- ¿Qué ancestros hablan en mí? No puedo vivir al mismo tiempo en mi cabeza y en mi cuerpo. Esa es la razón por la que no puedo ser una sola persona. Puedo escuchar un número infinito de cosas al mismo tiempo.
El verdadero mal de nuestro tiempo es que ya no quedan grandes maestros. El camino de nuestro corazón está cubierto de oscuridades. Hay que escuchar las voces que parecen inútiles, deben entrar en los cerebros, hasta ahora ocupados por largas tuberías de desagüe, de muros de escuelas, de asfalto y de prácticas asistenciales.
¡El zumbido de los insectos! debemos llenarnos los oídos y los ojos con cosas que están al comienzo de un gran sueño. Alguien tiene que gritar que construiremos las pirámides ¡no importa si después no las construimos.! Necesitamos alimentar el deseo, y debemos estirar el alma por todos lados como si fuera una sábana que se puede expandir indefinidamente. Los ojos de la humanidad están mirando el abismo donde todos estamos cayendo. No necesitamos libertad si no tenemos el valor de mirarnos a la cara...
Son precisamente los llamados "cuerdos" los que han llevado al mundo al borde de la catástrofe. ¡Escuchad! en vosotros hay agua y fuego, y después cenizas, y los huesos dentro de las cenizas ¡los huesos y las cenizas!
¿Dónde estoy? ¿cuando no estoy en la realidad ni en mi imaginación? Haré un nuevo pacto con el mundo: soleado de noche y nevado en agosto.
Las cosas grandes terminan, son las pequeñas las que perduran. Basta con mirar la naturaleza para entender que la vida es simple y que se debe volver al punto de inicio. A ese punto donde tomamos el camino equivocado.
Hace falta volver a los fundamentos básicos de la vida, sin contaminar el agua.
¿Qué clase de mundo es este, si es un loco el que les dice que deben sentirse avergonzados ?-
-De la película Nostalghia de Andrei Tarkovski, el conmovedor monólogo de Domenico, antes de inmolarse.
Galería de Orfeo
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