Manojo.
Revisando
mis cuadernos me he topado con algunos viejos trazos, que he ido rescatando
luego de una severa pérdida de datos en mi pc, que se ha llevado gran parte de
lo escrito durante los últimos tres años.
Lejos de desconsolarme, me ha
parecido una nueva jugarreta del destino, que siempre ha apostado a robárselo todo.
Y como tales lances de los imprevistos (los imponderables, hubiera sido la expresión
de mi padre) suelen tener siempre la última palabra en lo que respecta al
deleznable destino de la huella humana, me hago cargo de que, una vez vividos,
los años no se pierden. La vida se va por el ‘destiladero’ de un reloj de arena
y, empero, la vida es infinita. Por lo demás, uno también llega a aburrirse de cualquiera
cosa que arroje visos de infinitud, lo cual no excluye la promesa de una vida perenne.
Así que
las horas y trabajos de amor perdidos, sumidos se hallan en algún estanque de
eternidad en el que la eternidad para nada alberga el sabor de la duración. Se trata
de una eternidad sin tiempo. El tiempo no pasa por tales estanques. Son
sumideros del alma, que impregnada se halla de vida en el suspiro de un ser que
vive en una plaza sin un antes perseguido de un después.
Dejo, pues, esta colecta que suma un par de rescates y un
par de rasguños recientes, por el mero gusto de apegarnos al juego de ser y no
ser.
lacl
Desengaño
Cuánta
tristeza nos dispensa
el
mundo humano
al
que vivimos encadenados,
cual
si se tratara de un yugo ineludible,
cuando
no pasa de ser el burdo espejismo
de
una íntima mentira,
forjada
como un arcaico rezo.
Pero
somos osados y,
en
nuestros momentos de ocio,
rezamos.
Y
elevamos loas para un mundo mejor
en
el que no quepa nadie más;
porque
nuestro corazón
es
anchuroso como el mundo.
¡Lástima,
señor mundo,
que
jamás hayamos sido presentados!
15
de Junio, 2016, a la caída de las luces… seis y tanto…
Arcoíris
Se
curva, como un vientre henchido
a
punto de parir sus luces,
hacia
el seductor ombligo
de
la no vista, pero presentida noche.
04
de Julio, 2016
Una gélida ventisca azota
las entrañas de la noche,
dejando -en el eje del silencio-
sus notas sibilantes
sobre ramas, hojas y capullos
de palmas, papiros y azaleas.
Me asomo a la ventana
y la luna me sonríe,
como un útero a punto de abrirse.
Entre
el 2 y el 4 de Octubre de 2010
Dedicatoria
a Yineska
Innumerables son los vestigios de
argucias
con que hombres y mujeres han aspirado
a hechizar la vida para seducirla en
sus bienes.
Se conjeturaron sortilegios
para congraciarse con el cielo y sus
dioses.
Se tramaron toda suerte de amuletos
para eludir desgracias y atraer la
fortuna.
En toda hora y lugar
se redactaron compendios
de taumaturgia para cautivar
a esa esquiva bestia de la devoción.
Se embrujaron frutos,
se encantaron talismanes,
se inventaron filtros de pasión
y se forjaron toda suerte de conjuros
para embelesar al ser amado.
Pero es el amor el indudable filtro,
es él quien nos purifica,
él quien limpia el espejo de las almas
para que traben diálogo y lazo.
Nuestra única misión
es regar tallos, enramadas,
y olfatear flores abnegadamente,
para que nuestro suelo se descubra
fértil
cuando Eros se haga presente.
31 de diciembre de 2006
(Texto encontrado en una agenda,
ensayo de inscripción para
un libro en ofrenda)
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