Arte y poesía: vigencia de toda expresión lúdica, gesto o acto non servil en tiempos tan obscuros como los actuales. Disertaciones sobre el culto añejo de ciertos antagonismos: individuo vs estado, ocio y contemplación vs labor de androides, dinero vs riqueza. Ensayos de libre tema, sección sobre ars poética, un muestrario de literatura universal y una selección poética del editor. Luis Alejandro Contreras Loynaz.
* lacl, contemplado y vivenciado al amanecer, pero escrito al atardecer, mientras aguardaba por mi adorado tormento...
5 de agosto de 2022
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Galería de Orfeo
Una ofrenda para los nacidos en el ombligo del siglo XX y que todavía se siguen preguntando qué sucedió con este alocado mundo y las promesas de un tan cacareado progreso.
Letra y música de Víctor Manuel San José
Tributo a Cartier-Bresson
El arte de convertir el ojo en una red de atrapar el momentum
Hay enfermedades que le tienen pánico a la muerte; sobre todo aquellas que se enquistan en el alma y prefieren pactar con su anfitrión, a fin de que les permitan seguir viviendo en comodato e, incluso, a costillas del doliente.
Anselmo Di Testarutto, Apotegmas contra la peste, Turín, 1935.
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Los adoradores de Mammón no cuentan con "tempo" para el tiempo ni tiempo para el “tempo”...
Anselmo Di Testarutto, Apotegmas contra la peste, Turín, 1935.
Mammon, deidad de la avaricia y del desmedido afán por el dinero, enrealidad lo es de la miseria...
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Vivimos en una sociedad de minorías cómplices. Y eso acaba con generalidades y singularidades, con la mayoría y la divina persona.
Anselmo Di Testarutto, Apotegmas.contra la peste, Turín, 1935.
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Guarida de los poetas – versos tomados del romancero popular andaluz. .
Ruda, retama y saúco
en un baso los tomé,
y me supieron a armiba
por no dejar tu querer.
(respetando la grafía andaluza, armiba por almíbar, baso por vaso)
Del breve segmento de una filmación que le encomendaron a Frank Capra obtenemos unos cuadros o fotos; se trata de un registro visual tomado tras la derrota y posterior ocupación de Francia durante la 2da Guerra Mundial. Siempre se destaca, obviamente, el gesto de tristeza de este hombre ante la derrota, no sólo por la pérdida de la amada patria, sino por todo lo que para el mundo libre significaba el ascenso del nacional-socialismo. Pero nunca se destaca lo suficiente el aplauso de la señora del sombrero. El hombre llora, y con razón, al ver partir las huestes militares francesas, en su retirada, inevitable y estratégica, al norte de África. Pero ella les aplaude el pundonor y les anima a seguir en la gesta de, por una parte, recuperar la libertad de su nación pero, por la otra, de continuar la lucha en contra del caos de la barbarie y la sinrazón. Ninguna de estas expresiones es criticable. Y hay que comprender el dolor de ese hombre al ver vencida y perdida la patria, como si se tratara de una niña extraviada. Pero la señora entretanto aplaude a esos hombres y les anima a levantarse del suelo, limpiarse el polvo y continuar la lucha. Esa actitud fue la que posibilitó, como bien lo señala Arnold Toynbee en su libro "Guerra y civilización", la derrota de estados militaristas por parte de estados no militaristas.
En estas noches, cuando volvimos a ver el conmovedor film Monsieur Batignole, no pudimos evitar pensar en estos dolorosos contrastes, que al día de hoy siguen siendo signo de la derrota del humanismo, que es la peor de las derrotas que puede sufrir el ser humano.
Tomado de "Guerra y civilización", un libro que es síntesis autorizada del monumental "Estudio de la historia", de Arnold Toynbee. Al leer este sorprendente e iluminador pasaje del libro (como, en realidad, lo es todo ese capítulo dedicado al estado militarista, así como todo el libro también) tengo la impresión de que el temple espartano y su rígida e inclemente doctrina ha resucitado muchas veces a lo largo de la historia de la humanidad, pero es en los tiempos modernos e, incluso, en la presente hora, cuando más nos parece reconocer ese código encarnando en algunas sociedades militaristas... Nos encantaría dejar acá ese libro completo, pero eso es imposible para estos espacios. Recomendamos no una, sino una y mil veces, la lectura de ese libro tan necesario y caro a nuestras almas necesitadas de piadoso entendimiento.
Salud, lacl
"...si no podemos apartar nuestros ojos de los espartanos -como, sinceramente, no lo podemos- sin mirar primero también al otro lado del escudo espartano, debemos recordar sencillamente que los dos últimos años de la educación de un niño espartano -los años cruciales, de los que dependían más que cualesquiera otros, sus posibilidades de elección a una <<mesa>> se empleaban probablemente en el servicio secreto y que éste no era otra cosa que una banda de asesinos oficial que patrullaba subrepticiamente el territorio de Laconia ocultandose de día y acechando en la noche por todas partes, como un auténtico negotiumperambulansintenebris, con el objeto de eliminar a todo ilota que hubiese mostrado síntomas de insubordinación o acaso simples vestigios de carácter o ingenio. Si Esparta demanda, y a su sebido tiempo exige, el viril heroísmo de un Leónidas y de sus trescientos con el fin de cubrir el nombre espartano de incomparable gloria militar, también demanda -y no deja de exigir- la criminalidad juvenil de su servicio secreto con el objeto de que la reducida minoría de <<pares>> pueda mantener sus pies sobre los cuellos de una abrumadora mayoría numérica de "inferiores", "dependientes", "miembros nuevos" y "siervos" que se regocijaría si tuviese la oportunidad de "comerse vivo" al puñado de amos. Si bajo el sistema "licurgeo" los espartanos se elevan hasta algunas de las más sublimes cimas de la conducta humana, también se sumergen en algunos de sus más tenebrosos abismos..."
Arnold Toynbee, Guerra y civilización. Esparta, el estado militarista.
No quisiera dejar que se despida el mes de julio sin antes agregar una breve nota celebratoria (y, ¿por qué no? concelebratoria) de lo que en aquel ya algo lejano momento, muy cauta e, incluso, dubitativamente significó para este servidor dar el paso de crear un blog de contenidos caros a su corazón. Fueron pasos tímidos también auspiciados por otra razón de fondo, Y es que me pareció (y aún me lo parece) que un blog digital hace las veces de un cuaderno virtual, un diario sin hojas, en el que uno puede verter, como de un ánfora, una cantidad de documentos, propios o ajenos, o incluso ajenos que son como propios, textos de terceros, textos personales, antigüedades de la humanidad que bien merecen la pena ser conocidos; amén de algunos contenidos que simplemente cantan a la belleza que implícita viene en el vivir y en el convivir con el alma del mundo (anima mundi). Esto, sin saltarnos que, a la par de tales contenidos, vendrían algunas otras publicaciones menos ganadas para la concelebración, dado que, formando igualmente parte de lo humano, desafortunadamente lo hayan hecho como mácula, estigma, vergüenza. Quiero decir con ello que creo firmemente que hay que desnudar la fealdad, la barbarie, la impiedad, la perversidad, el cinismo, el culto por la implacable crueldad: bemoles estos que han signado el paso de la humanidad a lo largo de su historia. Develar, desnudar y hasta zaherir la mancha en nuestras almas es una manera de proteger también la belleza. Los primeros seis o siete años administré este blog como quien lleva un diario en un bolsillo de una chaqueta o en un cuaderno dentro de un portafolio. Pero a medida que fueron pasando los años se hizo un poco, si se quiere, más público; no mucho, sino un poco. Y desde hace unos 8 o 7 años es que se han incrementado un poco las vistas y visitas a la bitácora. En este mes de julio se cumplieron exactamente 700.000 visitas. En esos 15 años se han ido añadiendo algunos pocos seguidores, a razon de unos 9 por año, cifra que es más que suficiente para que un servidor sienta que debe mantener en alto la bitácora.
En fin, brevemente dejo este comentario de agradecimiento para todas aquellas personas que, en algún momento, han sentido la curiosidad o, incluso, la necesidad de buscar alguna palabra, alguna música, algún verso, algún trazo, cualquiera que sea, en este recinto...
Uno de los primeros libros que adquirí en mi vida. Llegué a Novalis por intuición. Y debo decir que no salía de mi asombro al leer sobre la noche, la muerte, el cosmos, el amor, todo en conjunción; dejemos aquí uno de esos himnos que tanto me sedujeron y siguen seduciendo. Sus poemas pertenecen al tono de los cantos que no envejecen.
Salud, lacl
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II.
¿Es que siempre debe volver la mañana? ¿No tendrá nunca fin el dominio de lo terrestre? Una funesta actividad abate el vuelo divino de la Noche. ¿Es que el misterioso sacrificio del amor no arderá nunca en la eternidad? ¡La luz tiene fijado su tiempo, pero fuera del tiempo, fuera del espacio, está el reino de la Noche! ¡Eterna es la duración del sueño! ¡Sagrado sueño! Raras veces dejas saborear tus goces, a lo largo de esta faena terrenal, a quienes están consagrados a la Noche. Pero sólo los insensatos te desconocen, pues no saben de otro sueño que esa sombra con que tu compasión nos cubre en el crepúsculo de la noche real. No alcanzan a percibirte en el zumo dorado de los racimos, en el aceite milagroso del almendro, en la savia sombría de la adormidera. No saben que eres tú quien flotas en torno a las tierras vírgenes y haces un cielo de su seno. No sospechan que eres tú quien vienes a nuestro encuentro, desde las viejas leyendas, abriéndonos los cielos, tú, que traes la llave de las mansiones dichosas tú, callado mensajero de misterios sin fin.
Novalis, Himnos a la noche, Himno 2.
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Tomado del libro: Himnos a la noche. Cantos espirituales. La cristiandad o Europa. Ediciones Assandri. Córdoba Argentina 1965.
Juan Ramón Jiménez escribió, escribió y escribió. La letra salió de su mano tal como entraba y salía el aire en sus pulmones, mientras anduvo por estos predios mundanos. Este tomo, en el cual se vierten algunas de las innumerables cartas que escribió, me acompaña desde muy joven. Siempre lo he leído, tal como me gusta leer un epistolario o un poemario, saltando entre sus páginas. Hace tiempo que estaba esperando que volviera a él. Lo he disfrutado como el primer día. Juan Ramón fue un ser sumamente vilipendiado por colegas en el arte de versar. Claro que él tampoco dio cuartel jamás. Un asunto de honra muy andaluza y, también, muy hispana. Provocaría transcribir al menos una decena de sus cartas. Mas, por el momento, nos contentamos con dar a la luz esta breve carta escrita a Corpus Barga, dado que en tan pocas palabras deja estela de ese sentido de honra y nobleza que hemos comentado.
Salud, lacl.
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Sr. D Corpus Barga Ministerio de Instrucción Pública
Relaciones Culturales.
Muchas gracias Corpus Barga, a usted y a esa Junta de Relaciones Culturales, por su afectuosa carta.
Yo creo que en esta mala guerra española el individuo debe ayudar, en la medida de sus mejores fuerzas, al pueblo y al estado, no ellos al individuo. Todo el apoyo moral y material debe ser para los idealistas o los deberosos que están peleando para pan y, aunque esto sea lamentable, para las armas necesarias. Y creo también que el español que en estos instantes o siglos gaste en sí más de lo que necesite para vivir corrientemente, es un ladrón material y moral de España y su pueblo.
En lo moral yo estaré siempre donde siempre estuve, al lado de la democracia y especialmente del pueblo, ciudad o campo. En lo material, con una pequeña renta estranjera de mi mujer y con lo que los dos ganamos trabajando, vivimos y ayudamos a los que podemos.
Mi único deseo, ansia, necesidad es España. Pero, ¿qué utilidad tendría yo, enfermo y viejo, ahora en España a cambio de lo que consumiera? Me parece que soy muy útil fuera y en país oficialmente desafecto, donde el peligro también existe rodeados, como estamos de <<españoles>> indeseables y cerriles.