La vieja edición de Refranes Pre-socráticos, de Juan David
García Bacca, deambula por mi vida desde que era un muchacho. García Bacca se
apoyó principalmente en la edición de Diels - Krantz y, un tanto menos, en la
de Mullach (Didot).
Exento de notas a pie de página ex profeso, yo agradezco que haya sido así; que mi primera experiencia con este sentenciario de los siete sabios y algunos pre-socráticos haya sido un cara a cara, sin más báculos de apoyo que los de la vista, el oído interno y el silencio interior que se genera luego de toda conversa.
Claro está, fue un encuentro cara a cara, tomando en cuenta que se cumplía por medio y gracia de un bondadoso vehículo llamado "traductor". García Bacca estuvo muy al tanto de ello y deja su constancia en el introito.
Exento de notas a pie de página ex profeso, yo agradezco que haya sido así; que mi primera experiencia con este sentenciario de los siete sabios y algunos pre-socráticos haya sido un cara a cara, sin más báculos de apoyo que los de la vista, el oído interno y el silencio interior que se genera luego de toda conversa.
Claro está, fue un encuentro cara a cara, tomando en cuenta que se cumplía por medio y gracia de un bondadoso vehículo llamado "traductor". García Bacca estuvo muy al tanto de ello y deja su constancia en el introito.
Al final de su introito, remite a varias obras con estudio comentado, entre las que se encuentran un par de ediciones suyas, la primera con el FCE, México, 1944, y la de 1954 realizada en las imprentas de la UCV, Caracas, Venezuela.
- Dejamos aquí un ramillete de las sentencias de Heráclito. Siete flores son, 7, que es número de cábala.
Salud!
lacl
* También se llama ley al someterse a la voluntad de uno.
* Mortal es cuanto vemos despiertos; ensueño es cuanto vemos en sueños.
* Malos testigos son ojos y oídos cuando se tiene alma de bárbaro.
* Las almas huelen a Hades.
* Para los despiertos hay Mundo común y uno; los dormidos se vuelven cada uno al suyo.
* No les iría mejor a los hombres si cosa que quieren, cosa que obtienen.
* Este mundo, el mismo para todos, no lo hizo ninguno de los dioses ni ninguno de los hombres, sino que fue desde siempre, es y será Fuego siemprevivo que se enciende mesuradamente y mesuradamente se apaga.
Editorial Mediterráneo, EDIME, Madrid (1968) 3ra Edición, 1972.
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