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domingo, 17 de octubre de 2021

EL MITO VERSIFORME, José Antonio Ramos Sucre. / Dos cartas y algunos consejos de José Antonio Ramos Sucre para su hermano Lorenzo. / El lamento de Dido, Purcell. Soprano, Simone Kermes.



Helena,  Dante Gabriel Rossetti


Con respecto a las cartas personales que dejan para la memoria artistas y escritores, entre otras personas por las que el ser humano pueda sentir afectiva admiración, siempre he sentido una contradicción. Es como un camino de dos vías por los que transitan sentimientos encontrados. Quizás ello se deba a que hay personas que escriben una carta como si fuese o estuviese destinada no solamente al receptor de la misiva, sino que nos queda la impresión de que esas palabras hubieran sido escritas pensando en su paradero o en una posible divulgación o entrega a terceros. Las cartas de Rilke, por poner un ejemplo, dirigidas al joven Franz Kappus, son joyas literarias de tal naturaleza que parecieran haber sido escritas para el lector de mañana. No veo algo criticable en eso puesto que el poeta, el artista, el filósofo y hasta el pedagogo tienen derecho a diseminar sus creencias en la misiva personal. Pero hay cartas en las que habiendo sido expuestos contenidos de naturaleza inherente a su oficio, también incluyen pasajes y referencias a la vida cotidiana o mundana y, por supuesto, sucesos o mentideros propios de una vida personal. 


Las cartas de Ramos Sucre son,  eminentemente, misivas dirigidas a su destinatario. No fueron (ésa es mi opinión) escritas pensando en un  tercer o cuarto lector. De allí que siempre haya sentido algo de pudor al revelar algunas de sus cartas en los espacios de este blog. Fueron publicadas en libro, así que no cometo una infidencia y, sin embargo, ese pudor no deja de atacarme. Es un poco lo que puede suceder con cartas de otros escritores como, por ejemplo, Kafka. Siento algo de piedad por esa vida personal que, como lectores, a veces tomamos en nuestras manos y en nuestra psique, sin darnos cuenta de que nuestra actitud se asemeja un tanto a la de una disección. 

Siempre tomo estos materiales con un sagrado y reverencial respeto por la vida allí vivida. 


La pregunta que nos hizo el amigo poeta Anthony Alvarado, sobre el origen de un fragmento extractado de una carta de JARS a su hermano Lorenzo, me ha impulsado a colocarla acá completa, amén de otros escritos personales dirigidos a Lorenzo. Y en las manos de todo hipotético lector, con reverencial respeto lo legamos.


Pero no haremos esto sin antes agregar una de esas maravillas verbales de Ramos Sucre, un texto que nos lleva a pensar en aquel poeta de Troya, aquel poeta de la ciudad perdida o destruida y de las vidas borradas de la historia, por el que alguna vez clamará el poeta palestino Mahmoud Darwix. Aunque en la glosa de Ramos Sucre esa figura acaso encarne en la persona de una secuestrada Helena de una sacrificada Ifigenia. 

Salud

lacl

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EL MITO VERSIFORME

Unas sombras ilusorias frecuentan el palacio de Helena y desaparecen furtivamente de su mirada crítica. Emiten unas voces casuales y provocan recuerdos infelices.

Helena se lamenta de haber atravesado indemne las llamas de Troya derruida y se promete sinsabores y reprensiones al asentarse de nuevo en su morada. Adivina en la fisonomía de las mujeres el vestigio del llanto, el pensamiento en la ausencia irreparable de la juventud nativa. Una águila negra circunscribe el vuelo sobre el aposento real y despierta en la memoria el presagio del sacrificio de Ifigenia.

Helena se confunde al juzgar las fábulas imaginadas en su desdoro por los griegos versátiles. Aparece escondida en el reino de los egipcios y tributaria de su culto singular o cautiva del espectro de Aquiles, a hurto del sol veraz, entre figuras aéreas.

Los griegos no alcanzan a esclarecer el portento de Helena. Su fantasma visita la mente de Eneas, el más noble de los adalides contemporáneos, y los secunda en la vía de la apoteosis.



EL CIELO DE ESMALTE, J.A.R.S, 1929.



Ifigenia y Cimon, Leighton. 

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Dos cartas y algunos consejos de José Antonio Ramos Sucre para su hermano Lorenzo.


Ginebra, 28 de abril de 1930

Señor Lorenzo Ramos Sucre.

Maracay.

Mi querido Lorenzo:

Luis Yépez, portador de una carta en donde te lo presento, es concuñado de López Contreras.

Tú diriges las cartas a Génova y no a Ginebra, donde estoy.

Le dirigí directamente el pésame al general Gómez.

Es necesario que Gladys aprenda por el razonamiento y no de memoria. Se aprende a sorbos y no en gran cantidad. Se aprende como se come. Debe conocer los menesteres de la casa porque puede casarse. Debe poseer algún conocimiento de los que sirven para ganar la vida y adquirir conocimientos decorativos. Es necesario que sea un animal robusto. Enséñala a expresarse bien con el término exacto. Debe leer los clásicos castellanos para conocer el idioma y evitar la imitación del lenguaje bárbaro de los periódicos. Los escritores religiosos de España son insustituibles. Se les lee para aprovechar la frase y el vocablo preciso. Lo demás no interesa.

Aprenderá el francés con el método dialogado de Simone, traduciendo primero del francés al castellano y al revés en el tercer repaso. Aprenderá la conjugación francesa advirtiendo que sólo importa conocer el cabo de cada inflexión verbal y que éstas deben ser iguales cuando los tiempos tienen el mismo nombre. No aprenderá la conjugación francesa de memoria sino adivinará cada tiempo al verlo escrito. Leerá, para traducir, libros de historia y después los de otra especie.

Aprenderá el inglés estudiando los diálogos del Palenzuela y Carreño y consultará en el apéndice los verbos irregulares observando que el pasado y el participio terminan en letra dental y que la irregularidad consiste en la alteración de la vocal central del verbo inglés. Dicho método se aprende varias veces del inglés para el castellano y mucho más tarde se le traduce del castellano para el inglés.

Yo creo que mi librero de París ha mandado para mi biblioteca las obras de Shakespeare con el texto doble en inglés y en francés. Shakespeare puede ser muy difícil, pero no leo otro autor inglés. La novela inglesa más bella es la de Dickens. Se puede leer el original y compararlo con una traducción francesa y aprender así el inglés.

Las niñitas tienen bastante con el francés y el inglés y los aprenderán a sorbos sin dejar en blanco. Yo tengo en casa muy buenos libros, sobre todo raros, pero ellas empezarán por conocer la historia. Esta resume los demás conocimientos. Carmen Ramos posee consejos míos sobre el arte de escribir. Hay que escribir diariamente una frase perfecta o sea exacta. Los perezosos hablan de modo impreciso.

Yo no puedo mandar mis libros a Unamuno. No sé cómo puede conocerlos. La opinión del mundo castellano es que mi literatura es nueva y sin antecedentes. [ . . . ]

Recuerda que tú no sabes hacer negocios y que no debes hacer sino guardar en la caja de ahorros para comprar una buena casa a las niñitas.

Conserva tu salud y trasmite a todos los de tu casa mis deseos por su felicidad.

Soy tu fiel hermano,

José Antonio

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Ginebra, 18 de mayo 1930

Señor Lorenzo Ramos.

Maracay.

Querido y fiel Lorenzo:

Luis Yépez lleva una carta de presentación y recomendación. Es concuñado de López Contreras. Te advierto que es muy tenorio. Por lo demás, es incomparable.

Habla tú siempre muy bien de Zumeta y créale una atmósfera de respeto en Maracay. Aquí en Ginebra es muy considerado por los políticos europeos. Es bondadosísimo aunque sus enemigos digan lo contrario. Está casado con Margarita Gómez, cuñada de Angel María Sucre. El y ella me trataron como a un hijo. Vinieron a Ginebra en mayo actual.

Carlos Madriz, el joven y competente ingeniero, se muestra agradecido de ti.

¿Cómo están mis distinguidas y bien criadas sobrinas?

No disipes tu dinero en negocios. Nosotros no sabemos ni podemos sino ahorrar en la caja de ahorros y comprar después un inmueble para refugiarnos. Esas chiquitas, no siendo vanidosas, pueden habilitarse teniendo una casa propia. La vanidad consiste en medirse con nuestros semejantes y el orgullo consiste en medirse con el ideal de la perfección. Este pensamiento es mío y salió con otros muchos en Elite antes de venirme yo. También ha sido reproducido

en el extranjero.

Conviene evitar que las niñitas sean antropófagas, han de seguir la regla de vivir y dejar vivir. Es necesario abandonar la sombría y asfixiante tradición de casa. Papá era muy indulgente, según Providencia, Isabel y Trinita. No dejó dinero, pero si hubiera dejado, nuestra vida habría sido igualmente acerba. Hay que ser caritativo. Consérvate, querido Lorenzo, en unión de tu gente y manda a quien te respeta y quiere.

J. A. R. S.

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CONSEJOS DE ORDEN INTELECTUAL PARA LORENZO RAMOS

Escribir bien se reduce a escribir con expresiones exactas. Para lograr la expresión exacta, se requiere conocer bastante el diccionario. Hay que estudiar el diccionario, conocer el mayor número de palabras y de giros o frases. Los giros o frases se aprenden leyendo continuamente a Baralt. La gramática se aprende leyendo continuamente la Exposición sobre los casos y oraciones por Eduardo Benot, librería Hernando en Madrid, y también el Libro de los Galicismos por Adolfo de Castro, en librería Hernando, Madrid, y también consultando la parte dedicada a la gramática en el Memento Larousse, obra indispensable que se vende en Frangois Jarrin, París, Rué des Ecoles 48. No hay que confundir Memento Larousse con otras obras del mismo Larousse. En aquélla hay pequeños tratados de materias indispensables a un hombre civilizado. El francés se domina estudiando constantemente el Ollendorf francés compuesto por Eduardo Benot, librería Hernando, Madrid. El inglés se aprende por el Ollendorf inglés compuesto por Eduardo Benot, librería Hernando, Madrid. Cada palabra inglesa se aprende con su pronunciación y acentuación, según la trae el diccionario de Cuyás. Las palabras se aprenden del castellano para el idioma extranjero: pan es bread, y no bread es pan. Hay que educar el oído leyendo inglés en alta voz. Me parece que el maestro americano o inglés nativo debe buscarse después de saber todo el método de Benot.

Hay que leer prefiriendo los autores mayores a los menores, Virgilio a Villaespesa. Recomiendo la Historia Universal de Juan Vicente González o los manuales de Duruy, quien encierra toda la historia universal en seis pequeños manuales sobre cada época. (Edad Media y, etc.)

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CONSEJO IMPORTANTE DE ORDEN INTELECTUAL PARA

LORENZO RAMOS

Lo que se escribe debe tener un solo adorno: el de la exactitud. Lo que se escribe no debe causar efecto, alarma en el lector, la expresión no debe sonar jamás a discurso, a elocuencia declamatoria y tribunicia. Nunca, en lo que se diga, haga o escriba, se debe llamar la atención. En este principio se fundan todas las virtudes sociales.



José Antonio Ramos Sucre



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El lamento de Dido, Purcell. 

Soprano, Simone Kermes.




Lorenzo Ramos Sucre

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