Dolorosamente apropiado y casi duele decirlo -para hacerlo redundantemente sin quererlo-; porque, realmente, en tan breves líneas como a las que alcanza un soneto, Auden pinta, de manera tangencial y sustantiva a un tiempo mismo, una vida tan intensamente vivida como la de esa entidad que entre infancia y adolescencia habló con una voz para la que la palabra madurez sale tan magullada...
Sin más el soneto bien titulado RIMBAUD, de un poeta que deberíamos escuchar un poco más, Whystam Hugh Auden.
Salud... lacl
*******
RIMBAUD
Las noches, los puentes del ferrocarril, el mal cielo, horribles compañeros no lo sabían:
pero en aquel niño la mentira del retórico
reventó como una cañería: el frío había hecho un poeta.
Copas costeadas por su endeble y lírico amigo
Sus cinco sentidos sistemáticamente desquiciados,
a todo el absurdo acostumbrado puso fin;
hasta que de la lira y la endeblez se distanció.
El verso era una dolencia especial del oído;
la integridad no era suficiente; eso parecía
el infierno de la infancia: debía probar otra vez.
Ahora, galopando por África, soñaba
con un nuevo yo, un hijo, un ingeniero,
su verdad aceptable para los mentirosos.
W H Auden
No hay comentarios.:
Publicar un comentario