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martes, 9 de septiembre de 2025

M (Contemplando a una Virgen Negra con el niño entre sus brazos) lacl / Sobre Cuadernario, lacl / Walt Whitman en su voz leyendo América.

 



M


(Contemplando a una Virgen Negra

con el niño entre sus brazos)



Medianoche.

Toda ciudad es inhóspita.

Lo digo yo -que he vivido sólo en una-

a la luz de la llama de una vela

y luego de haber torcido cien esquinas.

No hace falta, para saberlo,

ser un mago con una vara

que esparce estrellas de vino, hojalata u olvido.

Cuando se agote la llama de mi vela,

acaso ya estaré dormido

entre un collar de azucenas,

y acaso sea mi pecho una ristra

de inviolados corazones.

Una mano, sólo una mano virgen,

femenina,

se atreverá a extenderse hacia adelante

como una sonrisa saludando al cielo.

Y en la vela vigilante de mi finado sueño

un velador tendrá la última palabra

que será la primera, la única, impronunciable.

Y un niño negro contemplando el horizonte,

adustamente seguirá su camino,

con delicados pasos tanteará

el tembloroso párpado

del suelo,

caminando feliz y sin destino,

hacia el útero de toda respuesta.


Extraído de la letra M de Cuadernario, Común Presencia Editores, Colección Los Conjurados, Bogotá, 2007.



***

Unas palabras en torno al origen de cuadernario

Esta suerte de glosa o tentativa poética corresponde a la letra M de un pequeño cuaderno telefónico, en el cual se escribió lo que luego intitulé Cuadernario y que fuera publicado en la Colección Los Conjurados de Común Presencia Editores. Cupo la suerte de que tal cuaderno hubiera sido confeccionado con la particularidad de incluir, al menos, unas cuatro páginas para cada letra del alfabeto. Y una mañana, en la que una luminosidad asombrosamente excepcional comenzara a juguetear con una exaltación rumorosa de mi espíritu, acaeció que una voz me ordenara dar inicio a una escritura libre y desenfadada sobre las páginas de tal cuaderno. Lo lúdico y, si se quiere, lo curioso del mandato es que tal voz me imponía iniciar cada texto, nota o imagen con la letra correspondiente a la página en cuestión. Así escribí, en la letra A, un texto un tanto extravagante para lo que, al menos yo, pudiera considerar mi “estilo” personal. Otros textos se escribieron, uno tras otro, hasta la letra E o la F. Luego me tocó dejar en reposo el cuaderno, por varios meses, antes de volver a esbozar cualquier otro intento entre sus páginas. Esta operación se repitió en el transcurso de unos cinco o seis años y acaso a ello ha de atribuirse su aire de heterogeneidad. No había prisas. Nunca escribí nada que no necesitara escribir en él, y cuando lo hice fue siempre atendiendo al llamado inicial, esto es, principiando cada texto, nota o asomo poético, con la enunciación de la letra correspondiente a aquella página que quedaba libre en el cuaderno. No lo considero un libro trascendente. Acaso contenga algún que otro texto que tenga algún valor. Eso es lo que menos me importa, siempre ha sido así con todo lo que escribo. Creo que los seres humanos le damos una recargada importancia a nuestras huellas personales, olvidando otorgarle el justo prevalecer al anonimato del vivir. Podemos ser fidedignos a la hora de correr el velo de nuestro ser y de nuestras indagaciones; es más, es natural que deseemos serlo, dado que ello es expresión de un llamado ineludible, pero ¿será esa misión exteriorizadora la prenda última y más preciada en el íntimo decurso de una vida? De ello no estaría tan seguro. Con todo, debo admitir que tampoco estoy exento de esa necesidad de exteriorizar lo que podríamos calificar como mis angustias y aspiraciones. En fin de cuentas, es éste más un cuaderno de obsesiones que de poesía. Acaso pueda librarme el consuelo de que algunas de nuestras obsesiones sean parientes muy cercanas de la poesía.

lacl

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Agregamos un enlace con la voz de Whitman leyendo América.

Nota: Los videos que se publican acá sólo se divulgan con un interés eminentemente cultural. Si el video no abre dentro del Blog, puede verse en la red YouTube, siempre y cuando no le hayan retirado o la cuenta de origen no haya sido cancelada o suspendida.  Simplemente hay que ir a esa red para disfrutar maravillas como ésta, la de poder escuchar la voz de Walt Whitman.






Agregamos otro enlace con la voz de Whitman, leyendo su América.









http://www.youtube.com/watch?v=5IeIN3WE4lI

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