Este peregrinaje es un
texto un tanto extraño, pues si bien nació como una adoración tras el paso de
Selene, al alcanzarme el alba, cuando acababa este boceto, no pude desprenderme
de la sensación de soledad deshabitada de una ciudad antes pujante... Y el
canto se torció un tanto en su verso final, mas no pude evitarlo...
lacl
lacl
Post Scriptum,
15/12/2019.- Hoy al ver esa abrupta línea de corte entre el decir y el
silencio, me he dado cuenta de que había que enmendar ese cierre, desigual aunque
imperativo. No se puede falsear la realidad.
lacl
Peregrinaje
Selene ha avanzado
impasible,
inmersa en su rumbo
secreto,
vadeando en el mar del
misterio.
La noche le puso las
aguas
y en ellas cantaron sus
brillos,
sirviendo de manto al
silencio
en el sendero de arpegios
que ha ofrendado al firmamento.
Entre tanto, el
silencio hizo gala
de una prodigiosa entereza.
La ciudad no estuvo
sola,
aunque anduvo desolada.
(lacl, enmienda, 15/12 / 2019)
Peregrinaje
Selene ha avanzado
impasible,
inmersa en su rumbo
secreto,
vadeando en el mar del
misterio.
La noche le puso las
aguas
y en ellas cantaron sus
brillos,
sirviendo de manto al
silencio
en el sendero de arpegios
que ha ofrendado al firmamento.
Entre tanto, el
silencio hizo gala
de una prodigiosa entereza.
La ciudad no estuvo
sola, sino desolada.
lacl, 13 / 12
/ 2019, contemplaciones, rumbo al albor.
Alta, alta es la luna
Alta, alta es la luna
Alta, alta es la luna
cuando empeza a
esclarecer.
Hija hermosa y sin
ventura
nunca llegue a nacer.
Mis ojos se me
hincheron
de tanto mirar la
mar.
Vaporicos van y
vienen
letra para mi no hay.
Mi querido es hermoso
dos taras tiene con
él.
La una que arroja
dados
la otra que echa šeš
beš.
Mi querido es alto y
vano
y una vara de
espander.
Mi madre hizo colada
lo metió a detener
Viajera del Río
Canto al Lirio de agua del Río Orinoco
Viajera del Río es una
composición de Manuel Yánez, una hermosa balada del Estado Bolívar. La compuso
al contemplar, desde un malecón, los racimos de la Bora viajar sobre las aguas
del majestuoso río Orinoco.
La llaman también Chupa
chupa o Lirio de agua.
Viajera del Río
Paseando una vez
por el malecón
extasiado me quedé,
al ver una flor
perfumando el Río.
Era angelical
como el azahar
y corría y corría.
Buscando el horizonte
se perdía.
La quise tocar,
la quise abrazar
quise amarla como a ti.
Ni que fuera un mago
para contener
la fuerza del río.
Y se fue ocultando
y se fue marchando
luego desapareció.
Pasaron los años
y el arcano tiempo
la alejó de mí.
Por eso en mis sueños
cuando la recuerdo
triste voy al malecón,
para ver si el río
cambia la corriente
y vuelvo a ver mi flor.
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