He escrito estas notas al vuelo y a sabiendas de que necesitan de un más amplio desarrollo, pero ante la necesidad de expresión y mi necesidad de mantener en reposo mi humanidad, he optado por lanzar al aire estas someras consideraciones.
Salud
lacl
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Borges decía en cierta ocasión que hay que tener cuidado de los enemigos que elegimos porque uno termina pareciéndose a ellos. Voy a extrapolar la propuesta. Hay que tener sumo cuidado de las palabras que elegimos para expresar un estado, cualquiera que éste sea, pues no sólo terminaremos por asemejarnos a lo que tales palabras enuncian como sentencia, sino porque su apuesta terminará por sentenciarnos en lo que significan. Como solía emplear mi padre esta palabra: nos significarán.
Salud
lacl
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Borges decía en cierta ocasión que hay que tener cuidado de los enemigos que elegimos porque uno termina pareciéndose a ellos. Voy a extrapolar la propuesta. Hay que tener sumo cuidado de las palabras que elegimos para expresar un estado, cualquiera que éste sea, pues no sólo terminaremos por asemejarnos a lo que tales palabras enuncian como sentencia, sino porque su apuesta terminará por sentenciarnos en lo que significan. Como solía emplear mi padre esta palabra: nos significarán.
Lo siento, pero no estamos con-finados, ni hemos asumido
actitud que en algo a ello se asemeje.
Desde antes de decretarse la incuestionable, recomendable y
necesaria cuarentena, entramos, motu proprio, en estado de hibernación. Hibernación
en el sentido en que la cultivan los osos, ¡no confinamiento! ¿Es, acaso, ello
tan nefasto? Algo anda mal en el mundo cuando no logramos hibernar con nuestro
propio clan.
Con el debido respeto de todos los amigos y seres de bien
que se han apoyado, incansablemente, en esa palabra, confinamiento, quisiera aproximarles
esta consideración.
Decir que estamos en un proceso de confinamiento es declarar
que estamos aceptando que nos confinen o que somos nosotros mismos quienes promulgamos
nuestro confinamiento.
Con-finar-nos = Finarnos de manera conjunta y consensuada.
Y, lamento disentir, pero hablando en sentido figurado, si
los vientos nos susurran o predican que es mejor que nos vayamos a nuestra
cueva, dado que ciertos elementos mefíticos se encabritan en los aires para
causar estragos adonde quiera que esos vientos les lleven, es hora, nos dice
humildemente el sentido común, de ponernos la piel del oso y embutirnos en
nuestra cueva, no para con-finarnos sino, sencillamente, para protegernos, para
poner barbas en remojo, para resguardarnos, lo cual significa a nuestro modo de
ver, todo lo contrario que el dictamen de auto con-finarnos.
Siempre he alentado el silencioso y deseoso pensamiento de
que si algo va a ponerle fin a la humana especie, pues que sean los hados, un cósmico
golpe de dados -para quienes creen en milenarismos no tengo incluso objeciones en
su libreto, con su culto sacrificial y su modo tan particular de entender la
revelación (apocalipsis)-; pero que jamás, nunca, bajo ningún concepto, ese
final nos llegue por la propia mano del hombre y su porfiada inadvertencia ante
el milagro de la vida, ese grano de polen viajando en el inmenso mar del cosmos
que hemos recibido como regalo.
De tal manera que me ataca la presunción de que es preciso,
en esta hora, no sólo tomar muy en serio lo que significan las palabras, sino
de dónde surge la inminencia de apelar a unas en lugar de otras. Por qué, por
ejemplo, vamos a diseminar una palabra que decrete nuestra aquiescencia a una enunciación
que, como el rótulo a las puertas de un cementerio, establece que estamos predispuestos
a aceptar la condena.
lacl, ¿Confinamiento o hibernación? Amanecer
del 05 de Abril, 2020
JERUSALÉN: La Ciudad De Las Dos Paces
Concierto de Jordi Savall
Kayhan Kalhor & Erdal Erzincan - Tahran Konseri [ Live in Tahran © 2012 Kalan Müzik ]
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