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domingo, 3 de noviembre de 2024

Guarda de los poetas: Donald Hall - Ezra Pound. La entrevista.

 


"...Hay ignorancia natural y hay ignorancia artificial.  Yo diría que en el momento actual la ignorancia artificial llega a un ochenta y cinco por ciento..."

Ezra Pound, fue una de sus respuestas a Donald Hall, en la entrevista para el París Review, a principios de los años 60 (la entrevista apareció en el año 62 en la revista). Esa entrevista es una maravilla. La también maravillosa revista Poesía, de Valencia, Estado Carabobo, Venezuela, publicó varios fragmentos hace bastantes años, creo que en su edición número 12.

La entrevista es algo extensa y decantada. Lamentablemente, en la publicación de la revista Poesía dejaron por fuera algunos comentarios que, a mí parecer, es sumamente necesario rescatar; así que voy  transcribiendo algunos de esos fragmentos para publicarlos en el blog próximamente. 

Entre tanto, dejo de entrada esa joya de la IGNORANCIA ARTIFICIAL a que aludía Pound a Donald Hall y con lo cual en cierto modo se anticipaba irónicamente a la INTELIGENCIA ARTIFICIAL, tal y como se la ha ideado la ciber-tecnología y la cual linda más, piensa este servidor, con una manera automatizada del plagio que con un avance que incentive la inteligencia natural y, sobre todo, con un cultivo de aquel pensamiento del corazón por el que clamara James Hillman.

De seguidas, añado parte de lo ya transcrito. Y continuaré, espero, hoy mismo o mañana a más tardar,  completar los otros fragmentos con aclaraciones y declaraciones de Ezra Pound que, a mi juicio, son vitales conocer. 

Salud, lacl

*** *** ***

D. Hall: Yo sé que usted considera que la reforma monetaria es la clave de un buen gobierno. Quisiera saber mediante qué proceso pasó usted de los problemas estéticos a los gubernamentales. ¿Fue la gran guerra, en la que murieron tantos de sus amigos, lo que propició el cambio?

E. Pound. La Gran Guerra vino como una sorpresa y, en verdad, eso de ver a los ingleses -esa gente que nunca había hecho nada- ponerse de pie y librar la guerra, fue algo enormemente impresionante. Pero tan pronto como la guerra terminó volvieron acá a caer en el marasmo y entonces uno se pasó los veinte años siguientes tratando de impedir la segunda Guerra. No puedo decir exactamente dónde empezó mi estudio del gobierno. Creo que el trabajo en New age me ayudó a ver la guerra no como un acontecimiento separado, sino como parte de un sistema una guerra detrás de otra.

D. Hall: Una relación entre la literatura y la política que usted señala en sus escritos me interesa particularmente. En el ABC of reading usted dice que los buenos escritores son aquellos que mantienen la eficacia del lenguaje, y que esa es su función. Usted desliga esta función del partido político ¿Puede un hombre de un mal partido usar el lenguaje eficazmente?

E. Pound: Ese es precisamente el problema. Un cañón es bueno independientemente de quién lo utilice. 

D. Hall: ¿Puede usarse un instrumento ordenado para crear desorden? Supongamos que el buen lenguaje es utilizado para fomentar un mal gobierno. ¿No produce mal lenguaje el mal gobierno?

E. Pound: Sí, pero un mal lenguaje está condenado a producir, además, un mal gobierno, en tanto que un buen lenguaje no está condenado a producir un mal gobierno. Eso, una vez, más es buen Confucio: si las órdenes no son claras no se pueden cumplir. Las leyes de Lloyd George eran tan disparatadas que los abogados nunca sabían lo que querían decir. Y Talleyrand proclamó que el significado de las palabras cambiaba de una conferencia a otra. El medio de comunicación se derrumba, y eso es lo que estamos sufriendo ahora. Estamos soportando la incitación al trabajo en el subconsciente, sin apelar a la razón. Nos repiten una marca de fábrica acompañada de música, una y otra vez, y después nos repiten la misma música, pero sin nombrar la marca de la fábrica, de modo que la música convoque ella sola el nombre de la marca. Eso es un asalto. Sufrimos por la utilización del lenguaje para ocultar el pensamiento e impedir todas las respuestas vitales y directas. Existe el uso definido de la propaganda, del lenguaje forense, sólo para ocultar y confundir.

D. Hall: ¿Dónde terminan la ignorancia y la inocencia y dónde comienza la trapacería?

E. Pound: Hay ignorancia natural y hay ignorancia artificial.  Yo diría que en el momento actual la ignorancia artificial llega a un ochenta y cinco por ciento.

D. Hall:  .¿Qué clase de acción tiene usted esperanza de poder efectuar? 

E. Pound:  La única posibilidad de victoria sobre el lavado cerebral es el derecho de todo hombre a que sus ideas sean juzgadas una a la vez. Nunca se obtendrá claridad mientras existan esas palabras-paquetes, mientras una palabra sea usada por veinticinco personas en veinticinco formas diferentes. Creo que esa es la primera pelea que hay que dar, si es que algún intelectual ha de sobrevivir. 
Cabe dudar de que al alma individual se le haya permitido la supervivencia, en cualquier forma. Ahora tenemos un movimiento budista que lo incluye todo menos a Confucio. Una Circe India de negación y disolución. 
¡Nos enfrentamos a tantos misterios! Existe el problema de la benevolencia, el punto en el que la benevolencia ha dejado de ser operante. Eliot dice que la gente gasta su tiempo tratando de imaginar sistemas tan perfectos que nadie tenga que ser bueno. Muchas de las preguntas que se hacen en ese ensayo de Eliot no pueden eludirse, como por ejemplo la pregunta de si es preciso introducir cambios en la escala de valores dantesca o en la de Chaucer. Y sí así fuera, ¿cuántos cambios? La gente que ha perdido la reverencia ha perdido mucho. Esa fue la causa de mi rompimiento con Tiffany Thayer, todas esas grandes palabras se convierten en clichés. 
Tenemos el misterio de la dispersión, el hecho de que las personas que presumiblemente se entienden entre sí están geográficamente dispersas. Un hombre que encaja en su ambiente como Frost debe considerarse un hombre feliz. 
...
CONTINUARÁ...






El destello de Helios , lacl

 


El destello de Helios 

es tan intenso 

que hasta el color 

pierde la razón 

y se doblega. 

Pero mientras más se alza  

el Dios que todo lo ilumina, 

más color cobra el alma 

de quien lo mira 

en las aristas, perfiles 

y rostros de lo creado. 

Cerramos los ojos

para no cegarnos,

pero no olvidamos

que toda iluminación

viene de la oquedad

de lo invisible. 


lacl, 3 de noviembre 2024