Cosas que suelen sucederme. Hace poco saqué de los anaqueles de mi pequeña Babel, algunas ediciones de POESÍA, estupenda revista editada bajo los auspicios de la Universidad de Carabobo, en la ciudad de Valencia, Venezuela. Entre ellas se encontraba el número 21 de la revista y que, entre otros poetas, reproduce algunos poemas de Adrienne Rich. Anoche me fui a la computadora a buscar algunos textos de uno de mis archivos. Abrí al azar un título que empezaba por siete poetas. Y pues resulta que se trataba de la traducción realizada por Beth Miller de siete poetas norteamericanas. Y, por supuesto, tal como me suele suceder, resulta que justo lo que me gustaría encontrar sin saber si estaba allí, al azar salía a flote y era puesto en mis manos.
ADRIENNE RÍCH (traducción de BETH MILLER)
TRADUCCIONES
De una mujer
de mi edad o quizá más joven
me muestras poemas
traducidos de tu lengua
Hay ciertas palabras: enemiga, horno, dolor
suficientes para convencerme
que es una mujer de mi tiempo
Obsesionada
por el Amor, nuestro tema:
lo hemos tejido como yedra a nuestros muros
cocido en el horno como pan
cargado como plomo en los tobillos
visto con binoculares
como si fuera helicóptero
trayendo alimento a nuestra hambre
o el satélite
de un poder hostil
Comienzo a ver a esa mujer
haciendo cosas: cocinando el arroz
planchando la falda
pasando a máquina un manuscrito hasta el alba
intentando llamar
desde una cabina
En el cuarto de un hombre
el teléfono suena sin respuesta
y le oye decir
“No te preocupes”, “Se cansará”.
Le oye contar su historia a su hermana
que se vuelve enemiga
y que en su propio tiempo velará
su propio camino hacia el dolor
ignorante que ese camino atroz
es compartido, innecesario
y político.
SUEÑO QUE SOY LA MUERTE DE ORFEO
Estoy caminando aprisa por las estriaciones de luz
y oscuridad tiradas bajo una arcada.
Soy una mujer en la plenitud de la vida con ciertos
poderes,
y esos poderes severamente limitados
por autoridades cuyas caras raramente veo.
Soy una mujer en la plenitud de la vida
manejando a su poeta muerto en un negro
Rolls-Royce
a través de un paisaje de crepúsculos y abrojos.
Una mujer con cierta misión
que obedecida al pie de la letra
la dejará intacta.
Una mujer con nervios de pantera
una mujer de contactos entre Hell's-Angels
una mujer sintiendo la abundancia de sus poderes
en el momento preciso en que no debe usarlos
una mujer juramentada con la lucidez
que ve a través de fuegos humeantes
y de mutilaciones criminales de estas subterráneas
calles
a su poeta muerto aprendiendo a caminar
hacia atrás contra el viento
al otro lado del espejo
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