Del breve segmento de una filmación que le encomendaron a Frank Capra obtenemos unos cuadros o fotos; se trata de un registro visual tomado tras la derrota y posterior ocupación de Francia durante la 2da Guerra Mundial. Siempre se destaca, obviamente, el gesto de tristeza de este hombre ante la derrota, no sólo por la pérdida de la amada patria, sino por todo lo que para el mundo libre significaba el ascenso del nacional-socialismo. Pero nunca se destaca lo suficiente el aplauso de la señora del sombrero. El hombre llora, y con razón, al ver partir las huestes militares francesas, en su retirada, inevitable y estratégica, al norte de África. Pero ella les aplaude el pundonor y les anima a seguir en la gesta de, por una parte, recuperar la libertad de su nación pero, por la otra, de continuar la lucha en contra del caos de la barbarie y la sinrazón. Ninguna de estas expresiones es criticable. Y hay que comprender el dolor de ese hombre al ver vencida y perdida la patria, como si se tratara de una niña extraviada. Pero la señora entretanto aplaude a esos hombres y les anima a levantarse del suelo, limpiarse el polvo y continuar la lucha. Esa actitud fue la que posibilitó, como bien lo señala Arnold Toynbee en su libro "Guerra y civilización", la derrota de estados militaristas por parte de estados no militaristas.
En estas noches, cuando volvimos a ver el conmovedor film Monsieur Batignole, no pudimos evitar pensar en estos dolorosos contrastes, que al día de hoy siguen siendo signo de la derrota del humanismo, que es la peor de las derrotas que puede sufrir el ser humano.
Salud, lacl.
BE048068
11 Dec 1941, Marseilles, France --- 12/11/1941-Marseilles, France: Frenchman crying as the flags of fallen France were marched through the streets of Marseilles on their way to Africa. --- Image by © Bettmann/CORBIS
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