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sábado, 25 de marzo de 2023

Luis Amado, 106 giros de su advenimiento, lacl. / Luis Amado musical

 

Ayer se cumplieron 106 giros de su advenimiento, de su abrir de ojos al mundo. Era un martes 13. Para él nunca fue un "ni te cases ni te embarques". Solía decirnos que el 13 y sobre todo un día 13 que calzara en un martes era día de buena suerte. Fue su manera de agradecer la experiencia de la vida. Y vaya si la agradeció y, además, supo enseñar ese agradecimiento a los suyos. Tuvo el don de la palabra hablada y hacía brotar con ellas las lágrimas de cualquier rostro. Una amiga al recordarlo una vez me dijo algo muy hermoso, por certero, que "...le encantaba escucharle hablar porque sus palabras daban cauce a la emoción..."

Ayer estuvo rondando por nuestras vidas, dando noticias del más allá. Uno lo siente. Y no solo uno. Yo estuve ayer, buena parte del día, en asuntos de corre-ve-y-dile, pero siempre con su influjo en mis pensamientos, aquellos pensares que nacen en el corazón. 

Así que vuelvo a celebrar al Luis Amado de mis ancestros. 

(lacl, 14/03/2023)

Agregaré aquí abajo otra nota, igualmente escrita "al día siguiente", pero de hace 4 años con motivo de esta fotografía y su memoria:

A Luis Amado en su natalicio...

Amado ha sido y amado será, Incluso luego del olvido...

Ayer volvió, por breves momentos, el acceso a la red. 

Han sido seis días de suspenso, de trágica y mórbida opereta. 

Aun así, hubo el momento para recordar a los ancestros y, sobre todo, su legado. Ayer noche, cuando quise dejar constancia del más llano agradecimiento, volvimos a quedarnos sin acceso a ese puente levadizo que son estas redes. 

Ayer volvió a girar el 13...  Ese 13 cabalístico de Luis Amado. 

Recuerdo, como ayer, ese espacio en el que yo jugaba al escarceo, entre míticas y quijotescas caballerías de infante, mientras mi padre trabajaba. Este patio corresponde a la trastienda de una muy añeja casa de La Guaira, donde funcionaba la agencia aduanera en la que mi padre laboraba, en la calle posterior a la Casa Guipozcoana. Ravard & Cia, asi se llamaba la empresa en la que habiendo entrado como operario tomado de la aduana del Puerto de La Guaira, terminó siendo Gerente General, a punta de sudor y pulcritud. 

Vuelvo y lo repito: A Luis Amado en su natalicio...

Amado ha sido y amado será, Incluso luego del olvido... 

Y hoy nuevamente le agradezco el habernos enseñado el amor a un vivir en libertad y en franca camaradería. Y no sólo eso, sino nuestra gratitud por habernos inculcado el horror "ante" y aborrecimiento "por" toda gesta o gesto despreciable. Ha sido un perfecto exponente (con todo y sus imperfecciones) de aquellos custodios de la Vieja Guardia. 

Si a alguien le debo que en mí se haya acendrado un amor por el bien común es a Luis Amado.

Salud, padre...

lacl, 14 de marzo 2019





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Luis Amado musical  

Luis Amado amó la música, sobre todo la nuestra. En los últimos años de su vida acostumbraba a sentarse frente a la montaña a contemplar mientras se destrenzaban en el aire los trinos musicales. 

Dejemos aquí una interpretación del vals Natalia de su adorado Antonio Lauro, un aire margariteño en La voz de Gualberto Ibarreto y dos versiones del Adagietto de la Quinta Sinfonía de Mahler. 

En uno de sus cumpleaños, ya en el atardecer de su vida, fue el regalo que le llevé, un CD con música del extraordinario Gustav Mahler. Y en ciertas tardes, probablemente melancólicas, gustaba de sentarse a contemplar el Ávila mientras escuchaba el Adagietto... Y nunca dejó de agradecerme ese regalo.

  








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