Nos perdimos la 5ta de Mahler debido a un accidente de
tránsito. Estábamos invitados desde hace mucho tiempo a ese concierto (todo
Mahler nos maravilla), a ser interpretado por la Orquesta Sinfónica Simón
Bolívar, con motivo de conmemorar el Trigésimo aniversario de la Fundación
Alzheimer. Y amantes de Mahler, pues mucha ilusión había de asistir al
encuentro. A pesar de la contingencia hicimos una circunvalación y logramos
llegar unos minutos después de la hora fijada. Un gentío afuera bajo una lluvia
que comenzaría a arreciar en minutos, sin ubicar donde estacionar el vehículo
y, sobre todo, con la doña entaconada con unos bellos zapatos de piel
aterciopelada que casi nunca usa; pues la decisión fue, una vez más, permitir
que la autopista que cruza a Caracas, de Este a Oeste, se llevara otra jornada
a su favor. Esperamos ganarle la guerra a la manera del Tao…
Eso sí, con ello decidimos enfilarnos a la librería El
Buscón para cumplir con otro añorado convite, convocado en horas colindantes y
al que, por supuesto, también pensábamos comparecer, aunque más tarde: la
presentación de una nueva edición de “Hacia La noche viva”, de Armando Rojas
Guardia, y la compilación antológica de Luis Perozo Cervantes, "La forma
de lo informe", un poeta que al tantear las tres décadas de vida reúne ya
unos 16 títulos y quien es, por cierto, alma y corazón de ese proyecto editorial
que lleva por nombre “Sultana del lago”… A pesar de tantas derrotas como se les
ha infligido a la ciudadanía venezolana, da un respiro de esperanza, ver que
hay quienes no se doblegan ante las adversidades. Y que con armas muy distintas
a las que abaten vidas, siguen en pie de lucha por lo más elemental: nuestro
derecho a ser y decir.
La poesía no combate con las mismas armas, de hecho la
poesía no es arma ni va a contiendas, como no sean las lúdicas. Los hados nos
llevaron hacia allí, al Buscón, era imperativo. Uno no es quien decide tantas
cosas que cree haber decidido. Pero, eso sí, con el empujón de hados y hadas
uno retoma el único camino a transitar. Los albures están allí, para
orientarnos en el sendero. Gusto de ver allí, ya sentados, a un grupo de
comparecientes, poetas, filósofos y amantes cultores de la otra palabra,
aquella con la que se levanta otra voz; voz y palabra con las que no se suele
dar por sentado el hecho de ser las mismas con las que amablemente pedimos o
servimos un café.
Esperemos poder leer, ahora sí, como es debido, con ocio
explayado, esa viva noche que hasta ahora fuera esquiva, de Rojas Guardia, y
esa colecta de versos y frases que, al presente, marca el sendero poético de
Perozo Cervantes. Ya hemos tenido que aprender a leer (y, sobre todo, a
escuchar lo leído) fuera de las páginas de un libro. No es lo mismo tener un
libro entre las manos que una pantalla ante los ojos. Pero el susurro que queda
al leer, esos ecos de conversación que se tienden entre el espíritu esbozado en
palabra y el lector silente que luego de la escucha, pide la palabra, ese
susurro sí que es el mismo. Esta madrugada, antes de cerrar los ojos, a poco de
llegar el alba, abrí un tomo de Lichtenberg, quien me puso una perla para
corroborarlo:
“La lectura asistemática ha sido siempre mi mayor placer.”
*
Comulgamos con Lichtenberg. Nos perdimos la escucha en vivo
de la 5ta y su maravilloso Adagietto, pero la noche estuvo signada por otros
adagios y coronada por la lectura de tres cantos de “Hacia la noche viva”, por
parte de Rojas Guardia, las conmovedoras y equilibradas palabras de Perozo
Cervantes para darnos un parte del vencimiento de una ciudad, su ciudad, amén
de la lectura del introito a su antología y una, como siempre, muy grata
conversa con amigos y amigos de los amigos. Lo cortés no ha emigrado ni piensa
emigrar del país.
¡Salud!
* En la edición Aforismos de Lichtenberg, de Editorial
Sudamericana, a cargo de Juan del Solar.
P. D. Agregamos otras de las fotos que tomara Yineska.
Hespèrion XXI & Jordi Savall - El Cant dels Aucells, 2011.
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