UNO ENTRE
TANTOS
A Alejandro Contreras.
Uno entre
tantos, rendido entre las hojas resecas y expuestas al barrido del viento. Hojas
que, de pronto, de un día para otro, amanecieron yertas.
Uno entre
tantos, extraviado entre millares de manos anónimas, aherrojadas, aunque más advertidas
del extravío que sus renegados cuerpos, que las portan por el mundo como
esclavizados apéndices.
Uno entre
tantos, traspapelado en las retinas que no miran hacia afuera ni hacia adentro,
pues son los ojos los que no ven… El milagroso mundo regalado corre ante ellos,
como ante ventanas deshabitadas, sin que allí nada quede registrado. El mundo
es un derroche sin sentido para el corazón que ya no timbra, convertido en
fuelle sin aliento y sin llama que animar.
Uno entre
tantos que, desconcertado en medio de una iluminación, se dice que hay que
marcharse a la montaña, que ya no hay otra solución, salvo que el mundo no
amerita de soluciones y nadie quiere ir a la montaña. El mundo se deja vivir y yo
soy ese hombre anónimo, perdido entre tantos; el que, a su vez, ha perdido la
senda que conduce a la montaña sagrada, y que en el fondo sabe que debe, a fin
de cuentas, ajustar cuentas, y bajar a la raíz infalible, al renegado y más
profundo lecho de su no vivido fuego, para en él cauterizarse y limpiarse con las
llamas de su propio cautiverio.
.
https://www.youtube.com/watch?v=N0aaZnxnkEo
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