Ando
desconsolado. Algunos me dirán que es por una tontería, pero no lo es. Que hay
cosas más importantes, podría ser, pero en el fondo no las hay. Hoy se me ha
deslizado de las manos, mientras andaba por la calle, un queridísimo tomito de
bolsillo con poemas de Ryōkan, monje budista zen japonés que trazó su vida
entre 1758 y 1831. Era un libro de cabecera para este servidor, edición
sencilla y económica que me traje de Bogotá hace pocos años, el que desplegaba
poemas despojados de todo afeite o rebuscamiento, cual pinceladas que dan
cuenta de la llaneza que se regala a manos llenas en el mundo natural del que
lo humano forma parte. Nunca lo leí en orden, ni lo hubiera pretendido, eso me
resultaba un contrasentido. Simplemente, abría una página y no había día en que
de ese infinito mundo de lo mínimo, de la escaso, de una pobreza colmada de
inasibles caudales no brotara algún magnifico regalo para el alma.
Muy
poco fue lo que de él transcribí. Voy a dejar tres de esas pinceladas suyas
aquí…
1.
A
veces me siento, silencioso,
a
escuchar el sonido de las hojas que caen.
Que
tranquila es, de verdad,
la
vida de un monje,
alejada
del mundo y sus asuntos.
Mas,
entonces, ¿Por qué derramo estas lágrimas?
Soy
tan consciente de la irrealidad de todo.
Una
por una las cosas de este mundo van pasando.
¿Por
qué sigo llorando su pérdida?
2.
Deja
a un lado tu loca fiebre de buscar oro y joyas.
Para
ti tengo algo mucho más precioso.
Una
luminosa perla que brilla más que la luna o el sol
e
ilumina cada uno y todos los ojos.
Si
la pierdes te sumirás en un mar de dolor;
si
la encuentras llegarás a salvo a la otra orilla.
Gratis
le mostraría este tesoro a cualquiera,
pero
casi nadie pregunta por él.
3.
Mis
poemas no son poemas.
Cuando
comprendas
que
mis poemas no son poemas,
entonces,
podremos hablar de poesía.
.
Ryōkan,
poeta zen (1758-1831)
Tomado
de “Gotas de rocío sobre una hoja de loto”, Editorial Norma, Bogotá, 1998
Ryokan #1 from James Tate on Vimeo.
Tras la pérdida, me puse a buscar algunas cosas suyas en la red...
初時雨名もなき山のおもしろき
hatsu
shigure / na mo naki yama no / omoshiroki
Lluvia
primera
de
invierno, montaña
sin
nombre (atrayente)
(Trad.
de Alberto Silva)
La
primera llovizna
una
montaña sin nombre
¡qué agradable!
(Trad.
de Juan Manuel Cuartas Restrepo)
Primeras
lluvias
en
el monte sin nombre,
¡oh, qué agradable!
(Trad.
de Teresa Herrero y Jesús Munárriz)
Primera
lluvia de invierno
en
la montaña sin nombre
¡qué
seductora!
(Me atrevo a dejar una versión
de este servidor…)
.
Otra maravilla del crisol imaginario
El ladrón dejó atrás
la luna
en la ventana
http://www.youtube.com/watch?v=GUWZ3ZZ7WAQ
.
Otra maravilla del crisol imaginario
El ladrón dejó atrás
la luna
en la ventana
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