Algunos
fragmentos del Tao-Te-Ching, de Lao Tse. Uno de los inestimables valores de la humanidad. Palabras que apuntan al centro de un silencio interior que hoy es negado a mansalva. Provienen de la versión de Caridad
Díaz-Faes, Ediciones Morata, Madrid, 1980.
*****
Imaginemos
que gobierno un pequeño país de pocos
habitantes.
Mis
súbditos tendrían embarcaciones que no utilizarían.
Les
enseñaría a temer a la muerte y a no alejarse.
Por
muchos carruajes que hubiese, no viajarían en ellos.
Aunque
tuviesen armas y corazas, no las mostrarían.
Les
llevarías de nuevo al uso de cuerdas con nudos (en
lugar
de escritura).
Encontrarían
sabroso su alimento;
Ricos
sus vestidos;
Cómodas
sus casas;
Felicidad
en sus costumbres.
Aunque
los reinos vecinos se hallasen tan cerca
Que
pudiesen oír el ladrido de los perros y el canto de
de los gallos,
los
hombres de este pequeño reino no desearían nunca
abandonarlo.
*****
Gobierna
un gran Estado como asarías un pez pequeño;
con
suavidad.
Deja
que Tao reine en el mundo y los espíritus perderán
su
mágico poder.
No
porque sigan siendo poderosos,
Sino
porque su poder no dañará a los hombres.
Ellos
no dañarán al hombre,
Y
el poder del sabio no dañará al pueblo.
Como
nadie daña a nadie,
La
virtud residirá en ambos.
*****
El
sabio que no posee un “yo” propio;
Hace
del “yo” ajeno el suyo.
Con
el bueno obra bien,
Con
el malo obra bien,
Y
así alcanza el bien.
Con
el justo es justo,
Lo
es también con el injusto,
Y
así alcanza la justicia.
El
sabio vive en paz y reina en la llaneza.
Y
cuando todos le miran y escuchan
Considera
a todas las criaturas como una madre a sus propios hijos.
*****
El
mejor soldado no es violento.
El
mejor guerrero no es cruel.
Un
gran conquistador no combate.
Un
gran general se mantiene debajo de sus hombres.
Esta
es la virtud de la no-violencia.
Este
es el modo de conducir al hombre.
Esta
es la suprema unión con el cielo.
*****
No hay comentarios.:
Publicar un comentario