Durante la siega
Cuando te he visto hoy arrodillada entre los trigos bajo el sol
atar las gavillas,
cuando te he visto dorada sobre el oro,
y amando sin duda a ese muchacho
que a cada instante se volvía hacia ti,
he tenido que pensar en aquella que amo
y que no me ama,
aquella que, noche tras noche, reposa,
blanca en la blancura, y que no necesita
ni de sí misma...
Ella, una de los mil espectadores
de las ejecuciones...
(Traducción: Clara Janés)
(Fotos de J. Koudelka)
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