El malhadado conservadurismo.
No es que quiera excusar nuestra humana inmadurez, pero a todos nos pasa o ha pasado y seguirá pasando el defender o haber defendido causas ideológicas traídas de los cabellos, propuestas para un vivir en cooperación que, quizás, en su momento nos parecieran sensatas y que, luego, la realidad nos las mostró como un manicomio regentado por el Dr. Caligari. Lo importante, para cada uno de nosotros, para nuestra propia conciencia es, como alegara Amos Oz, que se opere la cura de nuestros propios fanatismos. Hay corrientes de opinión, puntos de tensión del conservadurismo que se oponen a toda libertad. Los seres humanos solemos abrazarnos fuertemente a patrones establecidos que son, como de manera fulgurante dijera alguna vez Pessoa (por boca de Álvaro de Campos *), prestados. No son nuestros. Si a algo le teme el melindroso conservadurismo humano es a la libertad de sentir y pensar. De allí que se acalle, como un método "educativo" que en realidad es coercitivo, todo ese candor natural con que se nace, todo aquello que viene de suyo en el infante. El miedo a perder lo que se tiene (así sea un sanatorio de locos) es lo que mueve demasiadas manijas...
No es que quiera excusar nuestra humana inmadurez, pero a todos nos pasa o ha pasado y seguirá pasando el defender o haber defendido causas ideológicas traídas de los cabellos, propuestas para un vivir en cooperación que, quizás, en su momento nos parecieran sensatas y que, luego, la realidad nos las mostró como un manicomio regentado por el Dr. Caligari. Lo importante, para cada uno de nosotros, para nuestra propia conciencia es, como alegara Amos Oz, que se opere la cura de nuestros propios fanatismos. Hay corrientes de opinión, puntos de tensión del conservadurismo que se oponen a toda libertad. Los seres humanos solemos abrazarnos fuertemente a patrones establecidos que son, como de manera fulgurante dijera alguna vez Pessoa (por boca de Álvaro de Campos *), prestados. No son nuestros. Si a algo le teme el melindroso conservadurismo humano es a la libertad de sentir y pensar. De allí que se acalle, como un método "educativo" que en realidad es coercitivo, todo ese candor natural con que se nace, todo aquello que viene de suyo en el infante. El miedo a perder lo que se tiene (así sea un sanatorio de locos) es lo que mueve demasiadas manijas...
* Al volante de un Chevrolet por la carretera de Sintra.
Anotaciones del alba, lacl, 26 / 02 / 2020
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El anhelo de la noche
Yo anhelo la noche. Ella siempre anda en
vuelo...
La añoro y la profetizo, en cada una de
mis noches.
Invoco el despliegue perene de su
alfombra.
Y albergo ciertos temores ante la oscura
claridad del día...
lacl, 30 de Septiembre, 2013
Friedrich Gulda -
Mozart: Piano Concerto No. 21 in C major, K. 467 (1975) / Vienna Philharmonic
Orchestra, Claudio Abbado.
Qué maravilla Gulda! Todos están maravillosos, pero es
que Gulda fue un ser extraordinario, caminando entre el jazz, Mozart y Bach...
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