Amparo Osorio, poemas.
Breve anotación sobre la poesía de Amparo Osorio.
Desearía poder concentrarme prestamente como un mago y, en prodigioso
trance protéico, hacer un oficio de transmigración para convertirme en otra
cosa, en un elemento alado, espirituoso y neumático que se mimetice en crisol
del sentir para, como suele suceder en una íntima lectura de poesía, dar fe de
otro crisol: ése que se manifiesta en los detalles de un decir poético, como lo
es, en este caso, el enunciar encantatorio que restalla en la palabra de Amparo
Osorio.
Sus poemas versan de una ausencia presentida, un ser que
está aquí, aun cuando se torne elusivo para nuestras manos. Pues, si bien estos
poemas versan de un deshabitado azul, sentimos con certeza que es un azul
cabalgando sobre un cauce o lecho, el lecho de un añoro celeste. Son tan bellos
sus poemas que sólo provoca escucharlos en eco, con la voz interior que en ritornelo
reza un estribillo.
Es como si una Palabra Mayor, imantada, cósmica, atrajera a
todas las palabras que andan sueltas por los aires del mundo para
cohesionarlas; palabras que como virutas vuelan o se alojan en los intersticios
del aire, vetas preciosas de un lecho acaso inexplorado: el de una voz
inquiriendo al ser que alienta al otro lado del espejo existencial, pero sin
dejar de afirmar bien los pies sobre nuestra madre Gea.
Y esas apalabradas virutas ascienden entonces al abismo de
los portentos, pues todo lo que vuela en el espacio de lo creado, en ese miraculus ordinariamente desatendido que
es la inmensa esfera circundante, va a depositarse en su mar inmenso y abisal,
que nada sabe de altos ni de bajos, para devenir en canto.
Porque pueda delectarse, en detalle, esta cualidad poética,
elijo en forma adrede algunos textos sucintos, en lugar de los más extensos de
Amparo.
Salud!
lacl
DESHABITADO AZUL
Se intenta una oración
se implora un cielo
se pretende
regresar al origen
se implora un cielo
se pretende
regresar al origen
¡Inútil sed!
Tal vez hablamos
las estrellas y yo
la misma sombra
SECRETA VOZ
Rostro
sombra
equilibrio.
sombra
equilibrio.
¡Que lleguemos a todo
abandonados!
Para ella, mi Esperanza, la maga de mi
corazón
IGUAL MUERE LA HUELLA
El viento esculpe rostros
y tú que vigilas la hierba
desconoces ahora los indicios
de toda eternidad.
y tú que vigilas la hierba
desconoces ahora los indicios
de toda eternidad.
Fuera de ti
no hay raíces posibles.
no hay raíces posibles.
¿Cómo nombrarte
sin que crezca la muerte?
CAÍDA INCESANTE
Nos queda todo.
Lo motral.
Lo que se elude.
Nos queda
lo perdido en el aire
que pasa
y no posee nuestro
rostro.
DISPERSION DE CENIZA
Polvo que vuelve al polvo
con las manos abiertas.
Ya no cabe en el cielo
la soledad de párpados.
con las manos abiertas.
Ya no cabe en el cielo
la soledad de párpados.
Muda y vacía
en ti yace la tierra.
en ti yace la tierra.
Tierra de escombros
implacable ultraje
y el alto azul
lejano.
GENESIS
Cuando partir
conjugue
los nombres de la hiedra
y la sombra
así quebrada en dos
mitad ceniza
mitad milagro…
conjugue
los nombres de la hiedra
y la sombra
así quebrada en dos
mitad ceniza
mitad milagro…
¿dónde Tú el imposible?
INTEMPERIE
Lluvia:
unge mi piel
lava mis ojos.
unge mi piel
lava mis ojos.
Se abre mi noche
para ti.
para ti.
Mi enrancia.
Mi infinito extravío
me persigue.
¿Qué voces
de qué cielos
me traes?
¿Qué dios
llora
y no escucho?
Del libro Antología esencial (Comun Presencia Editores,
Colección Los Conjurados, Bogotá, 2001)
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Y uno más:
RESURRECCIÓN
Caminaré de nuevo.
Levantaré las ruinas
de mi casa
y las ruinas de mi
corazón.
Me vestiré de alas y
de soles
de presencias amadas.
Hallaré en otros
labios
aguas para mi sed
y en otros ojos
prolongaré caminos.
Yo signada de viento
desafiando conjuros…
ceñiré nuevamente mi
relámpago.
Del libro Memoria Absuelta (Univ. Nacional, 2004)
Alberto Osorio: Nosotros dos
1 comentario:
Yo estoy empezando a conocerla, me gusta su alianza con la vida. la sencillez de su abrazo a la vida.
Carlos
Poesía El toro de Barro.
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