Un poema incontestable, éste que abre Dolor, en la versión de Forbelsky. El poeta ve, es condición suya la de ver, aunque tan reiteradamente le toque ver un abandono...
Salud
lacl
La gruta de las palabras
No entra impunemente el joven con su luz
en la gruta de las palabras… Audaz, presiente apenas
dónde se encuentra… Joven,
aunque ha sufrido,
no sabe lo que es el
dolor. Sabio antes de tiempo,
se escapa sin haber
entrado
y alega, como excusa,
la inmadurez de su época.
¡ La gruta de las
palabras… !
Sólo el verdadero
poeta, y por su cuenta y riesgo,
pierde delirando en ella, las alas y con ellas, la
manera
de someterlas, de
nuevo, a la gravedad
y no menoscabar esa
fuerza que atrae hacia la tierra…
¡La gruta de las palabras! Sólo el verdadero poeta
regresa de su silencio
para encontrar, ya
viejo, a un niño que llora
abandonado por el mundo
en su umbral…
De su libro Dolor, el primer poema que abre la selección. Traducción de Josef Forbelsky. Revisión y prólogo de Guilermo Carnero. Barral Editores, Ediciones de bolsillo, España, 1970.
A. VIVALDI:
Filiae maestae Jerusalem.
RV 638 [II.Sileant Zephyri], Ph.Jaroussky/Ensemble Artaserse
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