© lacl
Un breve parágrafo del Tao-Tê-Ching, de Lao-Tse, y una anotación a pie de página.
Salud, lacl
[XXXII]
Tao fue siempre una nación sin nombre.
Cuando hubo necesidad de mencionarlo, entonces, se le dió un nombre.
El que sabe dar nombres debería saber que existe lo innombrable.
Conociendo esto, conoces lo que no perece.
*** * ***
Basado en la traducción que Caridad Díaz-Faes emprendiera sobre el texto de la traducción de Ch'u Ta-Kao al inglés, traducción que, por cierto, fuera revisada por A. C. Moule y Alan Watts. He introducido unos muy breves cambios a esa traducción que me han parecido pertinentes y necesarios. He preferido utilizar la palabra innombrable que la de innominable pues, aunque inducen al mismo significado, innombrable es el vocablo más directo para el lector o el escucha de estos preceptos. En la última frase he optado por destinatario a la segunda persona del lector o escucha de este parágrafo. No es lo mismo decir que una tercera o ajena persona se beneficiará de un bien, que decirle a quien escucha o lee esta escritura sapiencial, que ese bien está a su alcance, que va dirigido a él.
El prólogo de Ch'u Ta-Kao a la edición inglesa es una joya de introducción al Tao-Tê-Ching. Espero poder transcribirlo muy pronto, para compartirlo en el blog.
© [Luis Alejandro Contreras Loynaz/LetrasContraLetras - contracorrientes]. Todos los derechos reservados. Fecha de creación del blog: 2007. ©

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