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Una sanación,
la de Hipócrates, que aspiraba a darle mayor crédito a la observación y al
método científico. Sin embargo, no estaba reñida con el cosmos, por lo que
puede inferirse del fragmento que agregamos más abajo.
La sanación
religiosa que se centraba en la gracia de Asclepios, se basaba en otros dones,
el conocimiento de las plantas medicinales y, si se quiere, una sanación basada
en una primitiva psicoterapia, pues en los templos de Asclepio se revelaban los
sueños o visiones del paciente a los sacerdotes iniciados, los únicos
autorizados para la correcta interpretación de tales sueños, y quienes
orientaban los pasos a seguir para un proceso de restauración.
En algunos de
esos templos de sanación también se utilizaban “perros sagrados” para lamer las
heridas de los enfermos y suplicantes. Hoy son muchos los sanadores que dan fe
del signo sanador de este arcaico procedimiento.
lacl
“…Esa enfermedad
que llaman la “enfermedad sagrada”, se origina a partir de las mismas causas
que las demás, de cosas que se acercan y se alejan, es decir, del frío, del sol,
de los vientos que cambian y que nunca son estables. Estas son cosas divinas,
de modo que en nada hay que distinguir a esta dolencia y considerar que es más
divina que las restantes, sino que todas ellas son divinas y humanas. Cada una
tiene su naturaleza y su poder en sí misma, y ninguna es desesperada ni
intratable.
La mayoría pueden
remediarse mediante esas mismas cosas en las tienen su origen. Porque una cosa
le es alimento a otra, pero en otras ocasiones es su destrucción. Eso, desde
luego, debe saberlo el médico, de modo que, distinguiendo el momento oportuno
de cada cosa, dé y aumente el alimento en un caso, y se lo disminuya y niegue
en otro. Es preciso, pues, tanto en ésta como en las otras enfermedades, no
aumentar las dolencias, sino eliminarlas, administrando lo más contrario a la
enfermedad en cada caso, y no lo más afín. Pues con lo afín se desarrolla y
aumenta, y por efecto de lo contrario se consume y extingue.
Aquel que sabe
producir lo seco y lo húmedo, lo frío y lo caliente entre los hombres, mediante
la dieta, ése puede curar también esta enfermedad, si reconoce los tiempos
oportunos para los tratamientos adecuados, sin purificaciones ni magia, ni toda
la charlatanería de ese estilo…”
Hipocrates, Tratados
hipocráticos. Biblioteca Básica Gredos.
* La
enfermedad sagrada, Morbus Sacer, epilepsia.
Asclepios
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