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miércoles, 9 de abril de 2008

Bajo un mismo cielo. Cuestión de generaciones.












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Bajo un mismo cielo. Cuestión de generaciones.
Comentario y Correspondencia en torno a un espinoso tema.


El vertiginoso ascenso de visitas al blog cubano Generación Y tiene (si es que los tiene) pocos precedentes. Recibe miles de visitas a diario la referida esquina cibernética. El gobierno de la isla se ha visto obligado a pinchar el sitio para que tal esquina de opinión abierta a todo mundo, no pueda ser vista, al menos, por los propios cubanos de isla adentro. Nada nuevo bajo el sol. Invito a quienes se preocupan por temas tales como libertad individual versus absolutismo estatal a que visiten ese blog (lo he añadido a mis enlaces, arriba y a la izquierda de la pantalla, frente al espectador), en el que se permite la entrada de todo aquel que quiera manifestar su opinión. El sitio acaba de ser galardonado con el Ortega y Gasset de periodismo digital. No es una casualidad que quienes abogan por cerrados sistemas de gobierno sean los más malcriados e insultantes, a la hora de presuntamente defender posiciones personales o ideológicas en los foros abiertos en el referido blog (acotemos que quienes afirman defender un sistema abierto de gobierno con un lenguaje soez y actitudes de clanes cavernarios son, en el fondo, todo lo contrario de lo que predican y resultan ser al final, seres perfectamente idénticos a quienes pretenden antagonizar). Yo, en lo personal, he profesado sempiternamente una innata repugnancia al culto por las ideologías, en el sentido que la moderna barbarie dio a esta palabra cuando se la pluraliza, esto es, como lo perfectamente antitético de toda creatividad. Una de las nefastas consecuencias que nos ha legado el apego a las ideologías es un desmedido culto por la "especialización", dando como producto a individuos des-individualizados, seres segmentados y, para colmo, disgregados de la colectividad, no importa cuán hacinados se les vea marchar por las calles del mundo. La ideología, en su sentido originario, es ("fue", provocaría decir) estudio genético de las ideas; pero en la modernidad se ha instituido la adopción de “ideologías” -así, en plural- como si simplemente se tratara de un inocente pasear de los ojos ante un variadísimo catálogo de puntales de los más diversos fanatismos. Muchas personas presumen defender una inamovible premisa originaria o una estentórea verdad ulterior, cuando lo que sumariamente hacen es defender un disparate pergeñado por un grupito de chiflados que, se dice, fundaron tal o cual ideología.
Debo señalar que, a la par, he cultivado un amor por la idea sin más, la imaginería que se regodea en el vagabundear, la idea que nace sin los cegadores excesos de un discurrir que aspira a organizarlo todo, lo que ni es lo mismo, ni se escribe igual. Por desgracia, la ideología (regresando a su singularidad) es siempre acechada por el lobo del fanatismo y la sierpe de la maquinación de cofradías en perjuicio de la común ciudadanía; en suma, acaba siendo vícitma de un padecimiento que niega la labranza de la idea. Bien. En la última opinión que ha dejado Yoani Sánchez en su blog, que así se llama la autora de sus días, aborda el tema de la educación paternalista que pretenden invariablemente instrumentar los estados totalitarios. Obviamente, ella habla de lo que sucede en su Cuba natal. Cualquier semejanza con el nuevo panorama educativo que el gobierno de la hora pretende imponer en Venezuela, obviamente, tampoco es otra casualidad. Nada es casual en los sistemas opresivos de la individualidad humana. Así que reproduzco más abajo la glosa a que me he referido y, antes, un intercambio de misivas por medio del cual un amigo me permitió entrar en contacto con la reseñada página de Yoani Sánchez, ciudadana del mundo…
11 de abril. Addenda a mi texto del 9 de Abril. Ayer Yoani ha dejado un breve texto titulado La utopía impuesta, todo un lacónico canto a ese derecho que debería tener todo ser humano de vivir su propia vida y conforme a su libre albedrío, claro, siempre bajo la premisa de no violentar el derecho de los demás. No debería ser una aspiración tan complicada de alcanzar. Yoani no pide más y nosotros la acompañamos en esa esperanza. Mientras tanto, un trío de aviones F-16 cruza el cielo caraqueño para conmemorar aquello que no fue...

Imagen 1: El cielo es de todos. Desde el techo de la hermosa y gratamente recordada morada que tuvieran los queridos Salvador Garmendia y Elisa Maggi en Villa Croacia, Litoral Central de Venezuela. lacl ©
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Imagen 2: Desamparado resguardado. Caracas. lacl ©
Los olvidados disponen, a veces, de un protector coro de ángeles...
Como dijera Ezra Pound, “mientras más conozco al hombre, más quiero a mi perro”
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Correspondencia – Generación Y
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From:
Luis Contreras

Date: Apr 8, 2008 7:54 PM
Subject: Re: generación "y"
To: X
Sí X. Lo que más me preocupa es que los venezolanos, a quienes en buena parte nos define algo así como una volatilidad en lo que respecta a tomas de posición (¿implicarán ellas una toma de conciencia?), no estamos acostumbrados a la "constancia" como un elemento vital del ejercicio ciudadano. En una hora, mostramos una determinación extrema, indoblegable, cuasi teutona y, a la hora siguiente, no sabemos cómo nos llamamos, ni por qué vinimos, ni hacia donde iremos, para remedar a Gerbasi. Para nosotros (grosso modo) la constancia es un signo que, en cierto modo, puede convocarnos a la abulia que ocasionan las prácticas rutinarias; pero sucede que constancia es una fuerza que no se ha de llevar en las indumentarias, sino en lo más profundo de la memoria individual y colectiva. Hay pueblos que se han “salvado” en virtud de su apego a la constancia. Valga decir que, en muchos casos, son las situaciones extremas las que, acaso, hayan contribuido al desarrollo de tal constancia colectiva. Lo mismo puede valer para un individuo. Pero cuando de lo que se trata es que habiendo una secta incautado el poder y que con él pretenda avasallar al resto de la colectividad, lo que uno rogaría es que, en el seno de cada conciencia, fuese perentorio que constancia brotara de manera unánime y afín. No sé si estoy equivocado, pero creo que nuestra comunidad se encuentra, en este instante, en el punto bajo del vaivén de ese tobogán de sutilezas que, como he dicho, nos define. Lo que primero me viene a la mente es dispersión, gaseosa volatilidad, derrotero del que no quiere ver o enfrentar algún peligro, agotamiento del que denodadamente tiene que plantársele a un terco. En tanto que los fanáticos, aquellos que defienden banderas a capa y espada, los testarudos per se, aun siendo minoría, mantienen entre sí la cohesión, a pesar de su falta de asidero, de sedimentación, de basamento. Y tienen las de ganar las cuadrillas de intransigentes, de los que gozosos forman filas y amenazan con arremeter contra las gentes y sus bienes, contra todo lo estatuido, contra sus propias casas e, incluso, contra la misma naturaleza, si fuera necesario, con tal de imponer sus manidos y contrahechos “criterios”. A los clanes muy poco les importa la aspiración al libre albedrío del sujeto “soñador” que se contentaría con que le permitiesen vivir conforme a su fuero interior. Para los clanes, el resto de los mortales somos ovejas o corderos, para ser pastoreadas o sacrificadas, cada cosa en su momento. En fin, creo que el estudiantado universitario venezolano ha cumplido un momento estelar en el periodo que va de abril de 2007 hasta diciembre de 2008, cuando fungió de ángel de la buena conciencia tras las orejas del resto del país. Me preocupa, sí, que ese estudiantado esté sumido, con el resto de la población, en lo más bajo del péndulo de provisionalidad de que hago mención. En todo caso, creo que lo importante es mantener la vela erguida y la mano firme sobre el timón. Espero que muy pronto surja, de manera espontánea -como recién sucedió- una expresión verídica de lo que, a pesar de todo, creo que alienta en nuestro substrato psíquico, esto es, una necesidad de sacudirse la voz de un enfermo que se ve ganoso de contagiarle su peste, una necesidad de abortar las prédicas del lunático que pretende enquistarse en su seno. En lo que a nosotros respecta, no queda otra opción que seguir sumando nuestros modestos granos de arena.
Un abrazo.

Luis Alejandro.
P. D. No he tenido el tiempo suficiente como para orquestar algunas ideas en torno a lo que planteas, pero espero poder hacerlo y cumplir tal cometido en las fechas venideras. Es perentorio.
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From: X

Date: Apr 8, 2008 3:44 PM
Subject: generación "y"
To:
Luis Contreras
Luis: En su artículo de hoy, titulado "Incubar mediocres", Yoani Sánchez aborda el problema de la educación en Cuba y resalta el hecho de que el índice académico ya no cuenta a la hora de seleccionar a quienes desean estudiar exigentes carreras, pues ha cedido su lugar a la "conducta ideológica y patriótica". ¿No le encuentras similitud con el fulano currículo que se quiere imponer aquí? Por lo visto, la imitación a rompe y rasga del decadente régimen cubano sigue en su apogeo. Creo que este artículo debe hacérsele llegar a quienes tienen hijos en edad escolar para que cobren conciencia de lo que les espera a la vuelta de muy poco tiempo. Saludos, X.
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From:
Luis Contreras

Date: Apr 7, 2008 12:40 PM
Subject: Re: En el texto.
To: X
Gracias X. Así lo haré. Primero quiero familiarizarme bien con su página. La voy a añadir a la lista de enlaces de mi blog y luego se la envío a mi lista de direcciones, que ya suma unas mil direcciones o un poco mas...
Con respecto a la traducción de los poemas, Z no me ha enviado los suyos. No sé si hay el tiempo suficiente. Si es posible hablemos esta tarde por teléfono. Dime, a qué teléfono puedo llamarte…
Un abrazo.
Luis Alejandro

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From: X

Date: Apr 5, 2008 10:42 AM
Subject: En el texto.
To: Luis Contreras
Luis: La noticia del día es que la cubana Yoani Sánchez, autora del blog que te mandé en archivo adjunto (Generación Y) acaba de ganar el premio Ortega y Gasset de periodismo digital, lo cual la convierte en una figura mundial, lejos de las esperadas represiones. Es momento entonces de difundir sus textos, muy claros en cuanto a lo que es la situación actual de Cuba, donde los esfuerzos de la juventud cubana parecen abrir un espacio de esperanza posible para el futuro inmediato. Saludos. X.
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From:
Luis Contreras

Date: Apr 3, 2008 5:00 PM
Subject: Re: traducción
To: X
Hola X: es apenas hoy cuando puedo entrar a este correo. Alguien se ha robado el tiempo. Con gusto comienzo a revisarlos esta noche. Ya entrare en el blog, disculpa que escriba sin acentos.
Un abrazo
Luis Alejandro
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From: X

Date: Apr 1, 2008 10:38 AM
Subject: Desde Cuba
To:
Luis Contreras
Luis: El domingo salió en El Nacional un reportaje sobre la actividad que vienen desarrollando los jóvenes en Cuba. Han logrado eludir la censura y están haciendo planteamientos muy interesantes. La más destacada es esta muchacha, Yoani Sánchez, cuyo perfil y fotos te envío. Escribe muy bien, con mucha agudeza e ironía y está dando mucho que hablar en todas partes. Su blog, Generación Y, está en la red, búscalo con google. Creo que vale la pena difundir sus escritos, son bastante ilustrativos de la situación actual de Cuba y valdría la pena que nuestros compatriotas se enteraran de lo que nos espera si seguimos por el camino que vamos. Un saludo, X.

Generación Y

Incubar mediocres

Escrito por: Yoani Sanchez en General , Abril,8,2008



En la secundaria donde estudia mi hijo tuvimos una reunión de padres que duró tres horas y casi termina en una pelea. La directora del centro escolar leyó la resolución 177 del Ministerio de Educación aprobada en diciembre pasado, donde se establece que el índice académico ya no será determinante a la hora de proseguir estudios en la enseñanza media superior. Los que tengan más altas calificaciones no saldrán premiados con las mejores plazas en preuniversitarios de ciencias exactas, escuelas de arte o tecnológicos de informática y comunicaciones, sino que el tamiz de la selección beneficiará a los más “integrales”.
El conocido escalafón que se confeccionaba a partir de las notas acumuladas durante los tres cursos de la secundaria, ha dejado de existir. En su lugar, el profesor tiene la potestad de asignar –a dedo- quién estudia cada especialidad. Los nueve parámetros que, según el nuevo método de calificación, hacen la integralidad de un joven, son:
1. Asistencia y puntualidad
2. Actitud ante el trabajo
3. Actitud ante el estudio
4. Disciplina
5. Uso adecuado del uniforme y de los atributos pioneriles
6. Manifestaciones y actividades político-patrióticas
7. Participación en actividades culturales y deportivas
8. Cuidado de la propiedad social y del medio ambiente
9. Relaciones humanas

El punto seis es suficiente para disparar las alarmas, pues abona el terreno donde crecerán fortalecidos el oportunismo y la simulación.
La inquietante reunión ocurrió en los mismos días del Congreso de la UNEAC, donde varios delegados criticaron el estado de la educación cubana y de la formación de valores. Por un lado, se exige que se fomente el talento y la creatividad y por otro, los férreos límites de la ideología segregan a los que piensan diferente.
No me preocupo tanto por mi hijo, pues en los dos años que le quedan para acceder a otro nivel de enseñanza puede ser que ya la impopular medida no exista. Sin embargo, me asusta una Nación donde no se premia el talento, sino la incondicionalidad ideológica; donde un estudiante que participa en una demostración política, puede ser mejor evaluado que aquel que domina los contenidos; donde las propias instituciones escolares señalan, como más atractivo, el camino de las máscaras.

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