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viernes, 25 de mayo de 2018

Una glosa absolutamente redentora, LA REDENCIÓN DE FAUSTO, Ramos Sucre. / Mozart, Réquiem en re menor K626. Karl Böhm





Una glosa absolutamente redentora de la figura de Fausto. Es un texto que, con increíble concisión, traza un derrotero alternativo ante las consabidas tentaciones del mal de que Fausto es objeto.

Por otra parte, es un intento de búsqueda de la figura femenina. En esta apretada glosa poética se cumple lo que afirmara Robert Graves en La Diosa Blanca: que en todo verdadero poema se canta a la Diosa. Y ella se manifiesta al final para apagar la lámpara de Fausto, lo que abre un abanico de hipótesis.

Y, como le dijera una vez a un amigo, vaya ironista que fue Ramos Sucre, al decir que Mefistófeles fue un antecesor de Hegel. Un punto de vista coincidente con el que manifestara Bertrand Russell con respecto a la dialéctica hegeliana, madre (a su parecer) de muchos de los grandes males de la modernidad...
Salud!
lacl

LA REDENCIÓN DE FAUSTO - JARS - El cielo de esmalte. 1929

Leonardo da Vinci gustaba de pintar figuras gaseosas, umbrátiles. Dejó en manos de Alberto Durero, habitante de Venecia, un ejemplar de la Gioconda, célebre por la sonrisa mágica.

Ese mismo cuadro vino a iluminar, días después, la estancia de Fausto.

El sabio se fatigaba riñendo con un bachiller presuntuoso de cuello de encaje y espadín, y con Mefistófeles, antecesor de Hegel, obstinado en ejecutar la síntesis de los contrarios, en equivocar el bien con el mal. Fausto los despidió de su amistad, volvió en su juicio y notó por primera vez la ausencia de la mujer.

La criatura espectral de Leonardo da Vinci dejó de ser una imagen cautiva, posó la mano sobre el hombro del pensador y apagó su lámpara vigilante.



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Mozart, Réquiem en re menor K626. Karl Böhm



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