Vistas a la página totales

jueves, 22 de marzo de 2018

Apocalipsis / Chet Baker, Paul Bley ~ Every Time We Say Goodbye




¿A ustedes no les pasa, amigos, que una cantilena, algún fluir melódico, una sonora curva en el aire aspirando a en el aire quedarse sembrada, se les queda como enroscada entre pecho y espalda? ¿No sienten, de pronto, que ya no pueden bajarse de esa nube? ¿Y caminan con delicia de puntillas entre sus rizos? ¿Bailan, incluso, sin mover un solo dedo? ¿Pues quien baila está dentro de nosotros?  ¿Y, entonces, tienen que volver a refugiarse en el refugio? Esto es, ¿dan refugio a esa cantilena o a ese fluir o a esa curva cadenciosa que ya no logra salir del alma? No sé, no sé, es imposible describirlo. Sólo te sabes dichoso de ser el destinatario de una entrega del aire. Y das las gracias mientras te  arrellanas…

En llegando a casa…

la

P. S. Hoy he pensado tanto en la piedad (y, por ende, en la impiedad). Mientras hablaba en la plaza callejera, éste era el pensamiento que en mi corazón se desbordaba. Pensaba en el absurdo de tantas bellas vidas sufriendo sin razón, bellas por mera aspiración del alma, bellas porque no aspiran a hacerle daño a nadie y, sin embargo, tanto sufren, tanto daño se causan o tanto daño padecen a manos de terceros, que de pronto, sin ser budista, a mi visión posterior, ese mirar que está detrás del mirar, a ese mirar que escucha, vino a aparecerse la imagen de un Gautama compadeciéndose de todos y de todo. Si tan sólo estuviéramos al tanto de todo el perdón de que se hace acreedor cada corazón, quizás, pudiéramos alzar la vista, una vez más, y descubrir el anónimo retoño que palpita en un pulso tan arcaico y que de acreedores podemos dar el paso para transfigurarnos en donadores…

 ….

Chet Baker, Paul Bley ~ Every Time We Say Goodbye

Por donde sea que pase el amigo Chet, siempre lo hace con una particularidad, lo hace seduciendo. Y aquí lo hace a cuatro manos, pues Paul Bley está magistral en el piano...







No hay comentarios.: