VERSION CORREGIDA:
Un
soneto libre para Sor Juana
(si
hay verso libre pedimos venia
para un libérrimo soneto)
A la hora del soplo abren mis ojos
a la letra en fragancia de Sor Juana,
develando austera, túnica vana,
vil manto, no feliz, de los antojos.
Quiso Sor Juana regalarme el cielo,
nadir sembrando el suelo donde alojo.
Ensueño y rosa empeño en mi manojo,
por no forzar vigilia de mi celo.
Alto el talante, amando, voy de arrojo,
dorada mies, zurcido en red el velo,
toda esa cifra errante de su anhelo
legando va, sin fin, barriendo enojos:
el verbo hambriento y de alcanzada gana,
nos dona el firmamento, la campana.
.
lacl 03 de Marzo 2019 hora del pulmón, con una breve enmienda, unas noches después...
ORIGINAL:
Un soneto libre para Sor Juana
(si hay verso libre pedimos venia
para un libérrimo soneto)
A la hora del soplo
abren mis ojos
a la letra en fragancia
de Sor Juana,
develando austera,
túnica vana,
vil manto, no feliz, de
los antojos.
Quiso Sor Juana
regalarme el cielo,
nadir sembrando en
suelo donde alojo.
Ensueño y rosa empeño
en mi manojo,
por no forzar vigilia
de mi celo.
Alto el talante,
amando, voy de arrojo,
dorada mies, zurcido en
red el velo,
toda esa cifra errante
de su anhelo
levanta su sinfín
barriendo enojos:
un verbo hambriento y
de alcanzada gana,
legando el firmamento, la
campana.
.
lacl 03 de Marzo 2019
hora del pulmón, las dos cuartetas. Y casi a medianoche los dos tercetos…
Las dos primeras
cuartetas se escribieron en el aire, fueron dictadas en los pensamientos que se
amparan bajo la oscuridad, abrí los ojos luego de que habían dado las 3 de la
mañana. Mi intención no era escribir un soneto. Pero a medianoche, luego de un
terciado y afanoso día, se sumaron los tercetos que he adjuntado a las
cuartetas. No soy cultor de los versos rimados, si bien no me es secreto el
goce del ritmo en las palabras. Cuando la palabra irrumpe le gusta hacerlo en
melodía. De allí que suela suceder que las frases busquen acentos de
octosílabos o endecasílabos, aun cuando estén dispuestas en verso libre.
No es posible negar la
belleza que yace en los versos de los clásicos, por mucho que, acorde a los
tiempos modernos, los cultores de la palabras hayamos descubierto el placer del
verso libre.
Agregamos debajo una sobria lectura de Primero sueño, tanto le debemos a Sor Juana...
Sor Juana Inés de la Cruz, Primero sueño, Lectura. José Luis Ibáñez (UNAM)
Cantiga 23 "Como Deus fez vynno d'agua"
Bellezas como éstas quiero siempre tener a mano, oído y
pecho...
"Como Dios hizo vino del agua ante el antetriclinio,
así después su Madre acrecentó bien el vino."
así después su Madre acrecentó bien el vino."
De esto diré un milagro que hizo en Bretaña,
por una dueña muy sin malicia, que Dios
había dotado de buenas costumbres y de habilidades,
y que quiso ser de ella como un buen vecino.
por una dueña muy sin malicia, que Dios
había dotado de buenas costumbres y de habilidades,
y que quiso ser de ella como un buen vecino.
Sobre todas las bondades que tenía,
resaltaba que confiaba mucho en Santa María,
y con eso, le evitó el avergonzarse ante el rey,
que de camino, paraba en su casa.
resaltaba que confiaba mucho en Santa María,
y con eso, le evitó el avergonzarse ante el rey,
que de camino, paraba en su casa.
La dueña, por servirlo, anduvo muy ajetreada,
y le dio carne y pescado, y pan, y cebada,
pero de buen vino, para él, estaba muy escasa,
porque no tenía sino un poco en un barrilillo.
y le dio carne y pescado, y pan, y cebada,
pero de buen vino, para él, estaba muy escasa,
porque no tenía sino un poco en un barrilillo.
Se le doblaba la cuita, que aunque quisiese tenerlo,
no era tierra aquella en cual lo hubiese,
ni por dinero ni por otra cosa que diera (ni lo hubiera),
sino fuese por la Madre del Viejo y Niño
no era tierra aquella en cual lo hubiese,
ni por dinero ni por otra cosa que diera (ni lo hubiera),
sino fuese por la Madre del Viejo y Niño
Y con esta esperanza se fue a la iglesia
y dijo: "Ay, Santa María; tu merced hace
que me saques de esta vergüenza tan grande,
si no ya no podré vestir ni lana ni lino."
y dijo: "Ay, Santa María; tu merced hace
que me saques de esta vergüenza tan grande,
si no ya no podré vestir ni lana ni lino."
De inmediato la oración de la dueña fue oída
y el rey, con toda su compañía,
fue servido de buen vino, y en la bodega no faltó,
que lo hallaron en abundancia, el rico y el pobre.
y el rey, con toda su compañía,
fue servido de buen vino, y en la bodega no faltó,
que lo hallaron en abundancia, el rico y el pobre.
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