JUAN RULFO - MENTIRAS REALES
(Rescato esta semblanza del desván del "pasado inmediato")
(02 de Diciembre de 2010)
Caminando por la Candelaria, en el centro de Bogotá, me fui a merodear por el Centro Cultural Gabriel García Márquez, básicamente por visitar la librería del FCE y ver qué podía encontrar allí de interés (que fue mucho el material valioso que allí vi y poco del que me pude adueñar, aunque me traje algunas pocas joyas). Antes de entrar, me quedé absorto un buen rato, contemplando las imágenes fotográficas de algunos escritores exhibidas en la plaza central del referido centro, las que van acompañadas de alguna cita del autor. La que más me llamó la atención fue la de Juan Rulfo, pues comulgo con su expresión. La cita de Rulfo puesta en el blasón reza:
Caminando por la Candelaria, en el centro de Bogotá, me fui a merodear por el Centro Cultural Gabriel García Márquez, básicamente por visitar la librería del FCE y ver qué podía encontrar allí de interés (que fue mucho el material valioso que allí vi y poco del que me pude adueñar, aunque me traje algunas pocas joyas). Antes de entrar, me quedé absorto un buen rato, contemplando las imágenes fotográficas de algunos escritores exhibidas en la plaza central del referido centro, las que van acompañadas de alguna cita del autor. La que más me llamó la atención fue la de Juan Rulfo, pues comulgo con su expresión. La cita de Rulfo puesta en el blasón reza:
¨Todo escritor que crea es un
mentiroso; la literatura es mentira, pero de esa mentira sale una recreación de
la realidad¨
Reproduzco esa foto con la
cita a un lado (no conozco la fuente y no me he puesto a indagar si fue tomada
de alguna entrevista o pertenece a alguna glosa suya).
Y añado una anotación mía
incluida en el libro contracorrientes - sentencias en incertidumbre, por dar fe
de esta comunión con lo expresado por nuestro admirado Rulfo, pues pienso que
(de alguna manera y salvando las distancias) hace algo de juego con lo dicho
por él. Tales palabras no pretenden ser poema, pero he dispuesto las frases tal
cual como fueron escritas originalmente en un viejo blog. Tal semblanza, casi
un auto de fe, fue escrita en un periodo muy especial de mi vida, en un alto
avenido al sentir que plasmara Dante al inicio de la Divina Comedia con los versos
Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura
ché la diritta via era smarrita.
(En medio del camino de nuestra vida
me encontré en una selva oscura
pues la vía recta había perdido.)
Y dejo fe de un detalle que
para mí resultó ser un prodigio. Una de las joyas que me encontré en la
librería del FCE es un libro de poemas de Hermann Broch, En mitad de la vida –
Poesía completa, bellamente presentado por Igitur/Poesía, en edición bilingüe.
Al principio, no reparé en la prodigiosa circunstancia de que el título de este
libro, hiciera referencia a la frase inicial de la Divina… ¿Cuestión de
casualidad? No lo creo. Designio de los hados, sí. Al abrir sus páginas me
encontré con un par de bellezas que me acompañaron por el resto de mis días en
esa ciudad. Y aún lo siguen haciendo… Reproduzco más abajo esos poemas, no
porque les reste importancia (todo lo contrario; de hecho son, aparte de Rulfo,
lo más valioso de esta remembranza), sino por respeto a la orquestación de lo
crónico.
* * * * *
No puedo ser un literato, tal
como no podría ser
un profesional en nada de lo
que predica
la embaucadora civilización
del siglo XXI.
Y aunque cumpla un rol,
también yo soy un embaucador
(lamentablemente para quienes
creen en mí).
La literatura de hoy se
alimenta
con un noventa por ciento de
mentiras.
Y ya debería bastarnos con
que el mundo se alimente
con un noventa por ciento de
mentiras.
Así que, harto como estoy, no
puedo escribir mentiras.
Tal como no se debería hablar por hablar,
tampoco deberíamos escribir
por escribir.
El ingenio puede ser nuestro
mayor enemigo,
representando el papel de un
acicalado Narciso
que en nada nos compromete.
¿ De qué vale exhibir la
belleza de la imaginación si ella
ha de quedar prisionera entre
las desérticas regiones
de un escindido pensamiento,
desterrada del alma ?
Tampoco me vanaglorio ni me
quejo de vender el zumo
de mis días a una secta cuyo
culto es el de arrasar,
como una aplanadora, todo
intento de vivir en libertad.
Tengo las noches. Dispongo de
su silencio, del de la luna
y las estrellas; dispongo del
susurro de los grillos
(hay grillos en mi balcón y,
en ocasiones, se alojan debajo
de mi cama) y tengo el eco de
mi canto cuando estoy tan
conmovido que no puedo cantar.
Además, tengo mis amigos y,
en ocasiones,
canto con ellos.
Tenemos la fortuna de poder
celebrar la fiesta
de la memoria y el olvido.
Y luego dispongo de nuevo
del silencio del tiempo,
derramándose como un arroyo
solitario.
En cuanto al amor, no puedo
pedirle nada.
En estos días él está tan
agobiado
como lo está el maltrecho y
apertrechado
corazón del hombre.
Y no puedo culpar a la mujer
por tener que cerrar filas
en esta agónica lucha,
en la que todos buscan
imponer
una egótica victoria.
Prefiero convivir con un
pretendido
diez por ciento de verdad o,
al menos,
con un diez por ciento de no
mentira.
Ni quiero ni debo escribir
mentiras.
contracorrientes – sentencias
en incertidumbre, BID & CO. Editor, Caracas
2006
(L. A. Contreras)
P. D. Hubo reedición en Noviembre de 2013.
P. D. Hubo reedición en Noviembre de 2013.
* * * * *
Hermann Broch – Poemas
I.
Como ya no te reconozco
te conviertes en el árbol que
da sombra
y en el verde que respira
se arrodilla mi sueño…
Tiemblan las hojas de la luz,
oh, mundo… lleno de las
sombras,
llevo en mi olvido,
en mi respiración y en mi
olvido,
tu imagen profundamente
olvidada.
II.
En la luz dorada, las
colinas, y
reluciente, abierto
beso de la tierra,
la tumba.
Si los labios se abren
al aliento terrestre,
alcanzando el cielo
y la nube que se oculta,
¿cuándo reposarás
en el tálamo de la tarde?
Oh, rostro humano
que te hundes en la abierta
profundidad,
que te hundes en el sonido de
tu ser,
tu ojo irradia hacia el
cielo,
lo arrastra hacia abajo
a tu noche amorosa
mientras el mundo fluye.
.
Hermann Broch, En mitad de la vida. Ediciones Igitur, Col.
Igitur/Poesia, Montblanc, Tarragona, España, 2007.
.
Todas estas fotografías pertenecen al catálogo de Juan Rulfo, excelente fotógrafo...
Todas estas fotografías pertenecen al catálogo de Juan Rulfo, excelente fotógrafo...
Talpa, narra Juan Rulfo
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