Habría que recordar lo que escribiera Borges en su prólogo a Pedro Páramo de Juan Rulfo.
Abre su acerada glosa así :
"...Emily Dickinson creía que publicar no es parte esencial del destino de un escritor. Juan Rulfo parece compartir ese parecer..."
Borges, en su silente maestría, no toma posición, sino que se limita a comentarnos el proceder de un autor llamado Rulfo. Es una fineza o sutileza que no se debe explicar. Es una defensa, por así decir, del fuero interior...
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