del ego, esos son males que deberíamos atender cada mañana, antes de salir de casa o, mejor, antes de salir de la cama….

Colocamos la sexta y última parte de la deliciosa conferencia de Jorge Luis Borges sobre la ceguera, las Nanas de la cebolla, el conmovedor poema de Miguel Hernández, cantado por Serrat, en una edición muy bien documentada y acabada; y, más abajo, para aligerar los aires, varias versiones de una misma canción: Eu seu que vou te amar. Particularmente, siempre me ha gustado más la manera en que la interpreta Simone y, luego, la de Caetano…
Salud
lacl

http://www.youtube.com/watch?v=DLV6jaZFLro

http://www.youtube.com/watch?v=LuaRZn2CFfk




http://www.youtube.com/watch?v=038o8tRSbrE


http://www.youtube.com/watch?v=x6ToqVt68sE




http://www.youtube.com/watch?v=qmMxEDaLOXc



http://www.youtube.com/watch?v=lTqq9aSac9w



http://www.youtube.com/watch?v=wObKY9LV-iQ

http://www.youtube.com/watch?v=mE4QIDbGS9c

sábado, 7 de febrero de 2009

Fragmentos de contracorrientes (sentencias en incertidumbre) / Romeo is bleeding




En nuestros días ya no podemos contar
con una representativa dosis de poetas.
Contamos con poetos,
seres vergonzosamente apenados
por la cultual reminiscencia
del silencio de la noche,
la persistencia de su luna y sus estrellas;
seres abochornados ante el frágil susurro
de una soledad no correspondida.
La civilización padece un singular extravío
y sólo puede contar con engreídos poetos
para celebrar su castración;
peritos en el arte de adorar
a un tótem de tóxicas pasiones
en eventos multitudinarios y cuidadosamente efectistas.
Poetos hombres y poetos mujeres
oficiando libaciones mórbidas,
articulando orgásmicas ecuaciones verbales
de una helada métrica sin límite,
mientras la vida canta y vibra impaciente
allá afuera.

* * *

La historia cantada por los hombres
(leyenda impuesta a golpes de martillo por quienes prevalecen),
la que las sublimes autoridades reproducen en libros y libelos
y de la que tanto se vanaglorian y hacen conjeturas
por los micrófonos ante las multitudes,
camina desahuciada sobre la memoria de hechos signados
por nombres presuntuosos, emblemas teatrales, siglas deslustradas;
emulando el tacto, donaire y elegancia
de los arabescos trazados en el aire
por las extremidades de una cucaracha
que se pasea, ociosamente,
sobre un tarro de miel que alguien
dejó abierto en la cocina.

* * *

Hablamos desde el lugar de la pose.
Ropaje:
inocente lugar que habita
una incertidumbre.
¿ El tiempo ?
Un instrumento, una herramienta administrable;
utilería mental de la que echamos mano
para olvidar que somos tan naturaleza
como el fluido canto de un río
pasando en la noche,
cuando por un azar nos vemos atrapados
en la soledad.

Hablamos desde el lugar de la pose.
Dejó de ser el círculo de lo otro,
la suspensión;
el anillo donde el ser posible
era posible.


Bid&co Editor, Colección Manoa, primera edición.
P. S. Reedición en 2013. 


Romeo is bleeding
Tom Waits