Cuando el beso es un legado. La escena culminante de Cinema Paradiso...
La belleza de la escena final reside y se potencia, creo yo, en el desprendimiento del corazón que ofrenda, sin esperar nada a cambio. Es una clase magistral de educación sentimental. Una antología del beso que un anciano le deja en regalo al niño soñador de un mundo en que el amor prive sobre los humanos actos. No he vuelto a ver la película nunca más. Pero eso se quedó grabado en mi memoria, pues está íntimamente conectada con el corazón... El ser humano suele abandonar la pureza de sus sueños al "salir" de la niñez... Algo que nos recuerda un hermoso poema de Robert Frost, El camino no tomado, el cual he publicado también en este blog...
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