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miércoles, 29 de febrero de 2012

Mahler con m de magia, de madre, matriz... lacl. / Medianoche, lacl - Letra M, Cuadernario. Común Presencia Editores, Col. Los Conjurados. / Mahler. 8va Sinfonía. Por Solsti y por Bernstein. / ESTAMPAS



















(Icono de Andrei Rubliov)



Mahler con m de magia, de madre, matriz... 

La magia de Mahler trasciende las fronteras del pensamiento y del sentimiento. Y la Sinfonía # 8 es muestra fehaciente de ello. 

Quien goce hoy de la fortuna de poder abandonarse a la escucha, acaso forme parte de una privilegiada minoría pues, el hombre moderno ha ido perdiendo, paulatinamente, los sencillos goces de antaño. 

Sólo se le rinde pleitesía al perorar, al discurso vacuo que ha venido a parar en moneda de cambio. Se pisotea el tiempo y nos perdemos lo más sagrado de su atemperado paso creador. 

Y si en alguna creación podemos constatar las cadencias conmovedoras de su ralentizado paso es en la música de Mahler. Una música que realmente logra arrancar las almas de su seno para elevarlas al cielo, en una suerte de matrimonio místico. 

Y, a modo de humilde tributo, acompañamos el coro místico de la Octava (en la hermosísima versión de Sir Georg Solti y la Orquesta Sinfónica de Chicago) con un breve texto que también se dio inicio con la silenciosa m de la matriz...

Luego agregamos versiones completas de la obra, dirigidas por Solti y Bernstein.

Salud
lacl






Medianoche.
Toda ciudad es inhóspita.
Lo digo yo -que he vivido sólo en una-
a la luz de la llama de una vela
y luego de haber torcido cien esquinas.
No hace falta, para saberlo, ser un mago con una vara
que esparce estrellas de vino, hojalata u olvido.
Cuando se agote la llama de mi vela,
acaso ya estaré dormido
entre un collar de azucenas,
y acaso sea mi pecho una ristra
de inviolados corazones.
Una mano, sólo una mano virgen,
femenina,
se atreverá a extenderse hacia adelante
como una sonrisa saludando al cielo.
Y en la vela vigilante de mi finado sueño
un velador tendrá la última palabra
que será la primera, la única, impronunciable.
Y un niño negro contemplando el horizonte,
adustamente seguirá su camino,
con delicados pasos tanteará el tembloroso párpado
del suelo,
caminando feliz y sin destino,
hacia el útero de toda respuesta.

(*)

Dirigiendo Sir Georg Solti 

Gustav Mahler, Symphony 8 In E Flat, 'Symphony Of A Thousand' - Sir Georg Solti 
http://www.youtube.com/watch?v=EVIkTiPT0YU





(*) De Cuadernario, Luis Alejandro Contreras, Común Presencia Editores, Col. Los Conjurados, Bogotá, 2007

Mahler. Chorus mysticus. Partitura manuscrita de Mahler para el comienzo del Chorus Mysticus que da lugar a una triunfante conclusión a la Octava Sinfonía.
 Mahler dirigiendo la orquesta...



Dirigiendo Leonard Bernstein  









1 comentario:

Administrador dijo...

Coincidimos, como en tantas cosas, con Mahler. Su música deja huellas, provoca sismos interiores, y a la vez es responso, plegaria, respuesta, todo lo que suele ser la música cuando nace del país del alma. Y qué privilegio poder acceder a su esencia y no quedarnos en sólo sus sonidos. Se vuelve acompañante y reto a la vez. Por eso puedes partir de la medianoche para hacer la travesía hacia el útero de toda respuesta. Abrazos.