El corpus de la gramática estuvo siempre en el estuche inmaterial de la psique, es como decir que estuvo y sigue estando en los aires; no estuvo antes en ninguna página, pergamino, papiro o petroglifo. Como bien inmaterial que es, la lengua y sus vertientes, con sus meandros, sus cascadas, sus secciones rápidas y sus estancamientos, fluye como el río que deviene en delta.
Pero como el alma colectiva sufre o, quizás, pasa por su peor sequía, acaso haya que volver a los manuales para recordar que hemos enviado a los sótanos una carroza dorada que volaba por los aires y que ha sido sustituida por una andrajosa y gris herramienta que, entre onomatopeyas, muecas y pictografías, intenta hacer que los seres humanos se comprendan.
Vía inútil. La crisis es espiritual o, mejor, anímica. Porque el hombre desprecia todo lo que tiene que ver con su psique y con el don que, a manos llenas, le trae madre natura, porque no aprecia todo lo invaluable que inserto viene en la creación que le antecede, y porque se ha envilecido al punto de que nada le parece más importante que las cosas inmediatas que redunden en un "beneficio" personal, ha erigido una Torre de Babel entre los hablantes de un mismo y empobrecido código, en el que las connotaciones han sido condenadas al ostracismo.
lacl, Anotaciones Android, 27 de Junio, 2021.
1 comentario:
El hombre actual se desvive por lo inmediato, la tecnología le ha hecho la vida fácil respecto de su propio idioma y su conocimiento al hacerlo proclive, preferiblemente, a las imágenes más allá del vocabulario precario que domina para comunicarse desvirtuando su propia lengua. Odia una lectura lúdica que le haga competente de una cognición privilegiando sus trivialidades y evitando, así, la expansión de su universo interior y entendimiento de si mismo de cara a la interpretación del mundo exterior. Por otro lado, esa Torre de Babel es símbolo clásico de confusión de una lengua única utilizada por los hijos de Noé, por parte de un dios egoísta como impedimento en conocer su sabiduría; era evitar la divinización del hombre al crear el caos de entendimiento idiomático a través la diversidad de estos. Mas, sin embargo, el hombre confiscó su logos y finalmente se deificó.
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