Mi heterodoxia se impuso desde la
infancia, cuando un cura y dos preocupadas señoras no lograron sacarme un solo
pecado del alma... Se trataba de mi primera comunión, a la que no me
consultaron si deseaba yo comparecer o si me sentía preparado para ella. Luego
de un concienzudo examen de conciencia se me ocurrió el exabrupto de expresar
que no tenía nada que declarar ante el párroco, ni de palabra, pensamiento u
obra. El cura me devolvió del confesionario. Y una airada señora, preparadora o
catequista, me decía recriminarte: ¿cómo que no tienes pecado? ¡Claro que has
de tener alguno!
No señora, le respondí, se lo juro (el
simple hecho de pensar feamente acerca de alguien o con odio me parecía una
cosa horrenda).
- Allí está, andas jurando en falso.
- Que no se me ocurre nada de lo que
usted me pide que confiese.
Y así fuimos alargando el combate,
hasta que ella me dijo: pues, entonces, invéntate algún pecado, dile al cura
que has dicho una mentira, que pecaste de pensamiento, palabra y obra. Eso le
dije al sacerdote, quien -satisfecho- me envió de nuevo con las preparadoras,
con la tarea expiatoria de rezar arrodillado treinta padrenuestros y treinta
avemarías que lavarían mi indecoroso espíritu. Y eso me marcó para toda la
vida...
Nunca me sentí mejor retratado cuando, años después, leyera yo el Demian de Hesse…
Nunca me sentí mejor retratado cuando, años después, leyera yo el Demian de Hesse…
Inscripciones en el dolmen, Cuaderno de notas…
(11 / 02 / 2013)
La imagen de arriba. Nota original de la fuente: "...A boat bringing the souls over the water to Purgatory, escorted by an angel. Divina Commedia, Italy, N. (Emilia or Padua), late 14th century, London, British Library, Egerton MS 943, f 65r..."
La imagen de arriba. Nota original de la fuente: "...A boat bringing the souls over the water to Purgatory, escorted by an angel. Divina Commedia, Italy, N. (Emilia or Padua), late 14th century, London, British Library, Egerton MS 943, f 65r..."
1 comentario:
He sonreído al recordar una situación semejante, pero yo ante la insistencia decidí mentir y salir corriendo mientras me juraba no volver a la iglesia.
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