El rapto *
Amarillo.
Te asalta de pronto
en la ventana.
No es el de siempre,
sino un resplandor
que se incrusta
en el esmeril de los vidrios,
desdoblándolos,
expandiéndolos en la luz,
que toma el aire
y lo enciende con palpitaciones
que se hacen membrana
en la mirada; y, de súbito,
el amarillo comienza a latir
al fondo del afuera,
tras los cristales,
como un carámbano
a punto de reventar.
El alma del mundo
está inflada de amarillo
y todo lo cobra, lo empuja,
lo impregna.
Se trasvasa en el aire,
anida en la traslúcida
opacidad de los cristales,
enhebrándose en la fluída
emanación del abierto
párpado del pecho.
* lacl, contemplado y vivenciado al amanecer, pero escrito al atardecer, mientras aguardaba por mi adorado tormento...
5 de agosto de 2022
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Galería de Orfeo
Una ofrenda para los nacidos en el ombligo del siglo XX y que todavía se siguen preguntando qué sucedió con este alocado mundo y las promesas de un tan cacareado progreso.
Letra y música de Víctor Manuel San José
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