Entradas
Hay una tesis del presente que afirma que el coeficiente intelectual de la humanidad, en general, ha estado en baja durante las últimas tres décadas, aproximadamente; yo quisiera acotar algo tanto o más preocupante y que pudiera ser también razón de esa baja.
Hay un grave declive de coeficientes que podríamos ubicar en planos vitales acaso menos comprobables de medición, como el espiritual o, si se prefiere, anímico, al que van enlazados lo emotivo o sensible del ser humano.
Porque no se piensa con el corazón es que se termina viviendo una vida que, grosso modo, se caracteriza por una ausencia de pensamiento íntimo, pausado, afectivo, conectado con la memoria, conectado con los ancestros, conectado con la descendencia, un pensamiento en amorosa relación con Anima Mundi, el alma del mundo, un pensamiento que, si bien se halla execrado de culto, es un pensamiento vivo, que se siente en los poros, en la respiración. Dichosos los contados seres que aún eso perciben.
Al desatender ese "coeficiente" (llamémosle así con ironía) lo que obtenemos como resultado es no solamente un pensamiento frígido, una inteligencia de la que se han exiliado las afinidades electivas, un cavilar no solamente en baja sino, también, una vida frígida y desanimada. Vivimos en un hermoso mundo colmado de camusianos extranjeros.
lacl, Anotaciones Android, 03/07/2021. Justo ahora escrito sobre la marcha.
*******
Post scriptum I, 03 o 04 / 07 / 2021.
Es algo que ha ido "in crescendo". Yo diría que desde los años en que comenzaron a devorarse, de manera programada, a la juventud, los años 60-70. Las juventudes contestatarias fueron absorbidas, en líneas generales, por el boom tecnológico de un universo de falsedades.
*******
Post scriptum II, 04 / 07 / 2022.
Babel ya no es una torre de argamasa y piedras levantada por los hombres, Babel es una torre de ilusión erigida allí, donde antes viviera el latido corazón del hombre.
Galería de Orfeo
Un minimo tributo a Peter Brook.
Escenas finales de "Encuentros con hombres notables" película basada en el hermoso y sabio libro de Gurdjieff.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario