De Thomas Wolfe, lo llevo como un rezo… Es el introito de
la Primera Parte. Con una antesala así está salvado cualquier libro. Amén de servir de faro en la noche para cualquier alma extraviada... Tengo este fragmento entre los borradores desde hace un mes, pero como no he podido hacer lo que desearía, cual es agregar una nota sobre El ángel que nos mira, por los momentos me contento con divulgat este abrebocas. Cuánta poesía para un libro de narrativa...
Salud!
lacl
Salud!
lacl
…
una piedra, una hoja, una puerta ignota; de una piedra, una hoja, una puerta. Y
de todas las caras olvidadas.
Desnudos
y solos llegamos al desierto. En su oscuro seno, no conocimos el rostro de
nuestra madre; desde la prisión de su carne, vinimos a la prisión indecible e
inexplicable de este mundo. ¿Quién de nosotros conoció a su hermano? ¿Quién de
nosotros observó el corazón de su padre?
¿Quién
de nosotros no estuvo siempre prisionero? ¿Quién de nosotros no será siempre un
extranjero solitario?
Erial
de perplejidad, en los ardientes laberintos; perdidos, entre brillantes
estrellas, en esta tediosísima ceniza, ¡perdidos! Recordando sobrecogidos, buscamos
el gran lenguaje olvidado, el perdido sendero que conduce al cielo, una piedra,
una hoja, una puerta ignota. ¿Dónde? ¿Cuándo?
¡Oh
fantasma perdido, batido por el viento, vuelve a nosotros!
Tom Waits Romeo Is Bleeding 1978
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