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miércoles, 31 de julio de 2019

Jorge Orendáin LOS RECHAZADOS (de la UdeG) / Hubo un tiempo, lacl


Jorge al centro, en un encuentro de poetas en Zamora 2012
(Le custodian Winston Morales Chavarro -izquierda- y Camilo Sánchez -derecha-)



Un texto poético en alza contra las injusticias y una glosa que tuvo esa lectura como acicate.
Salud!
lacl

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Jorge Orendáin (México)

LOS RECHAZADOS (de la UdeG)

Los rechazados callan.
El rechazo es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los rechazados buscan en otras prepas,
los rechazados son los que abandonan,
son los que cambian de examen, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de salir en listas,
no encuentran, buscan.
Los rechazados andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan el rechazo de la UdeG.
Les preocupa el rechazo. Los rechazados
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo a otras escuelas,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de salir en listas.
El rechazo es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los rechazados son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los rechazados son la ira del calendario.
Tienen kárdex en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como kárdex para humillarlos.
Los rechazados no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los de las incorporadas.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el examen.
Encuentran influyentes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un centro universitario.
Los rechazados son locos, sólo locos,
sin maestro y sin director.
Los rechazados salen de sus secus
temblorosos, hambrientos,
a cazar prepas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que estudian a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el rechazo
como una lámpara de inagotable aceite.
Los rechazados juegan a pasar pruebas,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del rechazo.
Nadie ha de consignarse.
Dicen que nadie ha de consignarse.
Los rechazados se avergüenzan de toda conformación de listas.
Vacíos, pero vacíos de una a otra escuela,
el examen les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que conserjes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a prepa recién creada,
a maestras que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a alumnos de mano tierna y a cocinas.
Los rechazados se ponen a cantar entre labios
una lección no aprendida,
y se van leyendo, leyendo,
la ingrata lista.

*******

Hubo un tiempo.

Hubo un tiempo en nuestra tierra de gracia, Jorge, en que el leit motiv o pesadilla rectora de nuestras oleadas de nuevos bachilleres era ese rechazo. Fatum o desgracia, era un envite o reto con el que tenía que lidiar el papaíto “estado” de la zarandeada democracia, si pretendía realmente incorporarse al concierto de naciones cuyos sistemas pueden darse por logrados en materia de justicia colectiva. Pero no. Llegó, una vez más, el caudillaje totalitario y raptor, y con él todo se vino al traste. Por supuesto, que la culpa originaria reside en una clase gobernante envilecida y encantada por la riqueza fácil, el espejismo de una riqueza petro-saudí y la era del “mayami-nuestro”. Ellos sembraron la semilla de la discordia. Y bien merecido se tienen el haber salido por la puerta trasera entre escupitajos e imprecaciones. Pero resulta que muchos de ellos (los más) entraron de nuevo y de inmediato por la puerta grande, con sus mimos y recién cosidas sotanas de revolucionarios de ocasión. Le llamaron chiripero cuando apenas eran protoplasma. Pero una vez que cuajara el caldo, volvieron por las suyas tras la faz de un dadivoso y socialistosamente prometedor Rey Luis XIV, vociferando a diestras y siniestras “El Estado Soy YO”. Y aquí lo tenemos, esa maravilla tuya sintetiza el nuevo statu quo de nuestro pomposo Siglo XXI.
Recojo una frase:

“…El rechazo es la prórroga perpetua…”

Con una sutil aunque no pequeña diferencia: prórroga y rechazo ahora es de todos y para todos.

Va mi abrazo.
la



Post Scriptum anticipado.-
Espero que mi comentario no sea masticado y digerido a la luz de la ilusoria lucha entre el neo-imperialismo o capitalismo salvaje y la altruista maquinaria de moler carne humana en que se han convertido casi todos los movimientos de izquierda. Vivimos en el reino de un nuevo Maniqueo. Un Maniqueo plutocrático al que todos siguen, desde la margen derecha como desde la margen izquierda. Eso es la modernidad, grosso modo; un mundo en el que los maniqueos ya no saben quién fue Maniqueo, pero ejecutan a perfección una nueva “aplicación” de su método. Tomaron el esqueleto del maniqueísmo y lo transfiguraron en un modus operandi cuya esencia radica en predicar un credo, cualquiera que sea, en el que no existe la antítesis. Se toma una tesis, se la convierte en dogma inamovible, no harán falta, entonces, antinomias y su credo se convierte en síntesis. Quien crea que el mundo se debate entre capitalismo y comunismo está lamentablemente “fuera de escena”. No se ha percatado de que la lucha entre comunismo y capitalismo no es más que un fuego fatuo. Quienes dirigen los sistemas socialistas o comunistas son tan amantes del dinero como el más furibundo de los capitalistas.


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