Saber carnal
Articulas
la lengua del tiempo detenido
que
fluye y no pasa.
Sabes
que en ti se escucha el rumor de una fuente
donde
retozan las anónimas voces de los niños.
Y la
mirada obsequiosa
no es
sino una prolongación,
el
efluvio de tu ritmo palpitante,
una
ramificación de tu precipitado tacto.
En tu
olor se perciben los ancestros
de una
tribu sin origen ni final.
Despides
un aroma a cutícula de nardo,
a cielo
de pubis,
al
dulzor de las aguas donde, hasta hace poco,
se abrazaban
los tallos de las rosas.
Hueles
como los delfines de la corte de Dionisio.
Sabes a
piel de oca,
a la
memoria de incontables lunaciones invernales
y al
misterio de las flores seleníticas.
Sabes al
azufre que, entre penumbras,
exhalan
las fumarolas del infierno.
Pero
también sabes al mordisco de la primavera
y sabes
a Leda, Cisne, Oso y Centella.
Sabes a
vientos de resurrección
y al
canto violáceo del olvido.
Sabes
que no sabes y, aun así,
hablas elocuentemente:
te
infunde el perlado manto
de lo desconocido.
.
Forma parte de un viejo e inédito cuaderno, "Mientras dure".
.
Carmina Burana - Bache, veni venies
.
Carmina Burana - Bache, veni venies
No hay comentarios.:
Publicar un comentario