El tiempo
es la única entidad de lo creado
que no tiene fin
Todo lo creado
en el tiempo acaece
Teniendo un principio
no tiene comienzo
Teniendo un final
no tiene fin
En su primer instante está su otra cara,
el espacio donde todo acaece
Y en su último instante está todo aquello que culmina
cumpliendo su elipse
Su última faz
dibujada está
en un muro que no vemos
dada su inasible condición
El preciso instante
cobra forma
en la inefable esquina
en la que el tiempo
se vistió de cosa
Y todo vuelve a ser
en esa sala
de muros insondables
¿Nos queda grande la casa?
Probablemente sí.
Pero no debemos preocuparnos,
puesto que somos parte del todo
Y todo es un juego
en el que lo creado acaece,
con su elástica esdrújula de ser
en cuerpos que se expanden y contraen,
entre un suspiro y una espiración
El todo es un juego,
el juego es una esdrújula,
la esdrújula es una plural
carambola del éter
en esta mesa de billar
en la que todas las cosas
confluyen,
unas con otras,
a veces chocando entre sí,
pero siempre en clave
de esdrújulas
que van a dar a las paredes
del templo
y luego regresan a su sitio
para dejar de ser,
mientras el tiempo pasa,
sin final,
jugando a convertirse
en espacio
en aquella esquina
en la que todo,
en dulce maniobra
del maravillado azar,
vuelve a expresarse
en aquello que acaece
lacl, entresueño, 29 de mayo 2022, a poco de cruzar la medianoche.
***
Post scriptum, 01 de junio de 2022
Esta mañana al despertar, luego de un sueño reparador como no tenía en muchas lunas (gracia que le debo a mi"adorado tormento", para decirlo con joviales palabras que, si mal no recuerdo, vienen de Pérez Galdós), al levantar los párpados, junto con el clarear del día y el trinar de los pájaros, me sucedió un avatar que me erizó la piel y el alma.
Luego de levantarme con esa modorra propia del sueño que te ruega que dejes las tonterías para más tarde y que vuelvas de inmediato a la cama, pues el ensueño te pide algo más de reposo para el cuerpo, me bebí medio vaso de agua como quien se bebe un líquido de estrellas que llegan hasta las plantas de los pies, limpiando todo en su camino. Me metí en la cama muy rápidamente y me cubrí con la sábana hasta la cabeza, como mirando al cielo.
Acto seguido vinieron a mi memoria la palabra tiempo y estos escarceos.
No recordaba la primera frase escrita noches atrás; sólo la segunda y la tercera, pues fueron dichas en tono de canción y son más pegajosas, por decirlo de alguna manera.
Lo cierto es que me puse a meditar o conversar sobre lo extraño que me había parecido la aparición de la palabra esdrújula en ese texto y la cual estuve tentado de sustituir varias veces, cosa que no me atreví a hacer debido a que así fue dictada.
De pronto lo vi, a través de las sábanas, más allá del techo; aunque quisiera más propiamente decir que "me lo vieron". La peculiaridad de la palabra esdrújula no era un capricho o una extravagancia. Algo me hizo comprender que la vida manifestada en materia se puede definir o categorizar con esa palabra: esdrújula. Vagamente vino a mi memoria una frase o sentencia inmortal que nunca he memorizado al pie de la letra, aquella atribuida a Pitágoras en la que decía que las matemáticas son el idioma mediante el cual se expresa o está escrito el universo.
La otra noche algo me pintó el cosmos como si se tratase de una mesa de billar en la que todo lo creado juega y retoza, en un lance de fusiones, difusiones, encuentros, choques, desencuentros, atomizaciones... como esa bola que va a dar a una mesa y rebota tres o más veces en las bandas antes de encontrarse con otra, similar a ella.
Me dirán que el espacio no tiene bandas.
Les diré que el tiempo no tiene segundos; aunque bandas y segundos acontecen y se suceden dentro de espacio y tiempo. Y que, en ese contexto, todo es arte y parte de la imago.
Así que vuelvo a la palabra.
Es-drújula.
En esa palabra está la clave.
Pues en toda palabra está el verbo, el verbo es el principio del ser; y esa palabra reza el ser en su sílaba inicial: ES.
Luego el pizarrón celeste vino a abrirse un poco más para darle luz al sonido pues, en la palabra esdrújula está ese trío del Avatar que se expresa en todo aquello que ha sido creado, inanimado o no.
En el TRES está sugerido el infinito. Siendo el UNO la unidad y el UNO más UNO, la dicotomía; el TRES sugiere el inicio de aquello que no tiene fin.
Decir, según esa apreciación, que somos esdrújulas, pasaría a ser una tautología o una reiteración. En esa palabra acrisolados están el ser, la materia y el avatar.
Salud, lacl
ESTAMPAS. Todas las fotos de un servidor, a excepción de las de la Vía Láctea y la de la escena del teatro griego... lacl.
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