Arte y poesía: vigencia de toda expresión lúdica, gesto o acto non servil en tiempos tan obscuros como los actuales. Disertaciones sobre el culto añejo de ciertos antagonismos: individuo vs estado, ocio y contemplación vs labor de androides, dinero vs riqueza. Ensayos de libre tema, sección sobre ars poética, un muestrario de literatura universal y una selección poética del editor. Luis Alejandro Contreras Loynaz.
No solamente es imposible eliminarlo, sino que es imprescindible que ello no suceda. Lo importante es que, como todo lo que existe, no enferme; sobre todo, que no se auto agreda con supra valoraciones de sí mismo. Que una continuada exacerbación deviene en una hinchazón. Y una hinchazón en esa zona es un tumor que ni ve ni siente su portador.
lacl. 13 de mayo de 2021
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Si uno se detiene, se baja del carro, le toma unas cuantas poses a la luna, algunos transeúntes parecen pensar que uno anda loco, algunos se ríen, una pareja pasa a un lado, se miran el uno al otro, como preguntándose, ¿qué le pasará a este tipo? ¿no ha visto nunca la luna? Y dando por sentado que ellos sí que la han visto. Quizás sí la vieron, pero no parece que la hayan amado, al menos por un breve lapso de sus vidas...
lacl, 13 de mayo de 2020
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GALERĺA DE ORFEO
Nota Bene: este blog tiene intereses exclusivamente culturales, artísticos y humanísticos al divulgar contenidos audiovisuales de terceras partes. Los derechos de autor de los mismos pertenecen a quienes los realizaron y pueden ser disfrutados en su red en caso de que no puedan ser visualizados acá.
Mi madre siempre decía: nada como las orquestas de antes. Pues bien, aquí hay una que debería ser escuchada muy a menudo, la de Armando Orefiche... Una de las orquestas emblema de nuestra música caribeña y latinoamericana, en mi humilde opinión...
Nunca me ha causado beneplácito la palabra concurso, por la sencilla razón de haber yo nacido en el ombligo de una época en la que el con-curso ha sido conceptuado y difundido como una desaforada carrera por llegar a una meta antes - y a como dé lugar- que cualquier otro par, condición que ha desvirtuado totalmente la nobleza que radica en la concurrencia de personas que han dedicado sus vidas a, por ejemplo, los estudios humanísticos o, al menos, a algunos asuntos específicos dentro del amplísimo temario que comprende el humanismo.
Supongo que malas artes o mala praxis no son inventos de la modernidad. Supongo, además, que la palabra filtro ha de haber sido usada o manipulada desde la era antigua de un modo intencionalmente subliminal. Supongo, por poner un ejemplo, que los intereses personales han tenido siempre un importante peso en la toma de decisiones de las instituciones que llaman públicamente a un concurso de credenciales.
Pero no me imagino a un coro de jueces diciéndole a Eurípides que no puede participar en la contienda teatral del año en curso, por medio de una carta en la que abunda una vacancia de bien sustentadas razones.
Sin embargo, ¿qué duda cabe? es más que probable ( por no decir seguro ) que la humanidad se haya perdido algunas cuantas obras maravillosas o que una universidad se haya privado de los servicios de un calificado y abnegado académico por vía de una praxis sustentada sobre unos modales intencionalmente subliminales.
Esta mañana pensaba en una añeja sentencia o fragmento de Eurípides, rescatado de una de sus obras perdidas, Polyeidos. el cual cita Erwin Rohde en su libro Psique.
Siempre me ha parecido que es muy probable que no haya una sola persona en el mundo que no hubiere pensado lo mismo, aunque quizás no se haya atrevido a declarado nunca a nadie, aunque sea a modo de suspiro en el pabellón de alguna oreja...
Escribió Eurípides:
[... ¡ Quién sabe si acaso la vida no será una muerte
Y lo que llamamos muerte la vida de ultratumba ! ...]
¿Cuántas veces no hemos pensado algo similar? Erwin Rohde escribe en su texto que Eurípides formuló esto como una inquietante pregunta, aunque en el texto traducido aparece entre signos de admiración. Claro que hay conjeturas que, por su naturaleza, incitan a la indagación.
Sin embargo, es admiración lo que deviene en nuestra imago cuando hacen irrupción estos pensamientos.
lacl, 27 de mayo, 2022
Galería de Orfeo
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En días pasados conseguí una antología que estaba traspapelada entre otros libros, publicada por Editora Nacional en 1981, a cargo de Jose Vila Selma.
Extraigo de su nota introductoria estos fragmentos:
"... es decir, que la Palabra sigue siendo el punto de partida, el núcleo central de la estructura mental de la americania y, por tanto, de la primerísima noción que alcanzaron, y demostrado está que alcanzaron aquellos pueblos: la noción de la divinidad única..."
Más abajo sigue:
"... el mito en la mente amerindia no es una forma de llenar los tiempos desconocidos, obedeciendo a la necesidad de saciar toda laguna que pueda existir en el conocimiento de su linaje que los hombres individuales y los pueblos tienen -como ocurre en las grandes culturas antiguas mediterráneas y del oriente próximo y medio- sino que es la expresión del yo-mismo, es decir, la aceptación y la conciencia de que la Vida que se posee, que se comenzó a poseer en un instante del tiempo ido, estaba desde siempre integrada en el movimiento del Ritmo del cosmos; se ha formado siempre parte de la Vida, siempre el hombre ha comulgado con la Vida, aún antes de su nacimiento y esta es la primera convicción que se tiene de Sí y la forma como se concibe el orden, el comienzo del orden, es decir, el origen que para la mente amerindia es la conciencia humana sabiendo que el caos existe, y en ese mismo instante comienza el orden, porque orden no es estratificación, ni nivelación, ni clasificación, sino conciencia clara de que todo puede ser destruido en el momento que se introduzca en aquello que al hombre afecta una mínima partícula de desorden; el caos se impondría de nuevo, porque el caos no es una etapa previa al orden, sino aquello que envuelve a la divinidad y desde cuyo seno misterioso lo santo pone en movimiento el dinamismo de la ordenación de la vida en sus múltiples expresiones..."
Fueron palabras que subrayé en aquellas lejanas horas de lectura y que hoy vuelvo a rescatar.
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Juan Rulfo, entrevista.
Segmento de una entrevista qué es conveniente escuchar. La de Juan Rulfo no es una humildad fingida es un hombre natural. Lamentablemente la entrevistadora le interrumpe en el momento en que hablaba de su labor al servicio de la antropología social, espacio de tiempo en el que prácticamente dejó de escribir literatura, por así decir.
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Cuando Mallarmé acotaba que la poesía está hecha de palabras, no de ideas, acaso quiso resaltar la libertad del sentir ante la brida de la voluntad. Cuando el sesudo pensamiento quiere imponerse sobre lo vivido lo que surge es una expresión acuñada en un molde, no toma en cuenta el ajuar ni el ornamento, no toma en cuenta la belleza del sentir.
La palabra no se conforma con tener sentido, la palabra es sentido, manifiesta un sentir.
Las ideas están al servicio del corazón.
La palabras valen por todo aquello que expresan y cuando se juntan unas a otras, natural es que quieran hacerlo en libertad.
lacl, 17 de mayo de 2022.
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Una lectura de Para la libertad, poema de Miguel Hernández
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Nunca me ha causado beneplácito la palabra concurso, por la sencilla razón de haber yo nacido en el ombligo de una época en la que el con-curso ha sido conceptuado y difundido como una desaforada carrera por llegar a una meta antes - y a como dé lugar- que cualquier otro par, condición que ha desvirtuado totalmente la nobleza que radica en la concurrencia de personas que han dedicado sus vidas a, por ejemplo. los estudios humanísticos o, al menos, a algunos asuntos específicos dentro del amplísimo temario que comprende el humanismo.
Supongo que malas artes o mala praxis no son inventos de la modernidad. Supongo, además, que la palabra filtro ha de haber sido usada o manipulada desde la era antigua de un modo intencionalmente subliminal.
Pero no me imagino a un coro de jueces diciéndole a Eurípides que no puede participar en la contienda teatral del año en curso, por medio de una carta en la que abunda una vacancia de bien sustentadas razones. Sin embargo, ¿qué duda cabe? es más que probable ( por no decir seguro ) que la humanidad se haya perdido algunas cuantas obras maravillosas, debido a esa praxis de unos modales intencionalmente subliminales.
Una anotación del 9 de julio de 2020 y publicada (en mi muro de F-book) al día siguiente.
lacl
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Una nota de ayer que no quise publicar…
(Vine a colgar estas palabras y a esta hora me entero de algo que ya mi alma sabía próxima, la partida de Armando Rojas Guardia. Por tanto, estas glosas van también para él. Paz a su alma, como a la de la señora Carmen ...
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Hoy me siento de luto. Aunque sentir acaso no sea la palabra correcta, precisa. No es que me sienta de luto, sino que estoy de luto cerrado. Un luto por todos.
Todos los que se han ido, todos los que van cayendo, minuto a minuto, como el incansable y silencioso segundero de un reloj de expiaciones y espiraciones. Pero ese luto no es un himno funéreo a los cortejos de la muerte, sino compasión por tanta vida no vivida, por tanto rechazo al exiguo suspiro que nace con un grito y se va con un silencio. Mi luto es por la muerte en vida vivida.
A veces intuyo que al expirar se inicia, para todos nosotros, un “ser no siendo” al que llegamos desde un “no siendo ser”… No puedo explicar tal intuición, me resulta imposible, no encuentro palabras para ello. O, al menos, no me asisten a mí en esta hora extraña. Sólo este claquear, este tartamudeo.
No sé si a todo ser humano ataque, en algún momento de soledad, este duelo neurálgico, inmensurable, definitivo. Mas sospecho que es la impiedad la que pauta los compases de una música sin ritmo ni cadencia.
Todos morimos un poco cada día, eso es innegable. Vamos en camino hacia la muerte; somos sus hijos, como bien dijera siempre mi padre.
Ayer partió de estas praderas una señora a la que nunca conocí en persona, sino por mano interpuesta y a través de esta pantalla o ventana que es el mundo real virtualizado, gracias a un canal inextricable de redes y dígitos que “apixela” nuestros rostros y los regala a todo ser que a él se aventure o asome. Un alma de este mundo. Ella solía asomarse a la ventana. Simpatizaba con los contenidos poéticos y odiaba las injusticias. Nunca fuimos más allá del intercambio de palabras que uno deja entre los casilleros de este palomar que es una red tal como la que he intentado definir.
Pues bien. Ayer, cuando en la fachada de su casa (o lo que llamamos muro), apareció una nota para anunciar el suceso de su propia desencarnación, sentí de pronto como un golpe silencioso y seco. Ese mismo que se lleva a nuestras madres, hermanos y amigos y hasta (¡dioses y hados, no lo quieran!) hijos y amantes. Ipso facto pensé en mi madre, quien vino en todo su esplendor, una vez más, como tantas veces ha venido a hacer presencia. Y una ola de compasión me envolvió.
Hoy vuelvo a orar y a implorar por una palabra vertebradamente poética (pues orar es poetizar); por un advenimiento de la compasión en todo pecho humano. No hay que predicar una religión en particular para que la compasión encarne en nosotros. Bastaría sólo con que nos pongamos en los zapatos del otro, existencialmente hablando, migrar al otro por los aires, aunque sea por un breve instante. No hablo desde ningún istmo de religiosidad. Hablo del espíritu que a todo pecho insufla, sea ateo o creyente, sea crédulo o incrédulo. Porque la compasión es una red o cedazo de otro orden, es como una grieta que se abre en el aire o en los cielos y por la que se cuelan luz y oscuridad, misterio o enigma, pero –también- algo insondable que jamás lograremos tasar, medir ni sopesar, algo que trasciende al cosmos y acaso le dé sentido a nuestro breve respirar: el (se me eriza la piel toda al sentirlo) avatar o cualidad de un corazón que es capaz de sentir por los demás, sentir por el resto, sentir por el cosmos. Esa cualidad que va y ve más allá de todo cosmos y es la que, inopinada (y casi arrinconada) da sentido a nuestro vivir.
lacl, 09 de Julio, 2020.
Galería de Orfeo
El colibrí y la flor
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