El poeta
El pasado,
escrito para ti,
fue un ardor de susurros, de memorias, de olvidos,
en suma, una palabra rielando el contacto con los nombres,
una guía para la lujuria de la poesía,
reverberante siempre en la cara de las cosas
Abandonar el camino era tu sino
y un constante orillamiento
para poder tallar la piedra prístina
que revelaba un desamparo
Arte,
arte primordial
Necesitabas conmemorar la luz
en el beso que postrabas ante un sagrario arrobador
Supiste de la duda
Sedujiste a la luna y ella te sedujo a ti
Contemplabas las cosas
a la luz de una flor
que no había nacido en ti,
pero más real y promisoria
que los atributos de lo real
Le prendiste una vela al tú de toda incertidumbre,
con la esperanza de que conmoviera al desengañado orgullo
Y el deseo fue un instrumento de tu pecho,
el hallazgo de una verdad en el poema y en la soledad,
padre y madre de tu otro acontecer…
Pero a pesar del profundo arrobamiento
que te causaba su presencia, nunca te aventuraste a sujetarlo
Te dejaste tomar por una membrada memoria, rara avis
Ella te tocó al irradiarte de sueño
en la más absoluta oscuridad,
plenando de cielo tu cuerpo.
Fuiste su presa,
pero no te envaneciste demasiado,
porque apostabas al fracaso
Una fortuna te signó de descreimiento
Te parecía el mundo vano y todo aromado de contradicciones,
el polen de la lengua, un collar arrebatado al César,
regodeos del lenguaje para loar ingenios
Pero la poesía fue inseparable Beatriz
de tus designios, proeza lúdica del verbo
en medio de una sombra que devoraba todo lo solar
Pobre era la luz, pobre la limpidez de mil imágenes
cruzando un cielo ensimismado ante una desprevenida extrañeza
El coloquio de las flores fue una fiesta de lo efímero,
mientras la noche lamía tus heridas
Tu penitencia fue la adoración
Adoraste las palabras, su olvido
y la dicción de mundos imposibles,
adoraste su anonimato y orfandad,
la elegancia de su tímida elocuencia,
su vuelo expurgatorio,
su poder develatorio,
su disfraz encantatatorio
Y nunca dejaste de tener presente
que crear un poema es tan plausible
como ajusticiar a una paloma
.
© lacl, texto añejo, nacido de la canibalización.
—
Bach - La Pasión según San Mateo - Karl Richter
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