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miércoles, 30 de diciembre de 2009

Esta noche me encuentro en vena de recordación, lacl / GUARIDA DE LOS POETAS: DYLAN THOMAS, EN MI OFICIO O ARTE SOMBRIO / WALT WHITMAN LEYENDO UN EXTRACTO DE SU POEMA AMERICA

 
Este ha sido, a mi parecer, un año de dispersión. O, al menos, un año más de derrames, de filtración de la más pura esencia de lo humano, en medio de un gran ciclo de dispersión.
Y para cerrar ese ciclo voy, por tanto, a agregar una colecta de textos dispersos que me he encontrado en días recientes. Y con la intención de juntar, de unir las partes, esto es, de recomponer, voy a agregar una última edición de Guarida de los poetas con dos documentos a que hago alusión en uno de los textos: Dylan Thomas leyendo En mi oficio o arte sombrío y un curioso documento sonoro en el que se registró, quizás por única vez, la voz de Walt Whitman leyendo un extracto de su poema América.


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Salud!!
lacl
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* * * * *
Esta noche me encuentro en vena de recordación, en acorde consonancia con el espíritu que ha signado mi sentir, eso que podríamos llamar imaginería del alma o canto solapado del incorpóreo pensamiento que, soterrado y sigiloso, nos acompaña noche y día.

Obramos a la luz del día o de la noche, nos revelamos en cada palabra o gesto, en cada acto, impulso o misión. Pero esto es vana apariencia, impostura, fingimiento; pues poco se trasluce de ese discurso celeste que precariamente acallamos y que preservamos en la obscuridad tal como lo haría una escuadra de postrados, sumisos y acaso enceguecidos guerreros con un cofre en el que se almacena lo que, inadvertidamente, presumen como el más rico e inimaginable tesoro del mundo, sin que jamás lleguen a conocer, vislumbrar o concebir su contenido.


Todo es enmascaramiento, ficción, encabalgamiento de la sangre, disimulo del ser. En lo colectivo los hombres no pasamos de ser bocetos de personas. Achaques de la modernidad, dirán algunos, o de una era sumida en el cansancio de la senectud. Y poco puede hacer una desamparada persona o individualidad por conciliar tal antagonismo, esta “unión de contrarios” entre la singularidad de una vida (o del mero vivir) y el común anonimato que nos aherroja entre empolvados patrones.


El poeta no es un luchador ni un enfebrecido misionero, mucho menos será un ser que disfraza o maquilla obscuros apetitos de poder. Me refiero al poeta cabal, a la espléndida manera en que es pintado por Whitman en los prólogos a sus Hojas de Hierba o en la apretada declaración, conmovedor auto de fe, que es el poema En mi oficio o arte sombrío, de Dylan Thomas. El poder del poeta, si es que acaso hubiera de detentar alguno, es el poder que le concede la poesía. Esto es, un poder indirecto, pues el poeta es un sirviente, un escanciador de memorioso vino. El poeta es un ser que tan sólo pretende revelarnos el envés de la hoja, el lado invisitado del vivir, aquella pequeñez que confiere realeza a una encubierta realidad. Aun cuando, en ocasiones, su trabajo se torne una empresa más laboriosa y ardua que cualquier obra servil.


Cuál sea la razón de que esta glosa haya tomada semejante derrotero, a ciencia cierta, no lo sé. Pero barrunto que acaso se empine en mi secreta aspiración de que, en medio de la multitud, pueda uno vivir y obrar como poeta. Así sea.



3:00 AM, 17 de noviembre de 2009.



* * * * *


Contadas son las experiencias o fenómenos que logran cautivar nuestra atención, la atención de la mirada, la mirada de la psique, como logra hacerlo la contemplación de la locura que ha hecho erupción en la infortunada humanidad de un individuo que corre o recorre las calles de la ciudad derramando incoherencias cual lava.


La locura siempre es del otro, a la luz de nuestra siempre vigilante psique. Los guardianes de una concienzuda razón se desviven por permanecer expectantes durante jornadas en las que la noche es eterna.


Y tanto celo y filigrana en el resguardo de nuestra escrupulosa “mismidad”, por mantener el cerco que protege los linderos de un mapa en el que se aposenta ese misterioso pedazo de cosmos que es el alma humana, me lleva a concluir que el hombre

-en grado sumo- optará porfiadamente por ser un ciudadano en el país del engaño.

La mayor parte de los hombres no están hechos para la desilusión y escogen vivir bajo el resguardo de una impresión, una apariencia; hacen morada en la casa del simulacro. Pero tengo la sospecha de que la soterrada demencia colectiva vive más plácidamente en el país del engaño que en las denostadas, depreciadas y fangosas tierras del desengaño.


(Sin fecha, en un cuaderno que me regaló Juancho Pinto y que llamaré "pensamientos en deshabillé" para hacerle juego a su impúdica portada)



* * * * *


Por fortuna, tenemos en la amistad una variante aristocrática de democracia. Claro, elevando el término de aristocracia a los predios del espíritu. Los potentados y sus fanáticos seguidores, ni tienen buen humor (jamás ríen la inocencia) ni conocen la amistad. Pero creo que nos engañamos al creer que son pocas las gentes que cultivan el humor, la amistad y el desprendido amor. Tender la mano no significa que pequemos de inocentes. Y hay que desnudar las falencias espirituales y éticas de quienes viven obsesos de poder, con su corte de adoradores, que en aquellos sólo ven la sombra de su alter ego, es cierto. Pero sin olvidar que contamos con esa elevada forma de democracia a nuestro alcance y que debemos cultivarla, incluso en minoría.



Febrero 25, 2009 – noche cerrada, en camino hacia el amanecer.
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GUARIDA DE LOS POETAS
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http://www.youtube.com/watch?v=qUi3Q6k6c0Y


EN MI OFICIO O ARTE SOMBRIO
En mi oficio o arte sombrío
ejercido en la noche silenciosa
cuando sólo la luna se enfurece
y los amantes yacen en el lecho
con todas sus tristezas en los brazos,
junto a la luz que canta yo trabajo,
no por ambición ni por el pan
ni por ostentación ni por el tráfico de encantos
en escenarios de marfil,
sino por ese mínimo salario
de sus más escondidos corazones.

No por el hombre altivo
que se aparta de la luna colérica
escribo yo estas páginas de efímeras espumas,
ni para los muertos encumbrados
entre sus salmos y ruiseñores,
sino para los amantes, para sus brazos
que rodean las penas de los siglos,
que no pagan con salarios ni elogios
y no hacen caso alguno de mi oficio o mi arte.

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Dylan Thomas, Edición original: COLLECTED POEMS, Traducido por Elizabeth Azcona y publicado por Fabril Editora, Buenos Aires, bajo el título de POEMAS COMPLETOS, 1974.


WALT WHITMAN LEYENDO UN EXTRACTO DE SU POEMA AMERICA

(Presumiblemente, hacia 1890)

http://www.youtube.com/watch?v=yBX2L_Re5Cc

jueves, 19 de noviembre de 2009

La vía regia es la vía ardua, no la expedita. A propósito de un homenaje al poeta Rafael Cadenas. / Charlando con Cervantes - Rafael Cadenas / Rafael Cadenas, Cada encuentro




En el mes de Noviembre la revista digital El Cautivo que edita María Antonieta Flores desde el año 2004, le ha hecho un sentido homenaje a una de nuestras voces o -para decirlo a la manera en que un tanto enigmáticamente apelaba Joseph Conrad en una de sus novelas- a uno de los nuestros: Rafael Cadenas.

En la referida edición se publican glosas de diversa tesitura -gracias a las plumas de Elkin Restrepo, María Auxiliadora Álvarez, Josu Landa y Wolfgang Ratz-, algunas fundamentadas en su decir, haciendo hincapié en su obra (o, como a él le gusta decir, en sus trabajos), para acercarnos, si en algo cabe, a esa misteriosa noción que entendemos por persona. Otras notas, de corte un tanto más íntimo, hacen más bien énfasis en las peculiaridades de su persona, con la aspiración de darnos luces del por qué de su poética, fuerza que signa prácticamente toda su obra.

Y es que, como el anhelado supuesto de Whitman, en Rafael Cadenas poesía y persona son parte de una misma esencia. Pero es que lo natural ha de ser que poesía y persona sean inseparables. Y aunque luzca como una perogrullada, voy a atreverme a lanzarla con toda la fuerza de mi brazo: si algo ha signado al mundo, en medio de este ambiguo y mal entendido ciclo de modernidad, es precisamente la ausencia de ese misterio que es la divina persona humana.

Se ha predicado, hasta el cansancio, un silenciamiento de lo personal en aras de lo colectivo, como si la suma de las partes no fuera esencial para la conformación del todo. Y para acallar a la persona se recurre a la vocinglería, a la impostura o impostación del ser. Vivimos en un mundo al revés. Y la poesía no es otra cosa que persona hablando con persona. Allí radica una de sus fibras más elementales. De allí deviene la prevención y desconfianza que algunas gentes levantan a su alrededor (como muros de contención) cuando sienten su presencia. Hay gente que siente pavor de quedarse a solas consigo. Y, por vía expedita, se prefiere el atajo, el fingimiento, el vocerío que acalla nuestra sedienta voz interior. Es un mal de nuestro tiempo con el que tiene que lidiar la soledosa persona que da cuenta del descalabro en que se vive.

Tiene razón Cadenas al hablar de trabajos cuando se refiere a sus escritos, bien sean poéticos o ensayísticos. Su obra ha sido la suma de un vivir que opta por apegarse a la intemperie antes que dejarse llevar por la vacua algarabía. La vía regia es la vía ardua, no la expedita. Y hay una insobornable honradez en la poesía de Cadenas. De allí que, aunque él mismo algunas veces haya expresado que la poesía casi no cuenta con lectores, cuente él con una buena suma de fieles leedores, esto es, de escuchas y conversadores, personas con apetito de íntimo coloquio, como el que sabe brindar su poesía.

Nos sentimos muy honrados en haber formado parte de los consultados en torno al tema de cuál pudiera ser el poema favorito de los lectores de Cadenas. Abajo reproducimos (textualmente) la selección que recogiera María Antonieta en su edición de Noviembre de El Cautivo (¡la número 48!). Pero como seguro mató a confianza, agrego que la nota del editor (n. e.) que aparece al final del texto, se sobreentiende que es de María Antonieta. Y para quienes quieran leer las glosas a que hice referencia al principio o conocer mejor esta experiencia editorial que es El Cautivo, acá les dejo las señas de la revista: http://www.elcautivo.org/


Una nota adicional: las limitaciones de espacio y de edición que impone el formato de este blog no permite, en ocasiones, reproducir con exactitud la disposición textual de los escritos poéticos. Voy a darle una relectura a la muestra luego de que se publique, pues no hay otra manera de ver el resultado final. Si noto algún dislate textual, trataré de corregirlo enseguida. En el caso del poema YOU, por ejemplo, me he visto en la necesidad de agregar una copia del scan, pues no logro que se publique tal y como fue dispuesto por Cadenas en la página. Para verlo con detalle hay que hacer click sobre la copia.


Salud!
lacl
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Los lectores ordenan:
Selección de poemas
Rafael Cadenas


Las paces
Lleguemos a un acuerdo, poema.
Ya no te forzaré a decir lo que no quieres
ni tú te resistirás tanto a lo que deseo.
Hemos forcejeado mucho.
¿Para qué este empeño en hacerte a mi imagen
cuando sabes cosas que no sospecho?
Líbrate ya de mí.
Huye sin mirar atrás.
Sálvate antes de que sea tarde.
Pues siempre me rebasas,
sabes decir lo que te impulsa
y yo no,
porque eres más que tú mismo
y yo sólo soy el que trata de reconocerse en ti.
Tengo la extensión de mi deseo
y tú no tienes ninguno,
sólo avanzas hacia donde te diriges
sin mirar la mano que mueves
y te cree suyo cuando te siente brotar de ella
como una sustancia
que se erige.
Imponle tu curso al que escribe, él
sólo sabe ocultarse,
cubrir la novedad,
empobrecerse.
Lo que muestra es una reiteración
cansada.
Poema
apártame de ti.


* Selección de Luz Marina Rivas,
escritora y profesora universitaria, Venezuela,
[Versión de Poemas selectos (Caracas: Bid&Co, 2004)]



La búsqueda
Nunca encontramos el Graal.
Los relatos no eran verídicos.
Sólo la fatiga de los caminos acompañó
a los que se aventuraron,
pero se esperaban historias,
¿qué sería nuestro vivir
sin ellas?

Nada se resolvió,
hubiéramos podido quedarnos en casa.
Es que somos tan inquietos.
Sin embargo, concluido el viaje
sentimos que en nosotros
—ya no rehenes
de la esperanza—
había nacido
otro temple.


* Selección de Luz Marina Rivas,
escritora y profesora universitaria, Venezuela.
[Versión de Poemas selectos (Caracas: Bid&Co, 2004)]



Angst

No es nada, nada
algo sin trascendencia
nada.
Una dificultad leve
en la respiración.
Problemas de agostura
parece.
¿Acaso no sabías
que la puerta es estrecha?


* De Memorial
Selección de Blanca Elena Pantin, poeta, editora y periodista, Venezuela



As if

Es como si amáramos. Es como si sintiéramos. Es como si viviéramos.

Esto fatiga. Hasta se ansía un error. puede que al equivocarse los
actores rocen la verdad.


* De Memorial
Selección de Blanca Elena Pantin, poeta, editora y periodista, Venezuela



Ars poética
Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.

No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir
brillos a lo que es.
Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad.
Seamos reales.
Quiero exactitudes aterradoras.
Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis
palabras. Me poseen tanto como yo a ellas.

Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame
la impostura, restriégame la estafa. Te lo agradeceré, en serio.
Enloquezco por corresponderme.
Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme.


* De Intemperie
Selección de Andrés Cruchaga, poeta, El Salvador



You

Tú apareces,
tú te desnudas,
tú entras en la luz,
tú despiertas los colores,
tú coronas las aguas,
tú comienzas a recorrer el tiempo como un licor,
tú rematas la más cegadora de las orillas,
tú predices si el mundo seguirá o va a caer,
tú conjuras la tierra para que acompase su ritmo a tu lentitud de lava,
tú reinas en el centro de esta conflagración como ave inmóvil
y del primero
al séptimo día
tu cuerpo es un arrogante
palacio
donde vive
el
temblor.


* De Una isla.
Selección Carmen Chazzin, estudiante universitaria, Venezuela.



Carro por puesto
Viento en el rostro
constelaciones familiares -Escorpión, Toro, Sagitario-
avisos de negocios, calle-carretera, ladrido de perros;
la rutina conduce como por un hilo al hogar:
lámpara, otra luna en la ventana,
libros sabios,
papeles.
Recorrido
que anuda las noches
en una sola.
El barrio siempre
descarnado
con sus vísceras afuera.
Todo eso eres,
destilada sombra.
La separación es sólo contrafigura
de un ver.


* De Memorial
Selección Carmen Chazzin, estudiante universitaria, Venezuela.




Eludías
el encuentro
con el tú
magnífico,
el que te toma
y te anula como tempestad
y de ti arranca al que busca.


* De Amantes.
Selección de Olga Fuchs, arquitecta, Venezuela.



Desprenderse para ser libre, tal es la exigencia capital de los místicos. Han de romperse las ataduras. El alma debe irse "quitando quereres", dice bellamente San Juan de la Cruz. Esto en el estadio inicial. Después quien obra es Dios. Lo cual podría decirse de otra manera: que una instancia distinta al yo comienza a operar. El vacío que se hace en el alma desnuda lo ocupa una presencia desconocida. O tal vez el vacío sea esa presencia.


* Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística.
Selección de Acianela Montes de Oca, periodista y profesora universitaria, Venezuela




Estamos
donde nos sorprendió la noche.

Sin designio,
sin pista,
sin apoyo.
Ensayando
movimientos usuales.

Sólo nos queda
el contacto.


* De Gestiones
Selección Ernesto Suárez, poeta, Tenerife, España




Donde las manos ya no persiguen,
apareces.

* De Amante
Selección Ernesto Suárez, poeta, Tenerife, España




Yo pertenecía a un pueblo de grandes comedores de serpientes, sensuales, vehementes, silenciosos y aptos para enloquecer de amor. Pero mi raza era de distinto linaje. Escrito está y lo saben -o lo suponen- quienes se ocupan de leer signos no expresamente manifestados que su austeridad tenía carácter proverbial. Era dable advertirla, hurgando un poco la historia de los derrumbes humanos, en los portones de sus casas, en sus trajes, en sus vocablos. De ella me viene el gusto por las alcobas sombrías, las puertas a medio cerrar, los muebles primorosamente labrados, los sótanos guarnecidos, las cuevas fatigantes, los naipes donde el rostro de un rey como en exilio se fastidia.
Mis antepasados no habían danzado jamás a la luz de la luna, eran incapaces de leer las señales de las aves en el cielo como oscuros mandamientos de exterminio, desconocían el valor de los eximios fastos terrenales, eran inermes ante las maldiciones e ineptos para comprender las magnas ceremonias que las crónicas de mi pueblo registran con minucia, en rudo pero vigoroso estilo.
¡Ah!, yo descendía de bárbaros que habían robado de naciones adyacentes cierto pulimento de modos, pero mi suerte estaba decidida por sacerdotes semisalvajes que pronosticaban, ataviados de túnicas bermejas, desde unas rocas asombradas por gigantes palmeras.
Pero ellos -mis antepasados- si estaban aherrojados por rigideces inmemoriales en punto a espíritu, eran elásticos, raudos y seguros de cuerpo.
Yo no heredé sus virtudes.
Soy desmañado, camino lentamente y balanceándome por los hombros y adelantado, no torpe, más sí con moroso movimiento un pie, después otro; la silenciosa locura me guarda de la molicie manteniéndome alerta como el soldado fiel a quien encomiendan la custodia de su destacamento, y como un matiz, sobrevivo en la indecisión.
Sin embargo, creía estar signado para altas empresas que con el tiempo me derribarían.


* De Los cuadernos del destierro.
Selección Néstor Garrido, periodista y profesor universitario, Venezuela.





Llegas
no a modo de visitación
ni a modo de promesa
ni a modo de fábula
sino
como firme corporeidad , como ardimiento, como inmediatez.


* De Amante
Selección Mary Rojas, psicóloga y profesora universitaria,Venezuela.




Tú que caminas ésta noche en la soledad de la calle, vas llena de besos que no has dado.
Del amor ignoras la escritura prodigiosa.
Aunque no me conoces, en mi cuerpo tiembla el mismo mar que en tus venas danza.
Recibe mis ojos milenarios, mi cuerpo repetido, el susuro de mi arena.


* De Una isla.
Selección Mary Rojas, psicóloga y profesora universitaria,Venezuela.



[18]

que si no llego a ser nadie
habré muerto.


* De El espectro en Memorial.
Selección Milagro Haack, poeta,Venezuela.



Temor

Alguien cierra una puerta a un hombre que enmudece, se mira en su celda de un solo respiradero y duda de que él mismo exista.
Algunas veces, por instantes, es sacado a ver sol, pero vuelve por sus propios pasos a su sitio.
Allí al menos sabe que sufre.


* Selección Fedosy Santaella, narrador, Venezuela.



Beloved Country
Cuánto tuyo no se desenvuelve como música perdida en mí.
País al que regreso cada vez que me he empobrecido.
Sello, fasto, bóveda de los cofres.

Nunca me has negado tu leche de virgen.

Mi reflujo, mi fuente secreta, mi anverso real.

Ignoro el alcance de tu olor de especia, pero sé que has estado
en todos mis puntos de partida, envolviéndome,
Oriente solícito, como una ceremonia.

País a donde van las líneas de mi mano, lugar donde soy otro,
mi anillo de bodas. Seguramente estás cerca del centro.


* De Falsas maniobras
Selección de Naida Saavedra, Profesora y estudiante de PhD en FSU. Venezuela/USA



Mi pequeño gimnasio

Consta de una almohadilla que golpeo con acompañamiento musical.
Un saco de arena donde descargo todo el peso de la calle.
Una esterilla para hacer contorsiones que producen oIvido.
Un hueco en triángulo donde me oculto para no ver.
Una cuerda donde me castigo por toda la prudencia del día.
Un artefacto en forma de O en el que me doblo para evitar los reclamos de mi conciencia.
Una barra horizontal sabre la cual me río de mis intenciones.
Una tabla donde doy golpes innecesarios que podrían estar mejor dirigidos.
Un pequeño extensor de idiota que me estira por todos los frutos que no tomé, los actos que no hice, las paIabras que no me atreví a decir.
Una soga donde extorsiono mi brazo derecho por todas mis indecisiones, oIvidos, cambios.
EI resto lo compone el ajuar ordinario de todo deportista. Los ejercicios son efectuados en la oscuridad. Por vergüenza no admito espectadores. (EI descontento sordo, por otra parte, ahogaría al que osara entrar.)
Soy de todas maneras un aprendiz. No he podido alcanzar mis rodillas con la frente, todavía me es imposible arquearme hacia atrás hasta tocar el suelo, tampoco logro parame sobre las manos.
Algunas veces el exceso de pesadez me vuelve ridículo. (Me recuerdo en lamentables posiciones y siento dolor). A pesar de mis esfuerzos sigo siendo carnívoro, rudo, indisciplinado.
En el fondo los ejercicios están enderezados a hacer de mí un hombre racional, que viva con precisión y burle los laberintos. En clave, persiguen mi transformación en Hombre Número Tal. Llanamente y en mi intimidad, espero con ellos dejar de ser absurdo.


* De Falsas maniobras.
Selección de Lisbeth Salas, fotógrafa, Venezuela, y de Isaac Chocrón, dramaturgo y novelista, Venezuela.



****

Tuve la fortuna de dar joven con LOS CUADERNOS DEL DESTIERRO y FALSAS MANIOBRAS. Muchas de las imágenes que se despliegan en esos libros se quedaron reverberando en el discurso silencioso que fluye dentro de uno, como una resonancia u onda en el agua que no ha dejado de multiplicarse. Pero creo que el cuaderno de las FALSAS MANIOBRAS estaba más hecho a las angustias e indagaciones del joven que fui. En ese libro hay un poema legendario, FRACASO, en el que Rafael López Pedraza se apoyó para escribir uno de sus más vívidos ensayos. Sin embargo, voy a quedarme con NOMBRES, un poema mágico, alado, plagado de erotismo y soledad, que también nos habla de un fracaso cotidiano, citadino (¿cómo no habría de ser soledoso?). Un poema, si se quiere más poético aún que el antedicho. Si uno se atiene a las ideas expuestas por Robert Graves en su famoso estudio mitográfico La Diosa Blanca, tendríamos que convenir que NOMBRES está ofrendado a La Diosa y que, incluso, acaso haya sido ella quien le susurrara sus líneas al oído. Por cierto, Cadenas es, entre nuestros poetas, quien más fervorosamente y sin retraimientos le canta a La Diosa.

Luis Alejandro Contreras, escritor, Venezuela.


Nombres

te llamas hoja húmeda, noche de apartamento
solo, vicisitud, campana, tersura y lascivia,
ingenuidad, lisura de la piel, luna llena, crisis
oh mi cueva, mi anillo de saturno, mi loto de
mil pétalos
Éufrates y Tigris, erizo de mar, guirnalda, Jano,
vasija, tórtola, S. y trébol
ovípara
uva, vellocino y petrificación
podrías llamarte…
pero tu nombre es
lecho, lavamanos, dentífrico, café, primer cigarrillo,
luego sol de taxis, acacia, también te llamas acacia
y six pi em -em- or half past six or seven,
cerveza y Shakespeare
y vuelves a llamarte hoja húmeda, noche de
apartamento solo
día tras día,
sí, tienes tantos nombres
y no te puedo llamar
todo tan absurdo como esas mañanas sin amor
que el espejo de los baños recoge y protege
todo tan desoladamente inabordable
todo tan causa perdida.

(tal como aparece en la edición de Fundarte de 1979)


Nombres

te llamas hoja húmeda, noche de apartamento solo, vicisitud,
campana, tersura y lascivia, ingenuidad, lisura de la piel, luna
llena, crisis
oh mi cueva, mi anillo de saturno, mi loto de mil pétalos
Éufrates y Tigris, erizo de mar, guirnalda, Jano, vasija, tórtola, S.
y trébol
ovípara
uva, vellocino y petrificación
podrías llamarte…
pero tu nombre es
lecho, lavamanos, dentífrico, café, primer cigarrillo,
luego sol de taxis, acacia, también te llamas acacia y six pi em
-em- or half past six or seven,
cerveza y Shakespeare
y vuelves a llamarte hoja húmeda, noche de apartamento solo
día tras día,
sí, tienes tantos nombres
y no te puedo llamar
todo tan absurdo como esas mañanas sin amor que el espejo de
los baños recoge y protege
todo tan desoladamente inabordable
todo tan causa perdida.

(tal como aparece en la edición de Pre-textos de 2007)


Fracaso

Cuanto he tomado por victoria es sólo humo.

Fracaso, lenguaje del fondo, pista de otro espacio más exigente,
difícil de entreleer es tu letra.

Cuando ponías tu marca en mi frente, jamás pensé en el mensaje
que traías, más precioso que todos los triunfos.
Tu llameante rostro me ha perseguido y yo no supe que era para
salvarme.
Por mi bien me has relegado a los rincones, me negaste fáciles
éxitos, me has quitado salidas.
Era a mí a quien querías defender no otorgándome brillo.
De puro amor por mí has manejado el vacío que tantas noches
me ha hecho hablar afiebrado a una ausente.
Por protegerme cediste el paso a otros, has hecho que una mujer
prefiera a alguien más resuelto, me desplazaste de oficios
suicidas.

Tú siempre has venido al quite.

Sí, tu cuerpo, escupido, odioso, me ha recibido en mi más
pura forma para entregarme a la nitidez del desierto.
Por locura te maldije, te he maltratado, blasfemé contra ti.

Tú no existes.
Has sido inventado por la delirante soberbia.
¡Cuánto te debo!
Me levantaste a un nuevo rango limpiándome con una esponja
áspera, lanzándome a mi verdadero campo de batalla,
cediéndome las armas que el triunfo abandona.
Me has conducido de la mano a la única agua que me refleja.
Por ti yo no conozco la angustia de representar un papel,
mantenerme a la fuerza en un escalón, trepar con esfuerzos propios,
reñir por jerarquías, inflarme hasta reventar.
Me has hecho humilde, silencioso y rebelde.
Yo no te canto por lo que eres, sino por lo que no me has dejado
ser. Por no darme otra vida. Por haberme ceñido.

Me has brindado sólo desnudez.

Cierto que me enseñaste con dureza ¡y tú mismo traías el cauterio!,
pero también me diste la alegría de no temerte.

Gracias por quitarme espesor a cambio de una letra gruesa.
Gracias a ti que me has privado de hinchazones.
Gracias por la riqueza a que me has obligado.
Gracias por construir con barro mi morada.
Gracias por apartarme.
Gracias.


(tal como aparece en la edición de Pre-textos de 2007)


* De Falsas maniobras



****
Esta selección surge bajo la idea de darle la palabra a los lectores ya que siempre se opta por una visión única o hegemónica para seleccionar los textos de un determinado autor y bajo un criterio de autoridad, que siempre será dudoso. No tiene la intención de mostrar los textos más populares sino ofrecer otra arista para acercarse a la poesía de Cadenas como celebración por el reconocimiento que su obra ha obtenido. Mínima punta del iceberg de los poemas que acompañan a los lectores, este breve espacio se abre para que pueden expresar su afecto hacia Rafael Cadenas y su obra. Por supuesto, la muestra es pequeña y responde al azar y la mayoría son personas con la que el cautivo mantiene algún contacto y que tienen una relación con el lenguaje más allá de la simple comunicación. Se inquirió en otros lectores, pero no llegó la respuesta.
Al azar y a pocos lectores, ya que hay que ajustarse a las posibilidades, se preguntó por el poema favorito o más significativo. En general, los poemas se presentan en el orden que llegaron las respuestas. Hubo quien a conciencia seleccionó la prosa del autor.
Pocos pudieron decidirse por uno, algunos señalaron un libro. Naida Saavedra, Andrés Cruchaga, Arturo Almandoz, Carmen Chazzin mencionaron Los cuadernos del destierro.
Los poemas que el tiempo ha hecho emblemáticos, siguen allí hablándole a los lectores de siempre y a los nuevos:
“Derrota” (que no se incluye por su extensión y porque es fácil ubicarlo en antologías o en la web) fue mencionado por Carmen Chazzin (Venezuela, estudiante universitaria) y por Isadora Bonilla (México, escritora), “Fracaso” fue mencionado por Luis Yslas y Luis Alejandro Contreras, ambos de Venezuela y también escritores.
Las versiones fueron revisadas a la luz de algunas ediciones (salvo el poema “Temor”), ya que ciertas transcripciones que el fervor ha llevado a la red no recogen exactamente la versión impresa. Por otra parte, hay poemas que han sido revisados por el autor y los lectores son atentos con estos detalles. Por eso, al final de la muestra se presenta el comentario y la selección de Luis Alejandro Contreras.
Así se le rinde homenaje a uno de los poetas tutelares de la literatura venezolana.
(n.e.)

fotografía: Lisbeth Salas



Charlando con Cervantes - Rafael Cadenas




 Rafael Cadenas, Cada encuentro



sábado, 31 de octubre de 2009

El hilo de Ariadna. De El Cuaderno Elefante, inédito. / De mi cuaderno Cor e Arte. A Oleira Parra / Del cuaderno Páginas de La Antigua / GUARIDA DE LOS POETAS. Antonio Gamoneda: Pero tú eres mi sacramento negro, la última sustancia de mis venas...


 

Aquí vuelvo, una vez más, tozudamente, a dejar rastros en esta bitácora del vivir. Sigo enfrascado en una lucha que, por un lado, me impulsa a practicar lo que Isaak Babel denominó como género del silencio y, por el otro, me empuja a seguir insistiendo, bogando, respirando y rayando papeles en horas de descuido. Transcribo algunas notas halladas recientemente en cuadernos, agendas y hojas sueltas y que me he propuesto ordenar.

Salud!

lacl


De El Cuaderno Elefante, inédito.


El hilo de Ariadna


En el camino de mi vida me ha tocado ver cómo se incrementa un tipo de mujer, cuyo rasgo fundamental pudiéramos calificar como el de un animus exacerbado. Se regodea en la exposición de sus facetas viriles y no oculta el rechazo y aborrecimiento de lo que antigua o clásicamente se tenía por el fino hilar de lo femenino.

Que la mujer había de ser redimida y resarcida por sí misma -en su psique y en la psique del hombre- tras largas centurias de oprobio y discriminación es un hecho que ningún hombre del mundo (que estuviera en su sano juicio) debería rebatir; independientemente de la patente peculiaridad que podemos divisar entre, por una parte, las sociedades regidas por los patrones culturales del hemisferio occidental -pautas de conducta marcadas por una sombra que ciega y fervorosamente aspira a imponer sobre el conjunto el reduccionismo y la unanimidad- y, por la otra, los patrones que conciertan la vida de los pueblos del hemisferio oriental, tan aparentemente divergentes de los de Occidente y tan parecidos en el unánime gusto por el uso de métodos coercitivos (eufemísticamente, designados como didácticos, ductores o correctivos) sobre esa singularidad que es la persona humana. Y no dejan de impresionarme las extraordinarias coincidencias que se suscitan en prácticamente todas las colectividades, en las que un insomne poder instituido lucha por defender un statu quo universalmente caracterizado por exhibir un talante represor del libre albedrío.

Lo asombroso -y lamentable- de esta redención femínea es que, para conquistarla, un grupo tan representativo de mujeres haya tenido que asumir como suyo el “manierismo” del esquema patriarcal, pues ello trajo como consecuencia un descuido o abandono de lo que podríamos denominar parcelas de remanso propias de la interioridad femenina, lo que -a su vez- trajo algo más nefasto: un olvido de sí. Siendo el alma un útero sutil, ¿cómo puede la mujer permitirse, ya no el olvidarse, sino incluso la posibilidad del recordarse? Tampoco deberíamos permitirnos -ni mujer, ni hombre- otro olvido: que en la médula de la palabra recordar, viaja enquistada la voz del corazón.

Acaso el accionar del hombre no le haya dejado otro camino a la mujer, dado que las más diversas expresiones culturales son, como dijimos, eminentemente patriarcales, esterilizadoras y paradójicamente priápicas, claro que en un sentido fálico-enmudecedor de lo femenino; pues el término patriarcal (como todo patrón cultural enmohecido) no trae nuevos ímpetus, no carga retoños, ni transporta simiente; es un bastón infecundo o, cuando menos, un inútil as de bastos. Hace milenios que el patriarca no es más que un falo enamorado de sí mismo.

Pero aquí las nociones de saber, de imaginar, de intuir o presentir tales desatinos, ni aminoran ni atemperan las dimensiones de los daños causados.

Y nadie sabe en dónde yace enterrado el hilo de Ariadna.
















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Hay cierto memorar en el olvido,
esto es,
como un recuerdo
que no necesita recordarse.


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Es bueno saber cómo olvidarse.
A condición de que,
de cuando en cuando,
sepa uno cómo recordarse.



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De mi cuaderno Cor e Arte.

A Oleira Parra

Yo tuve una amiga que lloró a mares (en realidad, la sigo teniendo, aunque ella ya no está aquí)… y lloró a mares, decía, cierta vez que se sentó en un café de Nueva York para tomar su almuerzo.

Mi amiga, mi hermana, que en cierto modo había emprendido una huída para encontrarse, para lavarse de inocencia en virtud de una culpa que ella no forjó, estaba -de pronto- bañada en lágrimas. Las manos. Los ojos. Las manos y los ojos del joven que, como un guerrero solitario, en la mesa de enfrente, levantaba pausadamente bocado tras bocado…

Era un ser extremadamente hermoso y desvalido. Y, sin embargo, una oceánica impasibilidad, como la que nos comunican los mares sin vientos ni corrientes, parecía insuflar su corazón. No se percataba de ser un ser alado. O, al menos, eso parecía.

Mi amiga, mi hermana que hoy ya no está aquí, pero que no se atreve a dejarme porque no quería dejarme, se vio impulsada a salir a trotes del café.

¿Dionisio? ¿Pan? ¿Orfeo?

No lo sé.

¿Acaso Eva, madre universal, erotia redimida?

Menos aún lo sé.

Sólo sé que la pasión marcó ese día. Y que él y ella cruzaron sus miradas, lo cual bastó para que se percataran de estar vivos y felices. Impasible y quemantemente vivos y felices.

Octubre, 2008

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(Texto escrito en una agenda)


Todo punto de vista está irrebatiblemente supeditado a las bondades y miserias que puede ofrecer un punto de mira, un espacio agonizante sosteniendo las plantas de los pies de un ser que se desmaña por conocer la razón de su anonimia.

Pero a mí me luce que nada ha incidido más, en ese divino don de la enunciación de opiniones, que la azarosa circunstancia de tener llenas o vacías las vías digestivas.

Topografía y digestión son divas de nuestro drama.

Y el alma no hace ruido al respirar.


Mayo 14, 2007


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Del cuaderno Páginas de La Antigua



En los últimos tiempos mi cuerpo ha tomado una, no sé cuán sabia, pero sí sé cuán gustosa decisión: la de adoptar poses de baile sobre el lecho, al son que anochece la conciencia.
Me despierto varias veces brevemente, en el transcurso de la noche y me descubro aéreo, flotante, sobre un colchón de aire, con un paso y una pose cada vez distintas sobre un plano que, para nada, es yaciente.
¿Será acaso una fuga que ha hallado mi cuerpo para el encuentro, en medio de este desarritmado y diurno mundo de los hombres?

Páginas de Antigua, Guatemala (Cuaderno de La Antigua, Agosto de 2009)

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Las ciudades son cadalsos, La Antigua un expuesto milagro.

Páginas de Antigua, Guatemala (Cuaderno de La Antigua, Agosto de 2009)

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Proveniencia de las imágenes:

1. La pícara mirada de Gloria, con quien sostuvimos grandes conversas durante nuestra estadía en La Antigua, Guatemala, un paraíso en la tierra…
2. Foto de Isaak Babel.
3. Dos tomas de esa maravillosa mujer que fue Isadora Duncan, emancipada mujer que no cayó en la trampa de representar el papel del hombre.
4. Hestia y Demeter.
5. Una de las hermosas pinturas de Chagall.
6. El nacimiento de Venus, de Botticelli.
7. El volcán de agua visto desde La Antigua, Guatemala.

Y las que siguen. todas de La Antigua, Guatemala.


GUARIDA DE LOS POETAS

Antonio Gamoneda

Pero tú eres mi sacramento negro, la última sustancia de mis venas...

Poema inédito, Antonio Gamoneda

https://www.youtube.com/watch?v=vuGNtMwASg8









martes, 29 de septiembre de 2009

Guarida de los poetas - Sylvia Plath es Lady Lazarus, Anne Sexton, Camaron - Como el Agua, Paul Winter Consort, Ezra Pound Con usura

Dejamos a Sylvia Plath leyendo su poema Fever 103, al lado de otros poetas y músicos. Una de las novelas más estremecedoras que haya leído en mi vida es La Campana de Cristal. Quedé tan estupefacto y empapado en su relato que, a no dudarlo, puedo decir que fui otra persona luego de culminada esa pesadilla en la que con ella me imbuí. Luego fue que vine a sumergirme en su poesía. Es palabra que estremece. Vibración permanente, sin descanso. Un ser vivo que en realidad no quería morir, no quería cercenar sus latidos…

“…Amor, amor, el humo a baja altura ondula
a mi alrededor como las bufandas de Isadora…”

…pero que no pudo evitarlo…

(lacl)


Sylvia Plath Lady Lazarus


Fever 103



Pure? What does it mean?
The tongues of hell
Are dull, dull as the triple

Tongues of dull, fat Cerberus
Who wheezes at the gate. Incapable
Of licking clean

The aguey tendon, the sin, the sin.
The tinder cries.
The indelible smell

Of a snuffed candle!
Love, love, the low smokes roll
From me like Isadora’s scarves, I’m in a fright

One scarf will catch and anchor in the wheel,
Such yellow sullen smokes
Make their own element. They will not rise,

But trundle round the globe
Choking the aged and the meek,
The weak

Hothouse baby in its crib,
The ghastly orchid
Hanging its hanging garden in the air,

Devilish leopard!
Radiation turned it white
And killed it in an hour.

Greasing the bodies of adulterers
Like Hiroshima ash and eating in.
The sin. The sin.

Darling, all night
I have been flickering, off, on, off, on.
The sheets grow heavy as a lecher’s kiss.

Three days. Three nights.
Lemon water, chicken
Water, water make me retch.

I am too pure for you or anyone.
Your body
Hurts me as the world hurts God. I am a lantern——

My head a moon
Of Japanese paper, my gold beaten skin
Infinitely delicate and infinitely expensive.

Does not my heat astound you! And my light!
All by myself I am a huge camellia
Glowing and coming and going, flush on flush.

I think I am going up,
I think I may rise——
The beads of hot metal fly, and I love, I

Am a pure acetylene
Virgin
Attended by roses,

By kisses, by cherubim,
By whatever these pink things mean!
Not you, nor him

Nor him, nor him
(My selves dissolving, old whore petticoats)——
To Paradise.

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http://www.youtube.com/watch?v=esBLxyTFDxE
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Anne Sexton

http://www.youtube.com/watch?v=UfvS_fgbuDI

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Camaron - Como el Agua

http://www.youtube.com/watch?v=C3D4DG5ztaQ

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Paul Winter Consort

http://www.youtube.com/watch?v=HEdh2jXDe5I
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Ezra Pound Con usura

https://www.youtube.com/watch?v=xn6r2Nm0ZMo